Rose.
Noto la presencia de Lorena quien carga a la pequeña Valeria y junto a ella esta Nathaniel.
- Oh, hola, no te vi ahí. – Digo. Camino hacia ella para darle un abrazo, pero la final termino dándole un beso en el cachete, porque ella carga a la pequeña Valeria en sus brazos.
- Hola, Lore. – Saluda Mónica. – Hola hermosa, - Le aprieta el cachete a la pequeña Valeria y despeluca a Nathaniel.
- Te quería pedir un favor. – Le dice Lorena a Mónica.
- Lo que quieras. – Le responde Mónica.
- ¿Podrías cuidar a Nathaniel y Lorena por un par de horas? –Le pregunta. – Tengo unas cosas que hacer y no tengo con quien dejarlos. – Lorena le da una mirada suplicante.
- Claro que sí, no hay problemas, tú has lo que tengas que hacer sin preocupaciones. – Le dice Mónica.
Yo me quedo parada mirando la escena sorprendida, porque Lorena se lo pidió a Mónica y no a mí.
- Y a ti también te quería pedir otro favor. – Ahora se dirige a mí.
- ¿Qué sucede? – Le pregunto.
- ¿Quería saber si me podías acompañar a hacer unos recados? – Me dice. – Usualmente Félix es el que me acompaña pero está de vacaciones y no tengo a nadie más que me acompañe, manejaría yo misma pero yo no tengo licencia de conducir. – Me pide. Me da la misma mirada suplicante que le dio Mónica.
- No necesitas dar tantas explicaciones, lo hare con gusto, solo déjame tomar una ducha y cambiarme, estaré lista en 10 minutos. – Le digo.
Ella me sonríe agradecida.
Subo a cambiarme y en 10 minutos estoy lista.
El resto de la tarde nos movemos por toda la ciudad, Lorena estaba viendo cosas del restaurante. Fuimos a distribuidoras, al banco, y a unas cuantas reuniones.
Lorena hace esto todo el día, todos los días, ella básicamente se encarga de dirigir el negocio. De toda la familia ella es la única que no sabe cocinar, si ella se quiere hacer algo de comer, se come un cereal y hasta eso lo termina quemando, y no lo estoy diciendo por decir.
Ella si es buena con los números y negociaciones, lo que es de mucha ayuda a la hora de tener un negocio.
- ¿Piensas conseguir un trabajo? - Me pregunta Lorena en lo que vamos de regreso a la casa. Ya no hay más recados por el día, iremos a buscar a Valeria y Nathaniel y de ahí los llevare a su casa.
- Porque tan seria de repente. – Digo.
- Pensaras vivir toda tu vida de la fortuna de tu familia y no dejar tu huella antes de que te mueras. – Me reprocha Lorena. A veces ella puede actuar como una madre.
Sé que no me lo está diciendo de mala manera y que solo se preocupa por mí.
- No quiero trabajar para una compañía el resto de mi vida y ser miserable, primero quiero saber que me apasiona y luego iré por ello, pero por el momento no tengo nada en mente y lo único que me preocupa es el bienestar de Ellie. – Le respondo.
- Te gusta pelear y eres buena en ello, puedes abrir un gimnasio de boxeo. – Propone.
- De todos los estilos de defensa personal, boxeo es el que menos me gusta. – Respondo rechazando la idea.
- Y si solo abres un gimnasio, no tiene que ser de algo en específico. – Propone. La miro no muy convencida.
- ¿Qué tal pintar? – Propone. – Eres buena en eso, haz una exhibición de todo lo que has pintado o enseña.
ESTÁS LEYENDO
La Reina Trihíbrida: Un nuevo comienzo. #2
Science FictionContinuación de La Reina Trihíbrida. Primera parte ya está publicada en mi perfil. Te aconsejo leer la primera parte antes de leer esta. Disfruta. ♥️