La Reina Trihíbrida: Un nuevo comienzo. #2

32.

Rose.

Ha llegado el momento de mi encuentro con Ethan.

Estaría mintiendo si dijera que no estoy nerviosa, porque lo estoy.

Depende de cómo salgan las cosas hoy veré a mi hija o la perderé.

Llevo conmigo todas las cuchillas que me podía traer, y un bastón extensible de metal que también se separa volviéndolo dos.

Bajo las escaleras con Luke siguiendo el paso.

Justo antes de abrir la puerta, tocan el timbre.

Zaid y Mónica están en mi entrada. Al verme ninguno se me acerca a darme un abrazo o preguntan por Ellie, lo que inmediatamente me hace sospechar.

- Ya saben. - No les pregunto porque no lo necesito. Ambos asienten.

- Yo les dije. - Dice Luke a mi espalda. - Tienes razón, es imposible para mí ayudar, pero si vienen Zaid y Mónica tendremos ventaja.

- Tienes razón. - Le digo a Luke con una voz dulce y una ligera sonrisa en mi rostro. - Eso fue muy astuto de tu parte.

Me le acerco a Luke y le doy un beso en los labios.

Lo miro a los ojos, puedo sentir lo asustado que él esta, aunque no lo quiera aceptar sé que él no quiere ir, pero es padre, y todo padre haría lo imposible por sus hijos.

- Ad somnum. - Susurro.

Luke, Mónica y Zaid caen al suelo inconscientes. Uso telequinesis para evitar que se golpeen la cabeza.

Admiro el valor que tienen, pero solo yo puedo con esto. No estoy dispuesta a perder a nadie más.

......

Estoy en la construcción que Ethan me dijo.

Antes revise todo el lugar tres veces para asegurarme que no hay nadie escondido.

No me toca esperar por mucho tiempo, porque Ethan llega a los segundos, y parece que está solo.

- Espero que no te haya hecho esperar mucho. - Me dice en lo que se acerca.

- Recién llego. - Le respondo. - ¿Ella esta bien? - Le pregunto preocupada.

- Si, - Me responde; no tengo motivos para creer que me esta diciendo la verdad, pero tengo una sensación de que no me esta mintiendo, y voy a hacerle caso a esa sensación. - Por ahora esta dormida, - Agrega. - Para ser apenas una niña, es bastante fuerte y persistente. - Esa es mi hija. una sonrisa de orgullo se forma en mi rostro por pocos segundos.

- ¿Por que no me dices que quieres y así ambos podremos seguir con nuestras vidas? - Digo sin más. Quiero ser rápida para poder ver a mi pequeña lo mas pronto posible.

- Ven conmigo y te llevare para que conozcas a nuestro padre. - Dice él.

- Ambos sabemos que no puedo hacer lo que me estas pidiendo. - Digo. Bajo todas las defensas que coloco a mi alrededor para protegerme de él, y me muestro vulnerable por que solo así puedo hacer lo que estoy a punto de hacer... Tomo aire para poder hablarle. - Estoy parada frente a ti mirándote a los ojos, te pido que no me mires como una extraña o tu enemiga, si no como una madre y tu hermana - No aparto mi mirada de la suya en ningún momento. Le hablo con sinceridad. Él no muestra ningun tipo de emoción. -  Ellie significa el mundo para mi, antes de ella no me importaban las consecuencias de mis acciones, era capaz de hacer lo que sea, con tal de sentir algo, pero desde que ella llego a mi vida, mi forma de ver el mundo cambio. Ella es una hermosa niña, inteligente e inocente, que no merece ser metida en problemas de adultos. - Le abro mi corazón y lo dejo ver a través de mi. No noté que una lagrima se me escapo hasta que sentí el sabor salado.