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Rose.

Son las 1:28 de la tarde según mi reloj.

Mónica, Simba y yo estamos en el parque. Como siempre Simba y yo nos sentamos en un banco mientras que Mónica se ejercita.

Hoy empezamos mas tarde de lo usual a entrenar porque Luke y yo nos quedamos hasta tarde viendo un película en su departamento, y a la final me dormí en su departamento, para cuando me desperté ya eran las 11:00 de la mañana, cuando llegue a la casa ya eran las 12:45 del medio día.

Mónica creyó que se libraría de mi por hoy y no tendría que entrenar, pero no le di ese gusto.

Debo agregar que Luke y yo no hemos dejado de hablar por las ultimas semanas. Si no estamos en una cita, estoy en el restaurante hablando con él mientras trabaja, o hablando por teléfono o pasando en día en su apartamento o en mi casa.

Yo no me quejo porque con él la he estado pasando increíble y me he vuelto a sentir yo misma.

Me acerco a la heladería que esta enfrente del parque y pido un cono de helado de vainilla y un vaso con helado para dárselo a Simba, él se lo acaba en un dos por tres, no tengo idea si el puede comer helado sin que le cause daño, pero al menos lo esta disfrutando y eso es todo lo que importa, si se muere, será con un estomago lleno y contento.

Decido caminar por el parque y Simba me sigue a mi lado.

A lo lejos veo a Luke, trotar en mi dirección y junto a él hay una chica. No puedo evitar sentir celos hacia esa chica, ya que ambos conversan alegremente, y Luke se ríe por algo que ella dijo.

Antes de que pueda dar la vuelta y evitar que este note mi presencia, Simba sale corriendo en su dirección todo contento.

- Traidor. - Susurro. Luke lo nota, e inmediatamente alza su mirada buscándome por todo el parque. Cuando me encuentra no tengo mas remedio que acercarme y saludarlo con la sonrisa mas falsa en mi rostro.

Simba se le sube a Luke, le atrapa su mano en su boca, pero sin lastimarlo. Esa es su forma de saludar.

Es irónico como el día que Luke por primera vez me beso, Simba estaba celoso y ahora lo quiere mas a él que a mi.

Siento que ese perro quiere a todos mas que a mi, cuando yo soy la que lo alimenta.

Si Luke se queda en mi casa, Simba ignora completamente que yo existo y solo quiere estar con Luke.

- Hola. - Digo al acercarme aun manteniendo mi sonrisa falsa. Miro a la chica de arriba a abajo analizándola, ella también hace lo mismo.

Me le acerco a Luke para darle un beso, como siempre lo hago cada vez que nos saludamos o despedimos, pero el rechaza el beso y en cambio me abraza. Me sorprendo ante aquello y mas porque su cuerpo esta tenso.

- Ella es Rose. - Luke me presenta a la chica. - Rose, Lorena, mi hermana. - Abro mis ojos sorprendida.

- Es un placer conocerte. - Ya no me siento amenazada ante su presencia, pero si nerviosa.

Sabia de su hermana, pero nunca me tope con ella.

Ella me sonríe amigablemente.

Un silencio incomodo se forma, pero luego es roto por Mónica, quien aparece a nuestro lado.

- Hola Luke. - Mónica saluda a Luke.

- Hola Mónica.

Mónica nota el cono de helado que sostengo, ella frunce el ceño, lo toma y lo tira lejos.

- ¡Oye! - Me quejo.

- Estamos siguiendo una dieta y ese helado arruina esa dieta. - Dice Mónica enojada.

- No, tu estas siguiendo una dieta, yo nunca accedí formar parte de esa dieta. - Noto que Mónica dejo de trotar cuando ella sabe que nunca se deja de trotar. Mónica abre la boca para decir algo pero la interrumpo.

- ¿Por que te detuviste? - Le reprocho. Ella empieza a trotar en el lugar. - 5 vueltas mas al parque. - Le ordeno.

- Ya no puedo mas. - Se queja como una niñita.

- No me importa. - Digo. Mónica no tiene intencion de moverse. - Si no te mueves ya hare que sean 10. - Mónica rueda los ojos enojada pero aun así hace caso y se va dejándonos atrás.

- ¿No crees que estas siendo muy dura con ella? - Me pregunta Luke.

- Ella aventó mi cono de helado. - Me excuso. Luke y su hermana se ríen.

- ¿Eres entrenadora? - Me pregunta Lorena.

- Oh no. - Niego. - Odio entrenar a las personas, solo la ayudo porque se lo debo. - Respondo. Otro silencio se forma, por lo que decido terminarlo. - Fue un gusto conocerte, y espero que nos volvamos a encontrar. - Me despido de los dos y luego seguimos nuestro camino.

En lo que espero que Mónica de todas las vueltas, evito a Luke y Lorena exitosamente.

......

Mónica acaba de llegar de él supermercado, yo la ayudo a guardar la comida en el refrigerador y la alacena.

- He pensado en conseguir un trabajo. - Dice Mónica de la nada. - Es aburrido tener que pasar toda la tarde sin hacer nada, mi mente necesita tener algo con que distraerse.

- Si eso quieres, deberías intentarlo. - Digo, animándola.

- Conozco a bastantes personas que me lo podrían hacer fácil. - Agrega.

Me alegra que ella haya decidido volver a trabajar, ya que desde lo que ocurrió con la empresa de su padre, ella perdió interés y se desanimo; luego sucedió el accidente. Eso significa que esta mejorando.

Escucho la puerta principal ser tocada.

Mónica y yo nos miramos confundida, ya que ninguna esperar ninguna visita. Yo decido atender.

Al abrir la puerta, veo a Luke con una dulce sonrisa sosteniendo un ramo de rosas anaranjadas.

- ¿Por qué las rosas? - Él me las ofrece y yo las acepto gustosa.

Nunca antes había visto rosas anaranjadas, y son bonitas.

- Para disculparme por haber rechazado tu beso en el parque. - Se ve arrepentido.

- No te preocupes. - Trato de quitarle importancia al asunto, aunque aquello me lastimo.

- Estuvo mal de mi parte haberte tratado así y no me digas que no me preocupe porque se que te molesto se te vio en todo el rostro. - Señala.

- No me molesto, solo me sorprendió, pero lo entiendo, a veces puede ser incomodo besarse enfrente de algún familiar. - Digo.

- No es eso. - Me aclara. - Solo que no me gusta hacerles creer que tengo una relación cuando no es algo oficial y llenarlos de espectativas. - Como los dos pasamos bastante tiempo juntos, y hemos tenidos bastantes encuentros íntimos no había pensado en que él no me ha pedido que sea su novia.

- Te entiendo. - Muestro compasión ante lo que dijo. Aunque me decepciono, por el hecho de que el aún no me ha pedido que sea su novia.

- Pero yo quiero que ellos te conozcan y poder besarnos sin tener que ocultarlo. - Él dan un paso adelante, me toma de las manos y me mira con una sonrisa coqueta. - Pase todo el día pensando en una solución para este problema y solo pude dar con una.

Yo suelto una risa boba, porque puedo hacerme una idea de lo esta sucediendo.

- ¿Quisieras ser mi novia? - Me pregunta sin más. Un cosquilleo de felicidad abrumo mi pecho al escucharlo.

Me pongo de puntitas y dejo un beso fugaz en la comisura de su labios.

- Me encantaría. - Lo tomo del rostro y esta vez beso sus labios con un beso mas largo, apasionado y lleno de felicidad.

El beso escala demasiado de rápido; los siguiente que se estamos en mi cuarto completamente desnudos.

La Reina Trihíbrida: Un nuevo comienzo. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora