17. La peor noche

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Tw: en la siguiente historia de relata una situación de abuso sexual. Si es un tema que lxs incomoda, esperen a la siguiente parte, para continuar su lectura

Con cada bocanada de aire que das, sientes que aspiras sustancias que nunca llevarías voluntariamente a tus pulmones. El ambiente está pesado, y ver algo con claridad se vuelve imposible con la luz robótica y los reflejos de colores.

En tu camino desde la barra hasta tus amigos, debes esforzarte por que las bebidas no terminen en tu vestido ni en el cuerpo de algún extraño. Al encontrar el sofá, entregas los tragos a Calum y a Luke, que te agradece con una sonrisa entusiasmada.

Cal te observa desde la punta del sofá y mueve sus labios, a causa del estridente volumen de la música no puedes descifrar qué dice. Así que lo observas con burla y te acercas a él con dulzura. Sientes su respiración cerca tuyo, y mientras sus susurros cálidos calientan tus mejillas, tienes que controlarte para no besarlo.

- Conejito, ¿tú no querías nada?

Su voz es ronca y acaramelada, hace que quieras seguir conversando con él entre susurros. Su mano repta hacia la parte interna de tus piernas y agradeces haberte puesto ese vestido, la tela diseña tu cuerpo a la perfección y te encanta tanto como a tí, como a Calum. Él adora verte en este tipos de prendas que elevan tu autoestima y que puede sacar del camino en segundos.

- Ya fue suficiente por una noche. - Ronroneas un poco para llamar su atención y que entienda (tu no muy indirecta) petición para ir a casa.

Cal intenta decirte algo, pero antes de volver a rozar sus labios para hablarte, Michael lo llama para que vayan juntos a ver al anfitrión de la fiesta. Le sonríes y con la mano lo mandas a seguir a su amigo. La zona comienza a vaciarse de a poco, los chicos desaparecieron juntos y las chicas salieron a bailar. Aunque la invitación te sonaba interesante, los pies y la cabeza te duelen tanto que no puedes aceptar.

Quedas sola en tu lugar, y aprovechando el anonimato que te da el rincón oscuro, te acurrucas un poco sobre ti misma y te permites cerrar un poco los ojos. Cuando el sueño es tan pesado como el que sientes esa noche, ocurre un divertido fenómeno: con cada parpadeo parece que pasan horas de sueño, cuando en realidad, solo apenas suenan dos o tres acordes de canción.

No estás muy segura de cuánto tiempo llevas entre ensoñaciones, cuando sientes que alguien te devuelve a la realidad con un movimiento de hombro. Te apuras a abrir los ojos, pero en cuanto lo haces tienes que volver a cerrarlos por la sorpresa. Frente a ti hay un desconocido que te observa a centímetros de tu cara.

- Hola lindura, ¿estás bien? - Su tono es pesado y con cada sílaba que sale de su boca se acerca más y más a ti

Te enderezas queriendo alejarte de él. No es que le temas a la gente que se acerca a hablarte para ofrecer ayuda, pero es un desconocido medio borracho en una fiesta, y no estás lo suficientemente lúcida como para poder reaccionar ante el sentimiento de amenaza.

- Bien, bien, gracias. Solo estoy esperando a mi novio, me quedé algo dormida. Nada más.

- ¿Él te dejó aquí, sola? - El chico habla como si quisiera ser dulce, pero solo logra sonar como un típico borracho molesto - ¿Qué te parece si vamos juntos afuera tú y yo, así la pasamos bien mientras esperamos? - El chico acerca su mano a tu rostro y antes de que pueda tocarte te levantas de golpe y lo dejas arrodillado en el piso.

- Por favor, no te preocupes, voy a ir a buscarlo por mi cuenta.

La ansiedad alejó al sueño de tu cuerpo, y ahora estás segura de que no quieres volver a acercarte al cómodo sillón. No estás segura si es por el miedo o porque solo quieres ir a casa, pero si sabes que quieres ir al refugio que sientes junto a Cal.

Imaginas - Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora