74. Feliz año nuevo

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Por más que hiciste lo posible por esconderte de la multitud, escuchas el golpe suave de los nudillos contra la puerta del estudio de grabación de la casa de tu amigo. Te fundes un poco más contra la silla acolchada y mueves con cuidado las rueditas hasta la pared, intentando esconderte del intruso. La verdad, todo te molesta, hasta el susurro ahogado de la música que llega a tí y el retumbante pisoteo de los invitados de arriba, te resulta insoportable en este día. No quieres ver a absolutamente nadie

— Conejito... Sé que estás aquí... — Agradeces que sea Cal quien está del otro lado, la verdad ya no tienes fuerzas para lidiar con gente.

— Voy... — Hablas mientras te esfuerzas por levantarte de la silla y caminar hacia la entrada, giras la llave y te encuentras con tu novio apoyado sobre la pared del pasillo. Tiene un platito de cartón en la mano repleto de bocadillos dulces y salados que de solo olfatear, te revuelve el estómago. En cuanto él te ofrece que tomes algo para comer, tu nariz se arruga y el disgusto transforma tus facciones.

— Está bien, entendí... — Deja la improvisada bandeja en el suelo del otro lado de la puerta y camina hacia tí. Abraza tu espalda contra su pecho y sus manos se dirigen firmemente hacia tu levemente abultado estómago. — Así que no estás dejando que mamá coma. Tú y yo vamos a tener una charla esta noche, no puedes seguir así.

Ríes tonta ante la idea de conversar con un bebé que apenas es capaz de escuchar los latidos de su propio corazón.

— Perdón que me alejé, pero había demasiada gente, el ambiente era insoportable y el patio estaba lleno de gente fumando. — Murmuras mientras disfrutas de las manos de calum que recorre cada centímetro de tu cuerpo.

— No, tranquila... Tendríamos que habernos quedado en casa, tu y yo, tranquilos.

— ¿En año nuevo? Solos? lejos de tus amigos? Me tomó tiempo ganarme a los chicos, no es cuestión de que me odien por alejarte de ellos en un día tan especial. — Confiesas tentada por la idea de escaparte lejos, pero conflictuada por conocer lo recelosos que los chicos pueden llegar a ser.

— Por favor, llevamos años festejando juntos este día... Y el mundo va a seguir dando vueltas, y te aseguro que en doce meses estaremos en esta misma situación. Además, están tan borrachos que quizás ni siquiera se den cuenta.

— Pero con una bebé llorona que será la excusa perfecta para escaparnos... — concluyes mientras unes tus manos a la de Cal sobre tu abultado estómago.

Cal enfrenta sus rostros y con delicadeza, sujeta tu barbilla con una delicadez envidiable y con su índice y pulgar acerca tu rostro para coronarlo con sus propios labios sobre los tuyos. Es una muestra delicada, que ya conoces a la perfección, ya conoces a la perfección cada nota de su perfume y la fuerza exacta con la que envuelve sus dedos sobre tu nuca. Pero esta vez, agotada por el día, con el cansancio y el dolor recorriendo cada centímetro de tu cuerpo, cada leve contacto de tu novio sobre tu piel se siente como el más dulce consuelo, así que te cuesta horrores alejarte de él cuando te dice que va a ir a buscar sus abrigos.

Dejas que se adelante entre los cuerpos apretados que bailotean por la casa, mientras te diriges a la puerta pisoteas el confeti dorado, manchas de alcohol y alguna que otra pluma de las bufandas destartaladas que aún abrazaban algunos cuellos.

— !¿______ (TN)?¡— Entre la multitud una mano se desliza por tus hombros y un grito incómodo resuena en tu oído

— ¡Ash!... — Intentas igualar su energía, pero es evidente que hay algo que no te permite estar totalmente feliz,

Cal llega hacía ustedes con tu bolso, sus abrigos y una boa rosa rodeando su cuello.Tiene su mirad clavada en la tuya y una sonrisa cómplice en los labios, hasta que su mejor amigo salta en medio de ustedes.

— Hermano ¿a dónde van? ¿ocurrió algo? Todavía falta para que se hagan las 12... No pueden irse...

Le dedicas a tu novio una mirada desesperada para que te asegure un camino de huída, así que él habla por tí.

— Me duele algo la cabeza, y creo que algo de la comida me hizo mal... Solo quiero ir a casa.

— PEEERO, _____ (TN) ella puede quedarse con nosotros, solo unos minutos más... Hasta que oficialmente sea 2024

Te es imposible ocultar la risita nerviosa que te produce la voz desafinada y saltarina de Ash. Miras sobre su hombro mientras lo oyes insistir una y otra vez porque se queden en la fiesta. Lo conoces muy bien, así que sabes que decirle para que los deje en paz. Te acercas a su oído y susurras:

— Por favor Ash, dejanos ir... Estoy estrenando un nuevo conjunto de lencería que me regaló en navidad y realmente necesito estrenarlo — Sientes cómo la tensión de su espalda desaparece y está aún más interesado en lo que dices — Además, no sé si has estado con una embarazada, pero creeme que no es bueno hacernos esperar cuando lo necesitamos tanto.

Sin decir una palabra Ashton se aleja de su camino y abe la puerta por ustedes. La expresión de desconcierto de tu novio te llena de gracia, así que solo guiñas un ojo en su honor.

— Gracias bello Ash, te aseguro que me voy a encargar de que Cal comience bien el año.— Ahora es Ash quien te guiña el ojo y deja al pobre Calum con la mente desconcertada.

Una vez que el murmullo de los festejos quedan a sus espaldas, tu novio pregunta curioso cuales fueron las palabras mágicas que convencieron a su amigo, pero prefieres guardarlas solo para tí. Al llegar al auto, revisas tu móvil, apenas faltan un par de minutos para que el nuevo año los encuentre, y te niegas a que lo haga dentro de un auto.

— ¿Podemos simplemente quedarnos aquí afuera?

— No tienes frío? — La mano de Cal se detiene en el camino a la puerta, pero en cuanto te ve apoyada sobre la carrocería del auto, con la cálida luz de la luz de la calle rodeando tu figura, cada instinto de protección y cualquier rezago de frío se apartó de él, y solo corrió a envolverte entre sus brazos.

— Gracias...

— ¿Por qué? No he hecho más que apartarte de tus amigos, Osito — Confiesas sincera mientras te acurrucas aún más en él.

— Por darme un futuro a tu lado.

No sabes si son las hormonas, el cansancio acumulado o las palabras acarameladas, pero debes contener las lágrimas e intentar olvidar la picazón de tu nariz.

— Gracias por hacerme tan feliz... Hoy y cada día.

En cuanto sus rostros se enfrentan, la explosión de energía que el año nuevo trae llega a ustedes como un golpe que los hace estremecer y sonreir embobados.

— Feliz año nuevo — Sus voces se unen como una bajo la luz de las estrellas y de los tímidos fuegos artificiales que revolotean coloridos sobre sus cabezas.

No tienen idea de qué les espera este año, pero sí que podrán sobrepasarlo si se tienen el uno al otro.

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Holi! no me matennn, pero miren qué encontré cuando volví a abrir el archivo de la hstoria para seguir escribiendo :P

Sé que es tarde para publicarlo, pero no lo iba a dejar olvidado entre los rincones virtuales de mi computadora.

Espero que les haya gustado y perdón por la tardanza y la ausencia. Juro subir más esta semana

¿Cómo empezaron el 2024? ¿Tienen algún objetivo para este año? ¿Qué fue lo que más disfrutaron del 2023?

En lo personal lo empecé bien, logré mudarme y quiero poder sentrarme aún más en la universidad y la verdad que si tengo que quedarme con algo de este último año es el concierto de 5SOS y la aventura de ir a verlos junto a mis amigas

- Lxs quiero, bellxs, besitos

Imaginas - Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora