1. Mala

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Terminaba de morder la última uña de mi mano, era un hecho de que por las puras Nami se había tomado el tiempo de pintarlas, ahora ni rastro de pintura había, pues lo había rascado todo con mis dientes. Todo eso era porque la ansiedad me comía el cuerpo; mi corazón parecía haberse subido a mi garganta y las lágrimas aparecían en mis ojos tratando de salirse. Quería salir corriendo, coger el submarino e irme lo más lejos posible; sentía que en ese momento todos me estaban mirando como si supieran todo lo que había pasado, como si leyeran todos mis pecados y dictaran sentencia por cada uno de ellos.

Aunque lo que no sabían ellos, era que ya lo había pagado, y estaba viviendo las consecuencias de todo ello; la culpa, la angustia y el dolor estaban consumiendo mi cuerpo y mi alma, el vestido parecía ahorcarme con sus tiras, y los tacos parecían atravesar mis pies extendiendo el dolor a lo largo de mis piernas para alojarse en mis caderas.

Necesitaba urgentemente algo para calmar mi dolor y que me ayude más a forzar la sonrisa, que ahora mismo parecía una mueca. Me fijé que nadie me viera y me regresé al Sunny.

Me saqué los zapatos y corrí hasta el barco para que nadie notara mi ausencia, ignoré el dolor que empezaba a agarrar fuerza en mi vientre y llegue a la enfermería; empecé a buscar entre todas las cosas de Chopper un desinflamante y quizás algo de morfina, necesitaba toda si es que quería aguantar tres horas en esa maldita boda.

Revolqué el botiquín básico y de ahí me puse a husmear entre las drogas experimentales de Chopper, hasta que ¡Bingo! Cogí un puñado de desinflamantes y los pasé sin agua; para luego sentir la morfina recorriendo mi sangre; sin duda, era lo mejor que me había pasado en ese día.

Empecé a coger aire y me sentía más liviana a diferencia de toda la mañana; lamentablemente, por mi "livianidad", no pude sentir aquella presencia repentina en la puerta.

- Hey - sentí que el aire se me volvía a escapar - Chopper - traté de sonreír.

- ¿Qué haces aquí, (Tn)_______? - se acercó cautelosamente, dándose cuenta en su camino del desorden que había causado.

- Me levanté con migraña - hablé rápido - necesitaba algo para el dolor de cabeza -sonreí- tengo que estar bien para la novia.

- Está bien - respondió genuinamente, haciendo que un sentimiento de culpa se alojara por mentir a mi nakama - ¿Necesitas algo más? Te puedo hacer un chequeo rápido y recetarte algo más efectivo.

- No - empecé a ponerme mis zapatos - ya se me está pasando - besé su cabeza - ¡Tus medicamentos son los mejores! - a lo lejos solo pude escuchar: "¡No porque me digas eso, me harás feliz, idiota!". 

Chopper, tan inocente y fácil de engañar.

Entré al baño para arreglarme, sabía muy bien que era un desastre en ese momento ¡Por Dios! No solo eso, yo era el mismo desastre en persona, tal vez por eso el abandono de mis padres, o la toma de mis decisiones, o el porqué la gente siempre terminaba eligiendo a otras personas en vez de a mí.

Observé mi reflejo tratando de verme a los ojos y enfrentarme a mi persona, pero solo me daban ganas de vomitar, y era un hecho que no era producto de las drogas.

Pero tenía que estar bien, no podía llegar con este rostro con mis perfectos nakamas, tenía que estar a su altura.

Me lavé por completo mi rostro y mojé buena parte de mi cabello para refrescar mi cabeza, tal vez la mentira sobre la migraña no era tan falsa; al levantar la cabeza, me maree, y con la sensación de vértigo encima, mi cuerpo no lo resistió y caí estrepitosamente al suelo con mi vista semi borrosa.

- Deja de hacer eso - susurraba en mis labios - estás ebria, mujer.

- No lo estoy - rodeé su cuello mientras pegaba más mis labios con los de él - Zoro... - gemí en su boca - tómame.

Mala (Zoro Rorona x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora