Mala (Zoro Rorona x Reader)

7. En el otro lado.

* En otra parte del Nuevo Mundo * 

- ¡Retrocedan, piratas! 

- ¡Luffy, solo están asustados!

- ¡Pero si ya les hemos dicho que no queremos robarles!

- Aunque en teoría somos piratas, y eso es lo que tendríamos que hacer.

- ¡ROBIN!

- ¡No se llevarán nuestros tesoros!

* * *

- Lo sentimos, Nico-chan, ya nos habían atacado anteriormente.

- No hay nada que sentir, anciana - sonrió - Mi intención es un únicamente estudiar la piedra sagrada que ustedes llaman.

- Es increíble que tu capitán solo quiera nuestra comida - comentaba sorprendida la matriarca de la tribu mientras observaba como el moreno devoraba sin reparo la comida que los habitantes le brindaban.

- Luffy es un caso especial - suspiró - además que últimamente come más de lo normal, sospechamos que anda un poco triste.

- ¿Por qué Mugi-chan está triste?

La arqueóloga no pudo evitar desviar su mirada hasta una cabellera verde que, a misma magnitud que su capitán, no dejaba de atragantarse su garganta; aunque, en su caso, lo hacía con sake.

- Porque extraña a una amiga.

* * *

- ¡¿Cómo fue eso posible?! 

- No lo sabemos - suspiró la anciana - esos piratas solo llegaron a hacer explotar la piedra.

- ¿Está segura que fueron piratas, anciana?

- Sí, fueron piratas - contestó el principal guerrero que hacía el servicio de guía - este es su Jolly Roger, la mandamos a dibujar ni bien sufrimos el ataque.

Recibido el papel, la morena no evitó sentir como su garganta se cerró ante el dibujo que observaba; la calavera de los piratas del Corazón estaba a lo largo de la hoja, haciéndolos del responsable de la destrucción de uno de los Phoneglyphs.

- No puede ser - susurró en medio de su asombro.

- ¿Pasa algo, Nico-chan?

- ¿Están completamente seguros que esta era la bandera de esos piratas? - ambos asintieron - ¿Qué está tramando? - pregunto más para sí.

- ¿Los conoces? - no pudo evitar sentirse nerviosa ante el sonido de la espada del guerrero.

- Sí - lo miró fijamente - pero no estamos trabajando con ellos, solo sabemos quienes son - dijo media verdad.

- Nico Robin - habló el hombre - nunca entendimos que era lo que contenía la piedra sagrada, ni que verdad hablaba; pero algo que entendemos en cada una de nuestras generaciones, era de que la piedra era responsable de un poder - pausó - un poder que sería capaz de poner el mundo de cabeza, como si fuera...

- Como si fuera un arma - concretó - ¿Qué poder o cuál sería el alcance del daño de esta arma?

- No estamos hablando de un arma como una lanza o una espada - pausó - a veces Nico-chan, el arma más poderosa está en aquel objeto, cosa o lugar que menos esperamos.

- Me atrevería a decir que incluso persona.

Robin no pudo evitar pensar en quién actualmente era Poseidón, ella era un ser vivo al mismo tiempo que una de las tres armas ancestrales, "¿Sería que el Phoneglyph trataba sobre la ubicación de las dos restantes? ¿Se trataría de Plutón o Urano?"; se preguntó la morena.