— Mami... —oía entre sueños— Mamita...
— Urma...
— Mami... ¿Estás enferma?
El color amarillo se abrió paso a sus ojos, revelando el color de una habitación familiar a la que en algún momento estuvo condenada a pasar el primer año de vida de su hija.
— Urma —trataba de enfocar su mente en el llamado— amor, estoy aquí.
— Mami —se hizo más notoria sus palabras, mientras que el panorama se hacía más visible— aquí estoy.
De la impresión, la imagen de su hija no fue lo primero que vio en su momento, pues los recuerdos que empezaban a salir de su parte más profunda de su cerebro; parecían golpear su pecho fuertemente.
"— ¡Capitán, perdemos estabilidad! Al parecer han enredado la hélice izquierda —informaban tratando de no perder la calma.
— ¡¿Quién nos está atacando?!
Antes de que alguno pudiera hacer un movimiento más, el submarino se vio envuelto en una mancha negra que absorvía al Polar Tang con una facilidad impresionante.
— ¡Capitán!
— Mierda —se cayó de bruces el moreno— no puedo usar mis habilidades.
— Capitán, al parecer es Barba Negra..."
— Mami... —salió de su trance— mamita...
La habilidad de Urma aún era un misterio para ella, pero dentro de lo poco que comprendía, era que su hija era capaz de alterar la realidad de manera parcial; ella no podía hacer que su madre estuviera presente con ella, pero si crear la figura exacta de esta tomando la "energía" de la existente; además de crear nuevas realidades imaginativas al conocimiento propio; aunque no se sabía por ahora, si por ejemplo la cabeza de león del Sunny —que se figuró de manera animal y mounstrosa en su momento— pudiera dañar de manera física y verdadera.
Más lo que se temía de su poder, era el escaso conocimiento de este y sus repercusiones; aunque el miedo generado de ambos casos, eso sí era muy real.
Lo cual era una lástima para la mujer, que ahora deseaba con todo su corazón poder sentir la piel suave de su pequeña hija que ahora la "abrazaba" con fuerza.
— Estás cerca, mami —sollozaba la pequeña en los brazos de su madre— ven rápido, por favor.
Otra cosa que había descubierto, era de que a una distancia considerable, la pequeña de cuatro años, no podía "absorver" esta energía de la persona existente y crear una imagen a su realidad de ella. Por lo que el hecho de que ahora pudiera hacerlo, quería decir que estaban en el camino correcto.
— Estaré ahí muy pronto, hermosa —sollozó levemente mientras juntaba sus frentes— lo prometo.
— Ya puedes hablar, mami —comentó emocionada, puesto a que las otras veces, desde que la pequeña pelinegra había logrado volver a figurar a su madre nuevamente, esta no había estado comunicativa debido a que se encontraba bajo el efecto de los sedantes y las drogas administradas en aquel lugar.
— Sí —tomó sus mejillas— he estado enferma... —se apagó su voz al observar aquellas iris que ahora eran de un color distinto— mi amor, ¿Has estado usando tu otra habilidad? —trataba de sonar normal mientras que por dentro se sentía temblorosa ante la posibilidad de que estén tratando a su hija como conejillo de indias.
— No te enojes, mami —hizo un pequeño puchero— El señor Law me dijo que le gustaba como eran mis ojos cuando era pequeña ¿Es cierto que era tu amigo, mami?
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Mala (Zoro Rorona x Reader)
Fanfiction¿Te hace un error, una mala persona? Muchas veces creemos que la vida solo se puede dividir en dos colores: el blanco, y el negro; pero conforme van pasando los años y las experiencias, nos damos cuenta de la cantidad de grises en cada persona. Las...