10. Ella

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La vida podría ser muy engañosa al momento de brindar el karma, porque llegaba un momento donde parecía que los inocentes, pagaban por errores que no les correspondían. Y la culpa, a pesar de que habían pasado años, no dejaba de estar impregnada en su cabeza.

Más cuando la veía de esa manera tan pacífica e imperturbable, claro que era normal en ella, pero había cierta oscuridad que se escondía detrás de la mirada de la morena.

"Si alguien tendría que haber pagado por todo, debía ser yo, no ella." 

Repetía numerables veces en su cabeza. 

Tal vez en haberse entercado con su matrimonio, no hubiera condenado de esta manera a quien era ahora su esposa.

- ¡ISLA! - gritó el tirador, haciendo que todos presten atención al frente.

- Ya era hora, se nos estaban acabando las provisiones - suspiró Nami aliviada - Chicos, creo que debemos decidir quién...

- ¡Yo quiero bajar! - gritó eufórico el capitán.

- Quién acompañará a Luffy - terminó su idea con los dientes apretados mientras miraba con ojos asesinos al emocionado monito - Bien, todos tomen una pajilla.

- Yo bajaré - cortó Robin.

- Bien, entonces Robin irá con Luffy - indicó Nami, mientras Chopper y Usopp respiraban de alivio por zafarse del sorteo fatídico.

- No. Iré sola.

- Te acompaño - interrumpió Zoro.

- No - insistió tranquilamente - quiero ir sola.

El peliverde no pudo evitar buscar su mirada, aunque le fuera imposible, ya que ella no encontraba sus ojos. Él sabía que quizás ella quisiera estar sola en estos momentos, pero eso era lo que le aterraba.

Tras unos lamentos de Chopper, donde junto a Franky iban a ser quienes acompañarían a que su capitán no se metiera en problemas; se habían dividido el resto de labores por hacer. Y donde para preocupación de él, le había tocado el tema de la vigilancia del Sunny; otras veces no hubiera importado, pero el tener lejos a Robin en estos momentos, le daba una ansiedad que se reflejaba en el constante golpeteo de sus manos en la barandilla del barco.

- ¡Jinbe, bajaré a la isla! - saltó del barco sin esperar respuesta de confirmación del pobre Gyiojin, quién inútilmente trato de detener al espadachín.

Pero es que para él, sería peor si solamente dejaba suponer lo que podría estar haciendo Robin, o sintiendo.

Estos últimos casi cinco años habían sido un verdadero infierno para el matrimonio, pues lo que comenzó con la ilusión de crear una familia, terminó convirtiéndose en su peor pesadilla.

Había sido un total júbilo a pesar de la sorpresa, cuando Robin con sus hermosos ojos llorosos, le dio la noticia de que estaban esperando. El júbilo solo duró dos semanas, pues en una noche silenciosa, ambos despertaron en medio de una gran mancha roja.

La pérdida había sido triste, pero no tan devastadora como la segunda, o como la tercera.

Porque sí, después de la primera ilusión vivida, la pareja tenía clara que querían que ese fuera el próximo paso en su relación. Por lo que inmediatamente a su recuperación de Robin, lo hacían con toda la intención de crear una vida.

Pasado un considerable tiempo donde los ánimos empezaban a frustrarse al punto de originar discusiones fuertes entre ambos, se dio su segunda oportunidad; tomaron la noticia con emoción y mucha cautela, tanto que la noticia no fue brindada hasta que tuvieron qué, debido a que sufrirían su pérdida una segunda vez.

Mala (Zoro Rorona x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora