19. Distrito del Placer

463 39 16
                                    

Ultimamente despertaba sin la necesidad de que el efecto de la droga en su cuerpo se disolviera en la sangre; al inicio pensaba que era porque quizás su cuerpo había adquirido cierta inmunidad a la sustancia administrada, pero a pesar de que le inyectaban más dosis, ya no parecía tener el  mismo efecto de antes.

Lo raro, era de que segundos antes de despertar abruptamente y desorientada por la droga; veía a su pequeña Urma en sus brazos, aferrada como si su vida dependiera de ellos.

Ella sabía muy bien lo que significaba.

"Urma, por favor no lo sigas haciendo." Rogaba internamente, como si ella pudiera leer su mente donde sea que esté; "Prometiste no hacerlo".

Aunque no podía regañarla, no la culpaba; era solo una niña de cuatro años extrañando a su madre, y tomando sus herramientas para poder darse consuelo ella misma. Y eso torturaba mentalmente a (Tn)_______, quien no dejaba de maldecir a quién la había condenado con una carga muy grande.

¿Era malo incluso si pensaba de que ella no debió haber existido desde un inicio? Sonaba egoísta ese pensamiento, y hasta creería de que la condenaría al mismo infierno; pero ese inocente ser estaba llevando una vida de mierda de la cual no era culpable, su único pecado fue haber nacido de dos progenitores que deberían considerarse demonios.

Amaba a su hija con todo su corazón, y por ende le dolía el no saber donde estaba, y sentirla triste por su desaparición; le carcomía el pecho de ansiedad al saberse inútil en la situación que se encontraba, y todo en vano.

Había sacrificado su cuerpo por años, solo para poder acercarse a quién estaba detrás de la venta de placer; debido a que era una de las mayores influencias que podía pasearse entre los tres poderes que regían el mundo actualmente.

Stussy*.

Esa mujer se había ganado a pulso el título de "Reina del Distrito del Placer" o como había escuchado que algunos coloquialmente la llamaban, "La puta mayor".

Ella había escuchado su nombre por primera vez cuando en su encierro, Law mencionó que la miembro encargada del CP0 en buscar a Urano, era ella; debido a que tenía al gobierno mundial pujando una buena cantidad de berries por el arma ancestral, o el Phoneglyph que contenía su ubicación. 

El interés en Urano era mayor que a cualquiera de las otras dos armas ancestrales, debido a que su origen se rumoreaba que consistía desde antes de la existencia de todos los mortales en el mundo. Aunque eso poco le importaba a la pelinegra, lo que ella quería era saber a qué se abstenía su hija siendo una de las mayores armas de interés mundial.

Fatal fue descubrirlo ella misma en un inicio.

Poco antes de cumplir los tres años, la pequeña Urma había entablado una amistad genuina con un perro que era la mascota de Azumi, lamentablemente el animalito murió debido a su edad; la pequeña lloró días debido a la ausencia de su amigo, hasta que un día dejó de hacerlo.

Creyendo que por fin había asimilado su muerte, todo regreso a la normalidad por unos días; a pesar de que notaba que su hija dormía más, dejandolo un poco pasar.

No fue hasta que una noche en donde sentía que su cuerpo no daba más, decidió quedarse en su casa y no ir al prostíbulo; escuchó risas y ladridos en la habitación de su hija. Asustada, entró de golpe, solo para observar como un perro similar al de Azumi, se encontraba jugando con Urma en ese momento.

Debido al susto, Urma se desconcentró de lo que fuere que estuviera haciendo, y su madre observó como aquel animal se desvanecía en un abrir y cerrar de ojos.

1. Alterar la realidad.

Por ahora, había sido la primera habilidad que Urma había desarrollado o se había dado cuenta que tenía; y (Tn)_______ solo rogaba que esa fuera el único poder de Urano, ya que solo con ello, se puede saber lo peligroso que sería de caer un poder como tal en las manos incorrectas. 

Mala (Zoro Rorona x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora