34. Tornado

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Había algo en su cuerpo que se sentía pesado a medida que avanzaba, pero suponía que era el nerviosismo que tenía a lo que estaba por hacer.

Limpió su mano en la tela de su pantalón, y se dispuso a girar el picaporte; hasta que un ráfaga se hizo paso en el aire, haciendo que se sujete de lo primero que vio a su alcance para no salir volando.

— ¡¿Qué carajos fue eso?! —la voz de Nami se podía escuchar con esfuerzo debido a la fuerza del viento, que soplaba y tapaba las voces.

— ¡No estamos en una zona de huracanes! —replicó Jinbe, mientras avanzaba sujeto a la barandilla del Sunny para llegar al timón.

— ¡Esto no parece un huracán, es más un tornado!

— ¡¿Qué está pasando?! 

— ¡Nos estamos dirigiendo a un tornado! —respondió la pelinaranja a su capitán— ¡Franky, prepárate para activar el coup de burst! 

— ¡NO! 

El grito desesperado que se abrió paso en medio del desastre, captó su atención, haciendo que su nerviosismo volviera a sentirse nuevamente en el pecho.

— ¡(Tn)_______-san, no nos desviaremos del camino, pero tenemos que desviarnos del tornado!

— Señor cocinero —apareció la segunda voz femenina— el tornado es su hija.

Todos dirigieron su atención al centro del gran desastre natural que estaba tomando fuerza, haciendo que se percaten de algo que no pudieron distinguir a primera vista.

En medio de aquella figura imponente, se lograba distinguir unas sombras que parecían girar alrededor de un objeto físico, que irrealmente parecía no moverse a pesar de la fuerza sobrenatural en la que estaba.

El sonido de un cañón sacó a todos del trance en el que estaban, para visualizar a un barco enorme ser arrastrado lentamente hacia el centro del tornado; que si no lo consumía inmediatamente, era debido a que un rey marino se encontraba en la proa siendo forzado a rescatar dicha embarcación.

— Es Barba Negra.

Todos voltearon hacia la joven que ahora se encontraba hecha una furia.

— Chopper, necesito tus rumble balls. 

— ¡¿Qué?!

— Jinbe, no detengas tu rumbo, pero tampoco dejen que los consuma del todo. Busquen la manera de retrasar el avance del Sunny —indicó lo último al carpintero también, haciendo que ambos asintieran— Nami, tiene que haber una manera de contrastar los vientos que...

— Ya estaba pensando en algo —cortó la navegante sacando su arma especial.

— Robin —expresó lo último casi en un grito— usa tu maldito cerebro para detener todo esto, si te queda algo en tu consciencia —la hostilidad con la que se dirigía a la arqueóloga no era para nada sutil— Y si algo le pasa a mi hija, solo te culparé a ti. Ni siquiera a Law, ni a Barba Negra, solo a ti; y la persecución que te hizo la marina no será nada comparada a la que yo te haré.

Salvo el viento fuerte, no hubo sonido alguno tras la amenaza de la joven, quien en respuesta, solo obtuvo un movimiento de cabeza afirmativo por parte de su mayor.

— Luffy —se dirigió a su capitán, quien en todo ese tiempo no le dejó dar explicación alguna, salvo del cómo había llegado al Distrito del Placer, y todo el infierno que tuvo que había pasado en ese lugar— necesito que confíes en mi, solo esta vez, no importa si después...

— Ve —pronunció firme, y sin dejarle oportunidad de continuar, gritó indicaciones a todos para seguir según lo que planeaba su nakama.

— Aquí está (Tn)________ —llegó con dificultad el médico— ¿Necesitas que tenga una forma en especial?

Mala (Zoro Rorona x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora