Un día, me enteré de que es mi vecino. ¡Mi vecino y yo sin saberlo! ¿Lo sabría él? Apenas paro por casa y no conozco al vecindario, lo admito. Pero es más, ambos vivimos en los estudios abuhardillados de la última planta de un edificio viejo. En realidad, es un único piso, pero el usurero del propietario lo dividió en dos para sacarle mayor rentabilidad. Y residimos hacinadas con nosotras mismas y compartiendo gastos de suministros con el de al lado. Por tanto, está solo. Es imposible meter a alguien más y no tener que salir una.
Ahora sabía que le gustaba la música y tocaba el piano, porque algunas madrugadas le escuchaba hacerlo muy bien. No me molestaba. ¿Dije ya que siento debilidad por los artistas bohemios? Pues sí. Y mira tú por dónde. Al final, lo era. O existía la posibilidad de que lo fuera.
También sabía, entonces, que se levantaba temprano, antes de que amaneciera, porque la tubería hace un ruido espantoso cuando alguno de los dos nos duchamos, como si alguien la estuviera golpeando con un martillo. Es horrible.
Sabía que tenía amigos, ¿una novia, quizás? Porque lo había escuchado reír más de una vez y dudaba que lanzara esas carcajadas estando solo. Busqué su nombre en el buzón, pero no se leía nada al estar totalmente rayado.
Así que continuamos con nuestras cenas de silencio y extraña complicidad. Hasta que una madrugada, dejo de escuchar el piano y suena mi timbre. Din- don. Sé que es él antes de abrir la puerta. Obviamente. Así que él sabía que yo era su vecina. ¿O hubiera llamado a la puerta de al lado de todas formas?
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El Misterioso Chico Que Cena Conmigo
FanfictionQue Juan Pablo Villamil es mi crush sí, pero que esta historia sea sobre el chico del banjo de Morat es otra cosa... ❤