Durante la semana que queda para la despedida, Villa me incluye en todos sus planes con sus amigos y su novia. Pero tras dos días aceptando sus propuestas sin dudar, al tercer comienzo a darme cuenta que Gabriela no me quiere allí, que molesto, que no le caigo bien. Y no son imaginaciones mías. Son miradas, gestos despectivos, formas en que me ningunea de manera sibilina... Intento ganármela, pero ella no pone de su parte, así que empiezo a buscar excusas y a esconderme en el trabajo.
No quiero tomármelo como algo personal, pero es evidente que la chica me vive como amenaza y no me gusta la sensación. Y en cierto aspecto, me siento una traidora, porque sí, estoy enamorada de su novio y puede que ella lo haya podido intuir. Una mujer puede saber esas cosas.
Me pego a Isaza hasta que el cuarto día dejó de ir. Me siento terrible porque no puedo controlar mi deseo de estar con Villa todo el tiempo posible. Pero no así.
Para el jueves han preparado una excursión al campo y ante mi negativa, Villamil me llama al timbre.
- No me puede decir que no a lo de hoy. Le prometo que si luego le tengo que ayudar con la redacción de algún artículo, me quedaré toda la noche contigo, pero acompáñenos hoy. No será lo mismo sin ti.- apoya las dos manos sobre la encimera y me lanza una mirada maliciosa- ¿Me va a contar qué le pasa?
- Es trabajo, Villa... No hay nada más que explicar.- miento.
- Miente muy mal.- se acerca a mí- La extraño. Y no sólo porque no venga... Dígame celoso, pero casi no hemos hablado desde el viernes. Yo entiendo que Isaza es muy buen conversador, pero... no se olvide que a mí me conoció primero- se hace el mimoso.
- Yo también he echado de menos tenerte cerquita. Y más sabiendo que te vas.- digo sentándome en el reposabrazos del sofá.
- ¿Y por qué no me hace caso?
Dudo. ¿Qué puedo decir? No le quiero poner en contra de Gaby ni hablarle mal de ella. Así que opto por la vía de en medio.
- Eres tú el que no me hace ni caso, pero lo entiendo. Estás con tu novia. Es normal.
Se queda mudo un segundo.
- No he querido darle esa impresión. Gabriela es mi novia, pero tú eres mi amiga. Lo siento, Mai. Hoy sabré compensarla.
- No seas tonto y no te disculpes. Gabriela y tú habéis vuelto hace poco. No quiero causarte problemas.
- ¿Con Gaby? Ella sabe lo importante que eres para mí y confía. No se preocupe por eso. Sólo ven con nosotros. Si no lo hace por mí, hágalo por Isaza.
- ¿Por Isaza?- pregunto sin comprender.
- Bueno... es bastante notable que ustedes se entienden bien- dice con picardía y tendiéndome una mano.
- No me gusta como suena eso, Juan Pablo, así que olvídate de hacer de celestino.- le regaño, aceptando su propuesta.
Villa cumple su promesa y no se separa de mí. Se comporta como un hermano mayor. Y yo me dejo, a pesar de las miradas despectivas de Gaby. Ella lo va a poder disfrutar mucho más tiempo que yo. Odio no poder llevarme bien con ella, que me vea como enemiga. Las mujeres deberíamos apoyarnos y no dejar que un tío nos separase. Yo no la envidio. Mi relación con Villa no será romántica, pero es única y no la cambiaría por nada del mundo.
Finalmente, no aguanto más la presión y decido hablar con ella. Aprovecho cuando se mete en un baño de chicas del pueblo, justo antes de volver a casa en la furgoneta alquilada.
- Hemos pasado buen día, ¿no?- comento para romper el hielo.
- Sí- es escueta ella.
- ¿Te gusta España?
- La verdad es que estoy deseando regresar. Villa necesita recuperar sus raíces y olvidarse de todo esto.
- ¿Olvidarse? ¿No es mejor que lo integre como parte de su historia?
- Eso te gustaría: ser parte de su historia, ¿no?
- Claro. Es mi amigo. Oye... no sé qué te he hecho para que estés así conmigo.
- No se haga.
- No me hago nada. Quiero mucho a Villa. Pero no tenemos nada más que amistad. Y siempre hemos sido eso: amigos. Él ha elegido volver a Colombia, estar contigo. Te ha dado pruebas suficientes para que confíes en él. No sé por qué me odias.
- ¿Me va a decir que no le pone ojitos? No estoy ciega. Confío en MI NOVIO. De la que no me fío es de usted.
- Deberías. No quiero nada raro con Villa. Puedes estar tranquila. Pero no puedo convencerte. Una pena que no podamos ser amigas.
Y dicho esto, tiro el papel con el que me he secado las manos y salgo hacia el aparcamiento.
- ¿Todo bien?- me pregunta Isaza apoyado en el capó.
- Estoy agotada. Volvamos a casa.
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El Misterioso Chico Que Cena Conmigo
FanficQue Juan Pablo Villamil es mi crush sí, pero que esta historia sea sobre el chico del banjo de Morat es otra cosa... ❤