La Reina Blanca [Chishiya x fem OC]

1. cafetera

Siempre estáis para mi
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A Ñ O S  A T R Á S . . .

Lime entró tímidamente en el aula 102, intentando buscar un asiento libre sin levantar la vista del suelo más de lo estrictamente necesario.

Toda la primera fila estaba ocupada por niños que habían llegado antes que ella. Gracias a la torpeza de su madre—que como de costumbre se había quedado dormida—la chica no había conseguido llegar al colegio los diez minutos antes que tenía previstos.

Esto hizo que la pequeña se pusiera ligeramente nerviosa. Se había mudado a Tokio desde Nueva York hacía apenas un par de meses, y no tenía ningún amigo. No le estaba costando demasiado aprender Japonés, ya que los idiomas son algo que a los niños se les suele dar bien. A esa edad, con tan solo 8 años, son todos como esponjas.

—Eres Lime, ¿verdad?.

La chica se giró al escuchar a una mujer nombrarla, y asintió en silencio con la cabeza.

—Yo soy Yumiko, la profesora—se presentó con amabilidad—¿Has encontrado sitio donde sentarte?

Lime negó, de nuevo con la cabeza.

—¿Por qué no te sientas con aquel grupo?—la maestra señaló a tres niños que reían en una de las mesas de atrás—¿Te parece bien?

La pequeña, sin pronunciar palabra, le dedicó a su profesora una ligera sonrisa y se dirigió a la mesa de atrás. Cuando se sentó en la silla libre, los tres chicos la observaron en silencio, acallando sus carcajadas.

Mientras Lime acomodaba sus cosas, ellos se miraron entre si, antes de que el primero se atreviera a hablar.

—Mi mamá conoció a la tuya en la reunión de ayer—dijo uno de los pequeños, y la rubia levantó la vista hacia él con curiosidad—No eres de aquí, ¿cierto? Tienes los ojos muy redondos y el pelo muy claro.

—No—negó—Soy de Estados Unidos.

—¿Y nos entiendes?

Otro de los chicos le dio un golpe en la nuca al que acababa de hablar a modo de reproche.

—Te acaba de responder, tonto, claro que nos entiende—dijo, para después tenderle la mano a Lime—Soy Karube, y él es Arisu. Es muy curioso, a veces también es muy pesado. Y él es Chota. ¿Tú como te llamas?

—Lime—respondió la rubia, comenzando a perder la timidez.

—Tu pelo es muy bonito—sonrió el pequeño Karube, mirando la diadema que llevaba—Pero apuesto que esto me queda mejor a mi.

El chico se inclinó lo suficiente como para tomar la diadema de Lime con cuidado de no despeinarla, para después probársela él mientras Arisu y Chota reían.