La Reina Blanca [Chishiya x fem OC]

7. aprendiendo a sentir

Hay una cosa que no te he contado
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ACTUALIDAD...

El caos no tardó demasiado en surgir.

Los jugadores mataban a todos a quienes podían, y cada partida era más difícil que la anterior. Cuando llegó la décima ronda, apenas quedaban once personas.

Por suerte para Lime, Banda parecía confiar en ella. Al menos lo suficiente para mantenerla con vida. No le había mentido ninguna vez.

—Están demasiado nerviosos—habló el pelinegro, sentándose al lado de Kayamura en el suelo—Todos los del equipo de la pelirroja morirán.

—¿Tú no estás nervioso?—le preguntó ella, desviando la vista de los demás y mirando al chico.

—No—negó él, con cierta tranquilidad—Ese tío, ¿le conoces?

La mandíbula de Lime se tensó levemente al ver como señalaba a Chishiya con la cabeza.

—Le he visto antes—asintió—¿Por qué?

—No te quita el ojo de encima.

La rubia intentó sonar tranquila.
—¿Qué pasa? ¿Estás celoso?—se burló.

Banda ahogó una risa en un bufido.
—No creo que le quede mucho—dijo, sin apartar la vista del platino—Su compañero parece a punto de colapsar.

Kayamura miró al chico que estaba al lado de Chishiya. La verdad era que parecía muy nervioso y asustado.

—¿Tienes alguna idea de quién puede ser la J?—le preguntó la rubia, en un tono de voz más bajo.

—Tengo mis sospechas—respondió él—¿Qué hay de ti?

—No hay demasiadas opciones, ¿no?

—Quedamos pocos—asintió Banda—Ahora es cuando el juego se pone realmente interesante.

Dos rondas después, solo quedaban siete jugadores.

Lime tenía dos sospechosos principales. El hombre de traje que había hecho equipo con una mujer al principio del juego y Matsushita.

El hombre—que según parecía se llamaba Yaba—tenía una mirada muy profunda, y parecía inteligente. Había algo en sus ojos que aterrorizaba a Kayamura. Quizá fuera el hecho de que tenía cierto parecido físicamente con su padre, pero algo en él le hacía desconfiar.

Con Matsushita, sin embargo, era más complicado. Por como le miraba, supo que Chishiya también sospechaba de él.

Desde el principio del juego parecía que ocultaba algo. Escuchaba todas las conversaciones que podía entre la rubia y Banda, y observaba a los jugadores con una mirada muy extraña. A Lime le recordaba a un lobo acechando a sus presas. Se movía como alguien débil e inocente, pero tenía mirada de depredador.