La Reina Blanca [Chishiya x fem OC]

5. también me necesitáis

Primer día en Borderland
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A Ñ O S A N T E S . . .

—¿Era necesario?—Lime, quién había mantenido su mirada fija en el suelo durante los cinco minutos anteriores, levantó la vista. Karube la estaba acompañando a casa después de que la rubia les hubiera presentado al chico con el que estaba saliendo.

Iba en su mismo curso, pero en otra clase. Los chicos le habían visto por el patio un par de veces, pero nunca habían hablado con él hasta hoy, que habían ido al cine los cinco juntos.

—No sé de qué hablas—dijo el rubio, sin ser capaz de mirarla.

—No me jodas—protestó Lime—¿Tanto te cuesta no ser un gilipollas, Daikichi? ¿Tenías que comportarte así con Hajime?

—Solo fui sincero. Querías que te diéramos nuestra opinión sobre él, ¿no es así?

—¡No delante suya, Karube! "Bueno, la película ha estado genial, pero la habría escuchado mejor sin Hajime masticando a mi lado como una apisonadora"—repitió lo que el rubio había dicho apenas una hora antes.

—¿Acaso mentí? El chaval tiene un problema.

—Le mirabas mal cada diez segundos. Literalmente—insistió Lime—Y todos tus chistes eran sobre sus defectos. ¿Me vas a decir qué demonios te ocurre?

—No me gusta—dictó, pateando una piedra.

—No tiene que gustarte a ti, Karube, sino a mi.

—¿Y a ti te gusta?—de pronto, ambos dejaron de caminar, quedando frente a frente—Porque no lo parece.

—Tú qué sabrás.

—He visto a Mickey y Minnie Mouse darse besos más apasionados. Por amor de Dios, Lime, ese imbécil no te gusta.

—Hajime no es un imbécil. Es guapo e inteligente, y además es muy agradable.

—Es aburrido.

—Claro que no. Y aunque así fuera, no entiendo por qué demonios te importa tanto. Arisu y Chota parecían encantados con él.

—Ellos no entienden una mierda.

—¿Y qué es lo que sabes tú que ellos no? ¿Me puedes explicar cuál es tu jodido problema? ¿¡Por qué no me dejas salir con quién me de la gana y siempre pones pegas a los chicos que me gustan!?

—¡Porque ellos no te merecen!—exclamó Karube, mirando a la chica a los ojos—Y me jode que te fijes en esos inútiles en vez de... en vez de fijarte en mi.

La chica se quedó sin palabras, y de pronto entendió muchas cosas. El rubio siempre le había tirado ficha, pero pensaba que era su forma de ser. Ahora veía que no.

—Mierda, Lime, me gustas.

A C T U A L I D A D . . .