La Reina Blanca [Chishiya x fem OC]

22. intocable

La única persona a la que nunca traicionaría
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A Ñ O S A T R Á S . . .

—Lime—la voz de Chota se escuchó al otro lado de la puerta de su cuarto—¿Me puedes abrir?

La chica suspiró pesadamente. Llevaba todo el día sin salir de su habitación, metida en la cama. Ni siquiera había ido a clase. No sabía cómo iba a ser capaz de mirar a la cara a Karube después de que el día anterior le hubiera confesado sus sentimientos por ella. No tenía ni idea de qué hacer.

—Sé que estás ahí—insistió su amigo—Tu madre me ha dejado pasar.

Kayamura finalmente se levantó. Abrió la puerta de su cuatro, dejó entrar a Chota y volvió a meterse en la cama. Él cerró de nuevo la puerta y se sentó a su lado.

—Karube nos lo ha dicho—dijo—Íbamos a venir Arisu y yo, pero él se ha puesto enfermo y no puede aguantar ni dos minutos sin vomitar.

—Lo sé, leí el grupo.

—Pero no respondiste.

Lime se aferró todavía más a su almohada.
—No tiene sentido. No lo entiendo.

—¿El qué?—preguntó el chico, frunciendo el ceño con confusión.

—No entiendo cómo puedo gustarle a Karube. Y entiendo todavía menos por qué no me gusta él a mi.

Chota se encogió de hombros.
—No es culpa tuya.

La rubia se incorporó al escucharle, mirándole por primera vez en la conversación.
—¿Y si lo es? Es guapo, listo, gracioso y cariñoso. Debería gustarme, no tiene sentido que no me guste. Tiene que ser culpa mía.

—No digas eso, no puedes elegir de quien te enamoras.

Lime ladeó la cabeza, con una mueca de tristeza.
—Lo he intentado—dijo—Llevo todo el día intentando convencerme de que puede gustarme. Todo sería perfecto. Sé que me quiere y que nunca me haría daño. Es... es el único chico con el que estoy segura de eso. Pero no sé lo que siento por él. Estoy demasiado confusa.

Chota la miró con preocupación. Creía que la chica estaría segura de que no le gustaba Karube. Había pensado durante todo el trayecto desde su casa como consolarla. Pero ni siquiera ella sabía qué sentía.

—¿Y si nunca me gusta nadie, Chota?—le preguntó ella, dejándose caer de nuevo sobre la cama, fijando la vista en el techo—He salido con bastantes chicos, y ninguno me ha gustado de verdad. Y todos eran chicos geniales.

—No seas idiota, claro que vas a encontrar a alguien—respondió el pelinegro—Con todo el amor que tienes dentro, Lime, es imposible que nunca quieras a nadie de manera romántica. Solo... hay gente a la que le lleva más tiempo. Pero lo encontrarás. Ya sea Karube; ese chico tan guapo, listo, gracioso y cariñoso... o un vagabundo sin futuro.