La Reina Blanca [Chishiya x fem OC]

14. nada gratis

Diferenciar entre mentiras y secretos
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A C T U A L I D A D . . .

Chishiya llevaba casi quince minutos inconsciente cuando el Sombrerero entró en la habitación, conectando su mirada con la de Lime instantáneamente.

La chica estaba sentada en el borde de la cama, esperando a que el platino despertase, con suerte, sintiéndose mejor.

—Creo que es hora de que tengamos nuestra pequeña charla—dijo el hombre, siempre sonriente—¿Me acompañas?

Lime se levantó sin responder, saliendo de la habitación por delante del Sombrerero, y ambos comenzaron a caminar hacia la sala en la que habían tenido su primer encuentro, en la suite número 1.

—Después de este desagradable inconveniente—habló el hombre mientras andaban—Te doy por fin la bienvenida a la PLAYA. Una utopía en medio del caos, un oasis en el desierto.

—No he venido para quedarme—respondió Lime, sin dejarse embaucar—Solo estoy aquí por Chishiya.

—Ah, Chishiya—suspiró—Es todo un caballero, ¿cierto? Por cómo le miras no sé si te interesa o simplemente te intriga.

—Somos amigos.

—Él no tiene amigos. Tiene cómplices y gente a la que manipular, pero no tiene amigos.

La chica frunció el ceño al escucharle. No sabía si lo que él estaba diciendo era cierto o no, pero no iba a dar nada por hecho hasta que el platino despertara y pudiera contarle sus razones para no haber dicho nada sobre La PLAYA.

—No creo que me hayas citado para hablar de Chishiya—dijo Lime—¿Qué quieres de mi?

El Sombrerero abrió la puerta de su suite, y le indicó a ella que pasara mientras sujetaba la puerta. Después, ambos tomaron asiento y entonces habló.

—He oído hablar de ti—dijo—La Reina Blanca. Has ganado tus juegos sin resultar herida, y superaste un juego de corazones con un 100% de supervivencia. Nadie había hecho eso antes, mucho menos un siete. Nunca. Creí que era imposible, así que puedes deducir que me interesas.

—¿Qué intentas ofrecerme?

—Fácil. Un sitio en La PLAYA. Uno de los altos cargos. ¿Qué te parece un diez, o un nueve? Me vendrías muy bien aquí.

—¿Y qué se supone que hacéis exactamente?—preguntó la chica. No tenía pensado quedarse allí, pero siempre venía bien conocer todas sus opciones.

—¿Qué fue lo que te contó Chishiya sobre este sitio?

—Nada—respondió Lime—Nunca me habló de este lugar hasta hoy.