Tu Mirada [Aidan Gallagher] [Libro 1 y 2] (✔)

CAPÍTULO VEINTIOCHO

CAPÍTULO VEINTIOCHO

AIDAN GALLAGHER

_____ se reía sin parar al ver una escena de la película que veíamos en la sala. Tenemos un recipiente grande con cancha y nuestra gaseosa. Exactamente son las seis de la tarde.

Emma llamó a _____ y le avisó que ya estaba en casa con su madre. Ella avisó que iría en unas horas conmigo. No me molesté en negarlo.

Cuando terminamos la película, fuimos a mi habitación. Ella se sentó en mi cama viendo todo.

—¿Cuántas guitarras tienes? —dijo al ver que tenía dos sobre mi cama

—Ocho —sonreí tomando esas dos y dejándolas en su lugar

—Eso es... Guau —sonríe

—Lo sé —me acerco a ella. Me planto frente a ella, alza la cabeza para verme y cierra los ojos cuando me inclino y beso su frente y luego sus mejillas con besos cortos. Ella pone sus manos por mis costillas y me atrae a ella buscando mis labios

—Me gusta cuando eres así de cariñoso —suelta una risita.

—A mi me gustas tú —beso la punta de su nariz y luego roza la mía con la suya

—OK, basta de mucho amor —se echa hacia atrás dejándose caer en la cama

Me tiro a su lado con una sonrisa. Ella me mira y sube una ceja

—¿Por qué tan feliz?

—No sé— digo sincero —Solo... Me siento bien contigo —aprieto mis labios

—Yo igual —suspira mirando el techo. Me acerco a ella y me acuesto sobre su pecho. Me gusta hacer eso

Escucho los latidos de su corazón y eso me hace sonreír. Paso un brazo por su cintura. Ella empezó a acariciarme el cabello y eso me relaja. Cierro mis ojos y su aroma tan familiar llega a mí. Le beso el pecho y ella respira hondo

—Tranquila —susurro

—De verdad... Eres muy especial para mi —murmura —No se qué haría si no te tuviera

Acaricio el dorso de su mano, su piel está cálida y me gusta el calor que emana.

Me gusta todo de ella

—Te quiero —digo

—Yo también —susurra

Nos quedamos en este silencio tranquilo. Ella aparta la mano que acariciaba y se tocó la nariz que aún tenía la venda

—Me da comezón —dice fastidiada

—Quisiera gritarle mil cosas a Tatiana pero... Ni eso merece. No merece nada

—No merece nada—concuerda volviendo a dejar su mano en mi lado para poder tomarla

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—¡Ay por Dios! —chilla Emma un miércoles por la mañana

—Es tan vergonzoso recordarlo —rueda los ojos Parker

—Lo es—su novia se sonrojar

—No se si reírme, pegarte o gritarte —su hermana hace un mohín

—¡Ninguno! ¡Te lo conté, ______! — dice nerviosa

—Es raro imaginar a mi hermana encima de su novio por una asquerosa erección por puberto— hace una mueca

—Nadie dijo nada cuando te pillamos con Aidan ayer en la pobre biblioteca —Parker ataca

—¡Hey! —me quejo