CAPÍTULO CINCO - LIBRO DOS

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CAPÍTULO CINCO — LIBRO DOS

______ SMITH

—¿Quién habla, disculpe?

—Soy... Espera, ¿no me estás bromeando, cierto? 

—¿De qué?

—Carajo, _____ ¡Estás viva! 

—Quién. Eres.— me empecé a estresar

—Soy Mace. Tu amigo, de toda la vida. Bueno, no de toda la vida pero, nos llevamos muy bien por él— dijo sinceramente— Dios, ____, he estado preocupado, por ambos, Te fuiste y... todo está muy mal con todos. ¿Cómo estás?

—Gorda— dije secamente. No lo recuerdo pero parece que sí nos conocemos de toda la vida

—¿Eh?— dice confundido pero decide ignorarlo— ¿Dónde estás? ¿Con quién? ¿Él está ahí contigo? O está acá en LA

—Dos cosas. Estoy en Alemania, ya sabes, tienen que atenderme bien, tengo muchos riesgos ahora que estoy así. Y, ¿Quién es él?

—Pero— se calló— ¿Qué sabes del accidente?

—Pues, no te recuerdo pero siento que si nos conocemos. Perdí mi memoria. Estuve a nada de morir. Perdí la habilidad del conocimiento y caminar. Solo sé hablar. ¡Hasta olvidé cómo leer! ¡No entiendo nada de los mensajes que creo que tú me mandaste! Estoy perdida. Y lo peor, es que ahora mismo no puedo practicar para volver a caminar porque los renacuajos no me dejan.

—¿Renacuajos? — se confunde— ____, todo está mal acá, no sabemos nada de él. Sus padres son como si no existieran, no nos dan la cara, quiero saber que pasa con mi mejor amigo, contigo, estuvieron a punto de morir, o quizá...— su voz se apaga— No sé el estado de Aidan. No lo sé.

—¿Aidan? ¿Sabes quién estuvo conmigo en el accidente?

—¿No recuerdas nada?— se asustó

—No.

—Mierda, ____. Aidan es...

—¡_____!— Emma deja a un lado lo que me trajo y me quita el celular de mis manos colgando rápidamente. Revisa el celular y su rostro se vuelve preocupante— ¿Qué te dijo? ¿Qué recuerdas?— empezó

—¿Qué? ¿Pero...?

—¿Te dijo de....?

—No sé yo... No recuerdo— fruncí el ceño al querer recordar nuestra conversación que fue muy clara pero solo recuerdo una parte y me confundo más.— Él... su nombre es....— murmuro

—¿Qué te dijo?

Insistió. Quise decir algo referente a eso pero nada salió de mis labios. Quise decir un nombre pero no pude. Nos quedamos en silencio, ella volvió a insistir y sentí que iba a explotar.

—¡No recuerdo, Emma! ¡No sé! ¡Estoy harta de no recordar nada! ¡Ya! ¡Basta!— me agité. Estaba perdiendo la respiración y me sentía muy agobiada. —Por favor...— chillé con los ojos ardiendo por llorar

Emma se acercó a mí y me abrazó. La abracé más fuerte para sentirme bien y segura de todo esto pero nada pasaba. No sentía nada, no sentía la seguridad que quería y anhelaba sentir. Lloré contra su pecho, mi corazón dolía y no pude evitar no tocar mi vientre. Solo quería recordar. Nada más. 

Me quedé dormida después de eso. Dormí profundamente pero no descanse. La vientre no me dejaba moverme mucho, estaba grande y solo quería que salieran de mí y a la vez no. Mis pechos dolían mucho y mi intimidad palpitaba. Ya no aguantaba eso. 

Tu Mirada [Aidan Gallagher] [Libro 1 y 2] (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora