Libro Dos de Tu Mirada

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Narrador Omnisente 

Todo se volvió negro para ambos chicos...

Una cayó muy fuerte

Uno cayó sin sentido

Carla estaba tomando su té desesperada porque desde que su hija y el chico se fueron, sintió que algo andaba muy mal. Pero no se atrevió a decirlo. No pudo. 

Emma al bajar las escaleras rápidamente por lo que había visto en la tele, se cayó abruptamente haciendo que le duele la muñeca y el tobillo. Pero fue lo de menos en esos momentos. 

—¡MAMÁ!— gritó mientras lloraba y se levantaba —¡MAMÁ, NO OTRA VEZ!— su madre se exaltó cuando escuchó gritar a su hija menor y la vio pasar a la cocina llorando mucho

—¿Qué rayos pasa?— dice alarmada y tomando sus mejillas

—¡¡L-LAS NO-NOTICIAS!!— y ni siquiera podía hablar porque no sabía cómo. Cuando quería hablar, hipaba o le dolía el pecho— ¡_____ Y AIDAN, MAMÁ! ¡¡TUVIE....!!— no terminó cuando el celular de su madre sonó y lo cogió con la esperanza de que sea _____

Pero no fue ella y sus ojos se escocieron al pensar lo que pudo haber dicho Emma

—¡¡MAMÁ CONTESTA!!— reclamó y su madre no dudó

—¿¡Alo!?

—¿Con la madre de Neferet Smith?

—Soy yo— dijo desesperada

—Su hija sufrió un accidente y ahora está en estados muy graves capaces de....

Y no escuchó más cuando continúo la chica, por lo que la hija tomó temblorosa el celular escuchando la situación... Cayó al suelo rompiendo en llanto por su hermana

En parte de los chicos. Se encontraban en camillas y cinco doctores alrededor de cada uno. Caminaban y apartaban a la gente que estaba impidiendo su paso. Estaban tratando de que sus corazones sigan latiendo pero ambos estaban muy débiles.

La cabeza de la chica estaba ensangrentada y el chico tenía toda la frente manchada igualmente. La nariz fracturada. La chica con el pecho adolorido.

La sala estaba aún lejos de los doctores que le pusieron la máscara respiratoria para ambos tratando de que se mantengan con vida, entonces uno exclamó

—¡¡Estamos perdiendo al chico!! ¡RÁPIDO! ¡TENEMOS QUE REANIMARLO!

La chica dio un salto en su camilla un poco inconsciente pero el dolor claro que la hizo sacar lágrimas. Vio, como pudo, a sus lados y cuando una doctora se apartó por un lado, pudo ver como desviaban al chico a otra sala. Quizo gritar. Pedir que se quede a su lado sin saber por qué pero nada salió de su boca. Como si se haya olvidado de hablar. Vio como la mano del chico colgaba a un lado y se le oprimió el pecho fuertemente. 

La doctora volvió a ponerse ante su visión y empezó a examinarla rápidamente. La chica quería hablar pero no podía, quería decir que dolía, pero no podía. Quería decir que necesitaba que ese chico estuviera a su lado pero de repente algo no la dejó respirar y las imágenes de un señor muriendo pasaron en su mente que la hizo agonizar.

—¡DOCTOR!— gritó una doctora. La chica estaba perdiendo fuerzas... dejó caer su mano sin tratar de luchar... y cuando escuchó lo que dijo la doctora, se asustó pero aún así, no pudo luchar por mantenerse despierta— ¡LA CHICA ES...!— y lo demás escuchó borroso pero claro para ella. Igualmente no pudo recordarlo...

Su hermana entró corriendo al hospital donde estaba con su madre llorando. Estaba agitada porque corrieron en medio del camino. Su auto se apagó por falta de gasolina pero no fue impedimento para que salieran y corrieran como pudieran hacia el hospital. 

Tu Mirada [Aidan Gallagher] [Libro 1 y 2] (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora