CAPÍTULO DIECINUEVE - LIBRO DOS

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CAPÍTULO DIECINUEVE — LIBRO DOS — CAPÍTULO FINAL

______ SMITH

¿Ya les dije que no recuerdo nada de él? ¿Y de sus mensajes cortos? Mensajes que no me di cuenta que mandaba pequeñas señales. 

Oh mierda. 

Soy una estúpida

Siempre creí que esto ya había quedado ahí. Que ya no haría nada ni él haría nada. Creí que me estaba dando mi espacio para que yo tomara la decisión. Porque creo que él sabía que lo necesitaba. Nunca le volví a contestar las llamadas. Y me dolió. Pero no quería dar falsas ilusiones a alguien que me ama mucho y a alguien que no recuerdo haber amado con tantas ganas. 

Solo se conformaba con ver que he dejado en visto sus menajes. 

Jamás se rindió. 

Él no dejó de luchar por mí.

En cambio yo sí. 

Porque no lo recordaba.

Porque fui ilusa al creer que alguien, con el que me entregué, con el que tuve mis hijos, con el que me dio cosas preciosas, me dijo que jamás me dejaría, me demostró su amor infinito, me dijo que ama para que no me quede con ese te amo incompleto; dejaría todo a un lado. 

Y creo que él había esperado esto. A volver a vernos para que algo en mí, volviera a vivir. Más fuerte de lo que sentí cuando abrí esa cajita. Instintivamente, llevé mi mano a mi collar, y luego a mi anillo.

Mi respiración se cortó y agarré con fuerza a Luciana. Sus ojos verdes detallaron el collar que tenía y el anillo. Quería sonreír pero pasó su atención a Luciana. Y frunció levemente el ceño.

Quise decir algo pero solo sentí como ya habían caído lágrimas. Él tenía un gorro negro, su abrigo blanco y guantes negros. Sus pantalones eran igual de negros. Abrí la boca para pronunciar algo pero mi pecho se apretó.

—¡Má! ¡Má!— Lucían llegó a mí y abrazó mi pierna viendo a Aidan con recelo. Baje mi mano que estaba en el collar y la puse en la cabecita de Lucían para mantenerlo cerca

Aidan prestó su atención a su hijo y abre la boca para decir algo razonable pero no sabe qué decir.

—¿Qué...? —la voz de Chris se apaga al llegar a unos metros detrás de mi.

Puedo sentir a Emma petrificada.

—¿Qué ha... haces acá?— es lo único que puedo decir.

—Y-Yo... Vine... Por... Ti— no quita la mirada de Lucían. —¿S-Son de... Christopher?— los señala

—¿Qué? No— murmuro— Son mis hijos— aclaro— Son...

—¿Él es Aidan?— la voz de Francis se escucha atónita.

—Sí— una Emma con ganas de llorar contesta.

—¿Có...Cómo es que me ubicaste?

—Son...—sigue mirando a Lucían y luego mira a Luciana. Sus ojos brillan. Va a llorar.

—Mierda— murmuro cuando rompo en llanto. Bajo a Luciana y alejo a Lucían para ir hacia él y abrazarlo como nunca

Mi corazón se hincha de felicidad. Él me devuelve el abrazo inmediatamente. Pasa sus brazos por mi cintura y esconde su rostro entre mi cuello y hombro. Aspira mi olor y siento que voy a caer, pero él me mantiene. Pasó mis manos por sus brazos, hombros, cuello y enredo mis dedos en su cabello como si no pudiera creer que esté aquí. 

Siento como me empapa la curva de mi hombro. 

—Mi cielo— murmura

—Ojos lindos— suelto una risa absurda en medio de mi llanto

Tu Mirada [Aidan Gallagher] [Libro 1 y 2] (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora