CAPÍTULO SIETE - LIBRO DOS

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CAPÍTULO SIETE — LIBRO DOS

_____ SMITH

Tanta fue mi insistencia que terminaron cediendo. Finalmente saldría de este lugar que ya me parecía horrible. Christopher me ayudó a bajar de la cama ya cambiada. 

Emma me sonrió en la puerta cuando salí.

Mi hermana se hizo a un lado, mi madre trajo consigo una silla de ruedas en la que me senté y solté un gran suspiro.No podía caminar tanto tiempo, juro que mi mente es muy rara, no me deja caminar tranquila a menos de que haga cinco pasos.

 Nos dirigimos al estacionamiento. Cuando nos acercamos mis manos empezaron a sudar. 

Emma abrió la puerta trasera y cuando Christopher me iba a ayudar para entrar me aferré a su brazo negándome.

—No, no, no.— los tres me miraron confundidos— No quiero entrar a esa cosa— por alguna obvia razón, me asustó ir en esto

—Tranquila, estaremos contigo— Emma me dice pero niego.

—No— aparto a Christopher y me quedo sentada en la silla de ruedas.

—Entonces, ¿dónde piensas ir a casa?— perdió la paciencia 

Niego sin decir nada más, los tres se miran entre sí. No quiero viajar en un maldito auto.  Christopher suelta aire por la nariz y finalmente me carga a pesar de mi resistencia, dentro del auto.

—¡No quiero!— chillo—¡Demonios, déjenme!— Emma sube por la otra puerta trasera y mi madre entra al conductor. Christopher se sube a mi lado cerrando la puerta y yo sigo negándome— ¡Déjenme!— grito. Mamá espera que unos carros pasen para que pueda encender el auto por lo que trato de pasar sobre Christopher para abrir la puerta pero él me lo niega.

—Siéntate, ____, estamos contigo

—¡Yo no los quiero a ustedes! ¡Yo quiero bajarme de este auto y necesito a él!— grité desesperada sin importarme nada. Todos me miraron frunciendo el ceño.—¡Déjenme salir! ¡No quiero este auto! ¡Odio los autos!

Intento nuevamente pasar sobre Chris sin importarme nada pero él me detiene tomándome fuerte del brazo

—¡Demonios, ____, tus bebés!— se exalta

—¡Me vale tres pepinos estos idiotas! ¡No los deseo! ¡Los quiero lejos de mí!— estoy tratando de contener lágrimas que inundan mis ojos.— ¡Lárgate, no quiero esto!

—Neferet... por favor, siéntate solo duerme hasta que lleguemos, no pasará na...— Emma no termina porque le grito

—¡Cállate tú! ¡No quiero estar acá! —Golpeo a Christopher y hasta le araño las manos para que me suelte

—¡_____, YA BASTA!— mi madre grita arrancando el auto

—¡NO QUIERO ESTAR ACÁ! —chillo más fuerte dejando que las lágrimas derramen

—¡Tus bebés, no puedes estar así, ____!— Christopher me toca el vientre y yo le manoteo 

—¡ENTONCES CUANDO NAZCAN ADOPTALOS PORQUE NO PIENSO TENERLOS! ¡SOLO SON UN SIMPLE RECUERDO EL CUAL NO PUEDO RECORDAR Y TENERLOS ME AFECTAN! ¡NO SÉ QUE CARAJOS ME GUARDAN, PERO YA ME ESTÁ LLEGANDO! —intento abrir la puerta pero mi madre le hecha seguro

—Por favor, ____, cálmate— pide tratando de calmarse.

—¡Déjenme!— grito

—Por el amor de Dios, ____— murmura Christopher— Estás loca. Ya no puedo lidiar contigo.— me aparta de un empujón saliendo del auto. Me pongo a procesar lo dicho. 

Tu Mirada [Aidan Gallagher] [Libro 1 y 2] (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora