CAPÍTULO DIECIOCHO - LIBO DOS

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CAPÍTULO DIECIOCHO — LIBRO DOS — ¿Capítulo final?

_____ SMITH

Un año después <3

—¡Lucían!— chillé al verlo comer algo del piso

Son unos demonios. Apenas saben caminar y ya quieren correr. Y Lucían se anda comiendo lo que hay en el piso. 

—¡Luciana!— corro hacia ella antes de que pueda caerle el árbol de Navidad. 

Otra Navidad. 

Otro año sin recordarlo

Otro año en el que solo recibo sus mensajes de texto. 

Otro año en el que supero el accidente

Otro año en el que...

Bueno mucho eso.

Era 25 de Diciembre. Exactamente eran el medio día. Y mis hijos empezaban a hacer un desmadre. ¿Qué puedo decir? Ahora eran dos ratas rodando por la casa. 

—¡Hola pequeñines!— una voz femenina se hace presente. Alzo la mirada y suspiro. Llego una salvación de distracción

—Hola Sophie— me da un beso en la mejilla para luego cargar a Luciana y alejarla del árbol de Navidad. 

Desde acá puedo ver cómo se acerca a Chris y le planta un beso en los labios.

Sí. Mi hermano esta enamorado. Se conocieron en Año Nuevo del año pasado, cuando decidimos ir a un restaurante a celebrarlo. Sophie es una chica genial. Fue tan inesperado tenerla con nosotros. Ella sufrió mucho, justamente el Año Nuevo, tenía una pareja que abusaba de ella, y gracias a Chris, lo superó y ahora tiene cinco meses con mi desgraciado hermano. 

Sonrío desde acá al verlo responder de la misma manera cariñosa. Busco a Lucían con la mirada y lo encuentro en brazos de mi madre. 

—Estaba yendo a la cocina. — me lo entrega— Cuídalos, Neferet, son tus hijos.

—Lo siento, no me di cuenta, la demonio estaba a nada de botar el árbol de navidad. — le peiné el cabello a mi hijo— Sophie ya vino— avisé antes de subir las escaleras.

Lucían me miraba con atención en todo momento. 

—Hijo, pesas demasiado, apenas tengo 20 años y ya me siento muy vieja.— besé su mejilla. Me adentré en la habitación de los mellizos. Ahora sus cunas, fueron intercambiadas por unas amplias camitas para ellos. Me fui al lado de Lucían y tomé mi celular que estaba en su cama.

Dejé que caminara por su habitación sin perderlo de vista. Un nuevo mensaje de texto me llega y sonrío un poco.

Aidan: Hola. Feliz Navidad. Cuídate.

Corto, sencillo pero importante. Como todos. 

Suelto un suspiro. 

—¡Lucían!— lo llamé. Lo traje para cambiarle esos pantalones que estaban ya sucios y apenas los cambié hace menos de una hora.

—¡Má-má-má!— brama muy alto. 

—No grites ángel— miré donde estaba y sonreí. —Mi vida, no puedes jugar con las cosas de tu hermana. Ella se pone loca— lo cargué y lo dejé sobre su cama

Me dediqué a cambiarlo hasta que escuché leves toques en la puerta. Escucho sus pasos acercarse.

—Hola, linda— me planta un beso en la mejilla y me abraza por atrás. —Hola ángel— saluda a Lucían y él, sonríe.

Tu Mirada [Aidan Gallagher] [Libro 1 y 2] (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora