Ella el como el sol.
Ella era como la luna.
Park Chaeyoung decide mudarse con su mejor amiga para vivir el sueño de la gran cuidad, dejando a un lado la vida aburrida e insignificante del campo para estudiar su carrera soñada en la amplia Seúl.
Pero...
El olor a café recién hecho en la mañana azotó levemente mi rostro cuando tome la taza de porcelana que descansaba en mi escritorio. Mi asistente, Vernon, lo había llevado a mi oficina cuando llegue a la empresa pues mis padres nuevamente tenían asuntos que hablar conmigo, nada raro si los conocías, estaban totalmente obsesionados con la idea de que finalmente me casaría. Después de años de insistencia y súplicas finalmente lo habían logrado, era obvio que no se detendrian ahora.
Para mis padres, mi sexualidad siempre fue un reto, ellos conocieron a varias chicas con las que salí pero siempre terminaba de la misma manera; un fracaso. Por eso mis padres al ver a Rose de alguna manera pidieron ver su bondad en el interior, algo que no suelen hacer la verdad, quizás el simple hecho de que alla aceptado el ser mi esposa para proteger a su familia les allá impactado, no todos son así, y eso es lo que siempre me a encantado de ella.
—Gracias Vernon, puedes retirarte por favor —agradecí pero antes de que saliera recordé algo, la reunión con mis padres —. Oh, cierto, dile a mis padres que estaré en la reunión dentro de 15 minutos, tengo un par de cosas que atender, también libera mi agenda para mañana.
Pude ver como este asintio y luego se fue, yo comencé a recoger los papeles que habían en mi escrito para poder ordenarlos un poco, pero en aquel momento que iba a ponerme de pie el teléfono de mi oficina comenzó a repicar, suspire pesado y tome el teléfono antes de acercarlo a mi oreja.
—¿Hola? —llame una vez pero nadie contestó, frunci levemente el ceño pues solo se escuchaba silencio del otro lado de la llamada.
—Bebe~ —se escucho del otro lado de la línea segundos después antes de que una pequeña risa también se hiciera escucharse —. ¿Me extrañaste?
Oh mierda.
—¿Que carajos quieres Jisoo? —no iba a darle rodeos al asunto.
—Uh, ¿Así me hablaras? Que pena —estaba jugando conmigo, y eso lo sabía.
—No lo repetiré de nuevo ¿Que quieres? —comencé a molestarme.
—Bueno, creí que era una idea llamarte amor mio, el actualizarnos un poco, me enteré de que Rose al fin consiguió lo que quería, te consiguió a ti preciosa.
—No me llames preciosa y tampoco te metas con Rose, Jisoo.
—Uh, ¿Tratando de defender a tu princesa? Sabes, es gracioso, ambas podíamos haber sido eso, podíamos haberlo sido todo... Ambas podíamos haber sido la pareja mas poderosa de todo Corea del Sur.
—Jisoo, creo que deje muy en claro que no quería nada contigo desde el momento en que terminé contigo al enterarme de que ella estaba viva. Estas enferma.
—¿Yo estoy enferma?
—Desquiciada diría yo, ¡Trataste de matar a tú mejor amiga, por dios!
—Eres tan linda dando cumplidos. Amabas sabemos que yo no soy la única persona que esta loca aquí.
—No caeré en tus juegos. ¿Que es lo que quieres y porque me llamas?
—Digamos que recibí una noticia muy devastadora, me enteré de que arruinaras tu vida al lado de Roseanne, así que... Estuve pensándolo bien, te daré una última oportunidad para acabar con esta locura sin que esto llegue a más ¿Que decidirás?
—¡Estas Loca si crees que no me casaré con ella por ti!
—¿Así que decides quedarte a su lado, hmm? Bueno, me lo esperaba para ser sincera, aunque sigue siendo una lástima.
—Ni se te ocurra hacer una estupidez porque te juro que si le haces cualquier mierda a Rose o a su familia terminaras muerta sin importar cuanto tiempo tarde.
—Eso no sucederá y ambas lo sabemos, aunque puede que recibas una pequeña visita inesperada pronto, espera con ansias, cariño.
Me quedé muda, sin saber que decir o hacer... Estaba loca... Ella no se atrevería a tocar a mi Rose.
—Mi oferta aun esta en pie por si estas asustada.
Una vez que terminó aquella oración colgó la llamada dejándome con las palabras en la boca.
No podía creerlo.
No era real.
Escuché un par de toques en la puerta principal y colgué celular, me acerque a la puerta y antes de abrir algo se deslizó debajo de ella, un sobre de color amarillo el cual no tenía nombre de quien lo había enviado o para quien era.
Suspire y tome el sobre que descansaba en el suelo y luego lo abrí, mis piernas comenzaron a temblar al ver que este contenía fotos de Rose... Fotos mías... Fotos del interior de la empresa y fotos en lugares aleatorios a los cuales fui con Rose alguna vez, lo apreté entre mis manos y lo tire al suelo antes de correr fuera de la oficina.
—¡Cierren todas las puertas, hay un infiltrado! —comencé a correr en dirección a la oficina de mis padres mientras de Vernon corría a hacer lo que indique.
Si Jisoo estaba dispuesta a hacerle algo a Rose, yo también estaba dispuesta a protegerla.
Nadie le haría daño a mi Rose.
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