t w e n t y n i n e

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Narrador Omnisciente.

—¡La cena esta lista! —grito desde la cocina una joven Rose mientras terminaba de servir la sopa caliente en ambos tazones.

—No tienes porque gritar si ya estoy aquí linda —sonrio y se acerco a ella tomándola de la cintura para así pegarla a su cuerpo.

En la radio de la cocina, había comenzado a sonar una suave canción de jazz. Rose volteo sobre sus talones encarando a la mayor, le sonrio ligeramente y enrollo sus brazos en su cuello mientras ambas se dejaban llevar por la suave melodía bailando esta al compás como si nada más importara, bailaron durante un rato aquella canción sin importarles el hecho de que estaban en la cocina, o de que la cocina se enfriara.

Los corazones de ambas comenzaban a acelerarse gracias a la calidez del momento.

—Te quiero Lisa —murmuró alzando un poco su rostro para verla fijamente a los ojos.

—Yo también te quiero, Rosie —murmuró.

Ambas se mantuvieron en aquel lugar hasta que la pieza de baile dio su fin bailando como dos almas enamoradas que eran.
 

•••
 


Entre el frío y la oscuridad de la noche lograba encontrarse Rose mientras observaba las estrellas repitiendo una y otra vez en su cabeza como si una canción pegajosa se tratara las palabras de "te amo" que alguna vez logro escuchar ser pronunciadas por su mayor. Lisa. Era la única razón de la porque sufría ahora, ¿quién diría que un amor universitario terminaría por perseguirla toda su vida? Nadie. Para muchos era solo un simple chiste, mientras que para Rose era una incambiable realidad que la seguiría sin importar que. No importa cuanto tratara de alejarse, de perderse de su vida, siempre se volvían a encontrar como si estuvieran conectadas por una especie de cadena invisible que no permite mantenerse alejada la una de la otra. Elevo su mirada haciendo que la luz de la luna iluminará su rostro a la perfección llenando de pequeñas órbitas brillantes sus ojos observando el mar de estrellas que cubría complemente el cielo.

—Se que estas allí —hablo en voz baja sin apartar su mirada de el estrellado y hermoso cielo.

Tras aquellas palabras, la castaña salió de detrás de un árbol el cual quedaba detrás de la banca de madera del parque. Rose aparto su mirada del cielo solo para voltear y ver como a su lado Jennie se sentaba algo avergonzada por ser descubierta.

—¿Ella te lo contó, no? —pregunto. Era la respuesta más obvia del mundo que apuntaba a un "si" en donde fuera, pero de todos modos aquello no le evito preguntarlo.

—Si. Bueno. Más bien vi todo, quizás fuiste un poco dura con ella, solo quiere protegerte Rosie.

—Lo se, pero no sirve de nada protección cuando se que de todos modos sin importar lo que pase. El sufrimiento seguirá allí como lo a hecho desde el maldito día en que las conocí a ustedes.

—Ella no quería herirte realmente, solo que tiene una manera especial de ver las cosas. A su manera.

—Ella acepto, sin importarle lo que sucediera conmigo.

—Así son los Manoban al inicio, pero creeme, su apariencia y forma de ser no les quita que sean realmente buenos cuando al fin los conoces realmente.

EUPHORIA © #1 [✔️]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora