Narrador Omnisciente.
La rubia se encontraba sentada en una mesa la cual se encontraba cerca de una de las grandes ventanas de la cafetería a la cual la castaña oscura le había dicho que fuera el día enterior, mentía si decía que no se encontraba increíblemente nerviosa y casi aterrorizada por el hecho de ver a Lisa para una razón tan específica como hablar sobre su pasado, pero ella necesitaba hacerlo, descubrir la verdad finalmente para dejarse de preguntar el porqué cada noche. Pero había algo que resaltaba entre todo, ella necesitaba saber el porqué la uso, algo incomodo realmente pero necesario para lograr confiar en ella.
¿Pero que tal si aun no estaba lista lista para saber la verdad? la verdad sobre Lisa y sobre porque la uso durante tanto tiempo.
Su vida antes de ir a la ciudad había sido aburrida, vacía pero sin dolor, en cambio desde aquel día en que conoció a Lalisa sus sentimientos se volvieron una interminable tormenta adjunta a su inseguridad, a cada uno de sus miedos.
Abrió su boca tomando un gran bocado de aire, estaba decidida a abandonar el lugar..., ella no estaba lista para saber toda la verdad. Y lo hubiera logrado de no ser porque la joven de piel pálida apareció en su campo de visión caminando hacia la cafetería mientras guardaba sus lentes de sol en un bolso blanco.
Mierda y mas mierda, no podía estar mucho mas jodida ahora.
Se encogió en su silla en el momento que la chica de hebras castañas se acercó a la mesa y procedió a sentarse en la silla que de encontraba frente a la rubia un tanto incomoda.
-Hola -saludo la castaña un poco incomoda, y si se puede decir, muy nerviosa -. Jennie me lo contó todo, y dijo que querías hablar conmigo así que-.
-¿Porque nunca me dijiste nada? -valla, hasta incluso ella misma se sorprendió con lo directa que fue desde un inicio, no estaba para rodeos así que prefirió seguir -. ¿No responderás? Repetiré ¿porque jamás me dijiste nada Lisa? Se suponía que eramos amigas, como una pareja o un equipo.
Lisa abrió sus labios con sorpresa escuchando aquellas palabras mientras un sabor amargo se impregnaba en su boca.
-¿A que te refieres sobre 'nada'? -frunció ligeramente el ceño con evidente confusión.
-Sobre Jennie, sobre tu familia. Ahora quiero saber que más me has ocultado hasta ahora a menos que quieras que rechace tu generosa oferta de quedarme contigo por protección -trato de sonar lo más tranquila y firme posible mirándola en busca de una respuesta hacia todas aquellas dudas que se habían acumulado en su mente al pasar los años después de recuperar su memoria por completo.
Lisa suspiro antes de mordisquear su labio con nerviosismo, dudo en hablar tratando de elegir correctamente sus palabras para evitar herir a la rubia que se encontraba sentada justo frente a ella.
-¿Quieres saber la verdad? Pues yo te diré la verdad -hizo una pequeña pausa, sabía que lo vendría no sería algo bonito, pero era mejor soltarlo todo de una vez por todas -. No podía hablarte sobre mi familia gracias a que las condiciones no me permitían, ella sabía que si tu lograrás estar enterada de todo lo que mi familia a hecho y de el poder que ellos... que más bien yo tengo ya que me incluye, todo seria más fácil y ella quería que todo fuera perfecto y difícil tanto para ti como para mi.
-¿A quien te refieres con 'ella'.
-Sana, Rose, estoy hablando de Sana -suspiro tratando de mantenerse al margen.
-¿Que tiene que ver Sana con esto? Si vas a mentirme a la cara al menos elabora bien tu mentira Lisa.
-No es una mentira, Rosie -aclaro -. Toda esta mierda que nos atormenta hasta el día de hoy es gracias a Sana, la misma chica popular de la escuela que hacia lo que le diera la gana, esa misma.
La rubia, abrió un poco sus labios asombrada y a la vez confundida ¿que tenía que ver Sana en sus asuntos personales? Esa era su única pregunta ahora.
-¿A que te refieres con que es su culpa? -frunció levemente el ceño con clara confusión.
-Todo fue gracias a un estúpido reto otorgado a cada miembro respetado de la facultad.
Rose juro sentirse muda en ese momento. ¿A caso nada había sido real hasta ahora? ¿Todo había sido una jodida mentira?
Lisa supo que no uso las palabras correctas al ver los ojos ajenos cristalizarse.
Definitivamente no tuvo que haber dicho eso.
-Tu... ¿me mentiste Lisa? dijistes que me amabas ¿a-acaso eso era una estupida mentira, eh? -mordió levemente su labio inferior conteniendo lágrimas, ya que sabía que si la primera llegaba a escapar de sus ojos no pararía, y no se mostraría vulnerable en ese momento.
-No me refiero a eso es solo que-.
-Solo que preferias pensar en ti misma ante que lastimar mis sentimientos solo para poder pasarla bien con tus amiguitos del campus ¿no es así Lalisa?
El silencio no tardo en hacerse presente una vez más, haciendo que aquello se tomara como un simple "si" por parte de Lisa.
Se levantó de su asiento dispuesta a irse de una vez por todas, pero apenas giro sobre sus tobillos para irse la castaña de hebras oscuras tomo su brazo dejándola inmóvil sin poder soltarse del fuerte agarre sin importar cuanto fortejeara.
-Solo acepta mi protección Rose, no me perdonaría jamás si alguien llegara a hacerte daño -hablo la castaña casi en suplica las lágrimas saladas recorrían sus mejillas terminando por caer al suelo al terminar en su barbilla.
En aquel momento fue como si nada ni nadie más las rodeará, solo había falsa oscuridad a su alrededor sin siquiera importarles nada más, los ojos cristalizados de la rubia hacían que las lágrimas amenazaran en salir de los mismos. Sólo quería acabar con todo ese dolor que por años la había atormentado.
-Pero tu me lastimaste, Lisa -se soltó del agarre bruscamente y comenzó a correr desvaneciéndose entre la gente por las calles.
Un nudo se formó en la garganta de Lisa quien se sentía muda en ese momento. Unos brazos la acunaron mientras sus lágrimas comenzaban a salir de sus ojos llorando hasta más no poder.
-Tranquila Lisa, ya lo solucionaremos -expresó Jennie tratando de consolar a su mejor amiga.
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EUPHORIA © #1 [✔️]
FanficElla el como el sol. Ella era como la luna. Park Chaeyoung decide mudarse con su mejor amiga para vivir el sueño de la gran cuidad, dejando a un lado la vida aburrida e insignificante del campo para estudiar su carrera soñada en la amplia Seúl. Pero...