Ella el como el sol.
Ella era como la luna.
Park Chaeyoung decide mudarse con su mejor amiga para vivir el sueño de la gran cuidad, dejando a un lado la vida aburrida e insignificante del campo para estudiar su carrera soñada en la amplia Seúl.
Pero...
Las luces moradas iluminaban el interior del lugar cuidadosamente. los hombres y mujeres del lugar vestían de ropa costosa de alta costura cubriendo cuidadosamente sus rostros con hermoso elegantes antifaces que por supuesto iban completamente combinados con los hermosos trajes que estos llevaban.
Una fiesta costosa en un bar igual de costoso, un bar completamente exclusivo solo digno de quienes tuvieran suficiente dinero como para pagarlo, y valla que aquellas personas eran muy muy escasas.
—¡Mesera! —la voz del hombre se escucho en dirección a la chica de cabello levemente rojizo y largo que se hallaba en una de las esquinas del lugar sosteniendo una bandeja con una botella de vino tinto.
La hermosa mujer volteo en dirección al hombre que la había llamado, comenzó a caminar hacia el ganándose un par de miradas de algunos de los chicos y chicas del lugar. Su rostro era perfectamente cubierto con una máscara negra que era usada por el personal que se había encontrado para la fiesta, algo que a los de clase alta con simples camareros que fueron empleados para servirles en lo que quisieran.
Se detuvo justo frente al letrero en donde remarcaba con luces led la palabra "V.I.P" en grande y luego se dirigió al hombre, no tan mayor el cual la había llamado.
—¿Necesita algo señor? —la voz de la chica se escucho suave y tranquila. El hombre alzo su vaso de vidrio hacia ella haciendo que inmediatamente captará la seña y sirviera del líquido en el vaso.
—Gracias preciosa —le guiño el ojo a la contraria antes de beber todo de un trago —. No pienso seguir llamándote ¿Que dices si te quedas aquí conmigo bonita? —el adinerado hombre palmeo su regazo recibiendo gustosamente a la chica sentada sobre sus piernas.
[•••]
Los casquillos provenientes de las lenguas ajenas se exparsia por toda la habitación acompañados de los jadeos soltados por la peliroja quien se aferraba a la camisa ajena.
Un pequeño chasquido fue lo único que ambos escucharon cuando sus bocas se separaron finalmente dejando a ambos con la respiración agitada.
—Ya vuelvo —murmuró el hombre antes de dejar un casto beso sobre sus labios, después de aquellas palabras el adinerado hombre entró al baño de la habitación.
Al entrar se miró así mismo en el espejo y lavo un poco su rostro sintiendo unas pequeñas manos abrazarlo desde atrás y acariciar su abdomen con cuidado.
—¿Que dices si jugamos a algo? —escucho el hombre antes de sentir algo en su espalda cosa que hizo que finalmente alzará la vista hacia el espejo —. Tu me dirás lo que sabes sobre los Manoban y quizás te deje vivir.
A través del espejo pudo ver a la chica correspondiente del nombre Kim Jisoo sostener un arma mientras lo apuntaba, escucho como esta se cargaba haciendo que volteara inmediatamente para encararla, pero solo consiguió al arma apuntando directamente a su pecho.
—No tengo toda la noche, cariño, sé que tienes mucha interacción con ellos. Y un par de cosas no es comparado como a morir ¿No es cierto? —murmuró la chica con voz tranquila y le sonrio calmada —. A menos que quieras una bala en tu maldito culo será mejor que comiences a hablar ahora.
—¡Yo no se nada de esa familia! —grito rápidamente.
—Uh. Respuesta incorrecta... Tardaste demasiado niño bonito —sin dar tiempo de obtener respuesta disparo justo en el pecho del chico alejándose al ver como este comenzaba a desangrarse debido a la bala.
—¡Maldita zorra! —grito casi sin fuerzas al ver como la peliroja se acercaba a su bolso y de ahí sacaba un pequeño sobre el cual tenia las iniciales "L+R" grabadas en dorado.
Volteo en dirección al chico mostrandole la invitación que tenía en sus manos.
—Debiste decirlo antes. Quizás te hubiera dejado vivir pero quien lo diría, me trajiste el ingrediente esencial para mi perfecto plan —entro nuevamente al baño y se piso de cuclillas frente al chico quien había caído al piso sonriendo —. Buena suerte en el infierno hijo de puta.
otro disparo resonó en la habitación haciendo que finalmente el cuerpo sin vida del contrario cayera sin vida en el suelo manchandolo de sangre, se levantó con cuidado y sacó su celular de su bolsillo rebuscando en el uno de los números grabados en su celular.
Tecleo el número apenas logró hallarlo y acercó el celular a su oreja.
Un toque...
Dos toques...
Tres toques...
—Chanyeol, el objetivo está neutralizado, necesito que vengas a limpiar este desastre —hablo la pelirroja mirando la pequeña invitación que antes había tomado —. Por cierto, creo que tenemos una fiesta que arruinar.
—¿A que se refiere señorita Kim? —se escucho en el otro lado de la línea.
—Creo que debemos darle una pequeña lección a Roseanne Park.. o debería decir, Roseanne Manoban.
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