EUPHORIA © #1 [✔️]

t w e n t y f i v e

Narrador Omnisciente.

Desde aquella noche del reto, Lisa se había enamorado de Rose sin darse cuenta de aquello hasta ahora. Donde se encontraba en su cama llorando mientras abrazaba a su almohada.

Un pequeño gato blanco y peludo el cual tenía como mascota, se acercó a ella moviendo un poco su brazo para así meterse bajó de éste buscando darle un poco de consuelo a su dueña.

Acarició el pelo del duce gatito mientras limpiaba sus lágrimas, aun podía recordar aquellos días cuándo Sana se comunicaba con ella para buscar respuestas sobre el reto hasta la desaparición de Rose.

Todos se habían burlado de ella y la habían sacado del grupo de aquellos chicos convirtiéndose en el hazme reír gracias a Sana, la chica más hipócrita que pudiste haber visto jamás. Se había vuelto amiga de Rose para buscar sus debilidades y darle esa "ventaja" a Lisa, pero en aquella noche qué desaparicio, ni siquiera le importó sobre el estúpido reto qué le habían dado a ella.

Su amor hacia Rose era de verdad.

Pero ahora, ella nunca lo sabría. Rose había desarrollado sentimientos de odió hacía ella, y ya nunca más podría decirle con sinceridad el más mínimo "te amo" o tan sólo un "te extrañé".

Eso ya no le correspondía a ella.

Había intentado lo imposible para encontrarla, volverla a ver y demostrarle sus sentimientos, pero no fue posible, jamás iba a serlo.

Ella ahora la odiaba.

Y para ser sinceros... lograba entenderla, ella también se odiaría si la hubiera usado durante meses y luego un día simplemente la viera con su mejor amiga teniendo una relación, no muy honesta, pero al fin de todo romántica. Conocía los debates mentales que ella tenía y el desorden de emociones que poco a poco la consumían hasta dejarla sin nada, sabía qué debía pararlo pero tampoco es cómo si pudiese arreglar algo que ya estaba hecho.

La pantalla de su celular el cual estaba a un lado de la almohada se iluminó mostrando el mensaje de un mensaje desconocido el cuál solamente decía "abre la puerta, ahora".

Frunció ligeramente el ceño con confusión y se levantó rápidamente de su cama yendo hasta la sala para luego abrir la puerta principal.

De manera casi inmediata, el olor de cigarrillo de fresas invadió sus fosas nasales mareandola un poco, para que segundos después, la imagen de Sana se encontrase justo en frente de la puerta con un vestido de color rosa de tirantes el cuál se ajustaba a su perfecta figura mientras sostenía entre sus finos dedos un cigarrillo a medio fumar.

Tosió mientras apartaba el humo de su alrededor, segundos después cuando el humo se deshizo en el aire alzó su mirada para verla con confusión.

—¿Qué mierda haces aquí? ¿Vienes a hacer mi vida más miserable con tus estúpidos retos? ¡Ya no estamos en la universidad Sana! —protesto antes de qué la contraria siquiera pudiera hablar.

Está sólo carcajeo ,— Aunque no lo creas, no vengo a fastidiarte con un juego para niños Lisa.

—¿Entonces que vienes a hacer en mi casa? —hablo entré dientes con clara molestia encarandola.

—¿Estuvistes llorando? —se burló y Lisa se abalanzó a ella tomando el cuello de su fea chaqueta de piel falsa.

—¡Lárgate! —escucho la risa tranquila de la contraria.

—Tranquila, nene —dejo un pequeño "bup" en su nariz —, me enteré de lo que pasó con Rosie, y obviamente no me perdería de ver a la perdedora llorando por su desamor después de haber pensado durante años que estuvo muerta —hizo un pequeño puchero fingido con sus labios —, de todos modos, esa chica te odia.