s i x t e e n

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Narrador Omnisciente.

La luz tenue de color roja y azul brillaba afuera del club nocturno, algunos policías interrogando a los adolescentes sobrios que estaban en el lugar y algunos qué no lo estaban, en el suelo había algo muy parecido a un pequeño charco de sangre llamativo para cualquiera. Veían a los alrededores sin rastro alguno de la joven desaparecida la cual no había sido vista desde hacía horas, una patrulla había visitado la casa de la joven al igual que las casas de sus conocidos. Los murmuros de los policías y adolescentes se escuchaban por todo el lugar mientras los rescatistas seguían buscando por doquier sin tener ni el más mínimo rastro por ningún lugar.

Y entré los jóvenes, estaba la que mas destacaba juntó a uno de los oficiales de policía completamente alterada.

—¡No me importa una mierda! ¡Quiero que la busquen casa por casa si es necesario de hacerlo!

—Señorita... No podemos hacer eso por las políticas de privaci-.

—¡¿Acaso quieres perder tu empleó!? —sostuvo el cuello de la camiseta del oficial con sus ojos brillando con furia hasta qué unas manos la apartaron de aquel oficial.

—Lili, debes calmarte —hablo Jennie tratando de tranquilizar a su amiga, los ojos de la contraria se humedecieron abrazándola —. Ella estará bien, los oficiales se encargarán de ello.

La peli negra murmuraba cosas sin sentido mientras Jennie trataba de consolarla como podía.

—¿Qué pasó? ¿Qué está ocurriendo? —la voz de Jisoo se hizo presente y Jennie se apartó de Lisa dirigiéndose a ella para hablarle.

Por su lado, Rose acaba despertar de inconciencia. Sus ojos se abrieron viendo un gran cuarto vacío en el cual sólo había una cama, la puerta se abrió en ese instante y un chico entro sosteniendo una bandeja plateada en sus manos la cual tenía un poco de comida recién hecha sobre ella.

Se sentó en un pequeño sillón de color blanco que de encontraba al lado de la cama dejando la bandeja sobre la mesita.

—Veo qué ya despertaste —hablo el chico con una amplia sonrisa observando a la chica quien inmediatamente se sentó sobre el colchón observándolo confundida.

—¿T-tu quieres eres? ¿Y-yo quien soy? —elevo un poco su mirada completamente confundida encontrándose con la del mayor.

—Yo soy Kim Sunoo, tu hermano mayor, y tu eres Kim Ji-hyo.

la menor rascó su nuca.

—¿Porque no puedo recordar nada? —pregunto viendo detenidamente al chico.

—Tuviste un accidente el cual al parecer te hizo perder la memoria, pero descuida, yo cuídate de ti.

Rose logró sentirse segura por un instante, pero a la vez sintió miedo por no poder reconocer el lugar que la rodeaba, su vida antes, todo era muy confuso.

—Tranquila, ¿Confías en mi, no? —tomo la mano de la menor y está asintió cabizbaja —. Come algo mientras tanto, vendré en un momento para llevarte a tu habitación —se levantó de su asiento antes de salir de la habitación.

Bajo hasta la sala tomando su celular antes de marcar a un número, tres repiques fueron lo único que tardó en contestar al otro lado de la línea.

—Ya tengo lo qué querías —hablo.

—¿Está muerta? —pregunto la voz femenina de la contraria.

—No, pero no tiene conciencia alguna de lo qué pasó, no recuerda nada y no será una molestia para ti.

—Te dije que la quería muerta, sin pulso, sin vida —la voz de la chica se volvió fría y un tanto enojada —. ¿Tanto costaba asesinarla? Pense qué no tenías corazón Sunoo, pero al parecer eres mas débil de lo qué pensé.

—Me deshice de ella cómo ordenaste Kim, ya no será ningún problema para ti ni para nadie más, su memoria fue completamente borrada.

—Mas te vale que sea así Sunoo, más te vale.

—Cuenta conmigo Kim.

Colgó el celular escuchando ligeros pasos bajar por la escalera, para qué luego, Rose estuviera parada al final de ellas con una cara de confusión observando el lugar.

—Sunoo —la menor llamó a su nombre.

—¿Dime? —se volteó para verla.

—¿En dónde estamos? ¿Quienes son nuestros padres? Todo ésto... Es confuso —el mayor suspiro.

—Estamos en Busan, y nuestros padres murieron en un accidente automovilístico, desde entonces los dos vivimos aquí.

—Tengo miedo.

—No debes porqué tenerlo, nadie puede hacerte daño aquí.

La menor se acercó a el abrazándolo, quería sentir seguridad, el mayor correspondió pero para rose había algo qué no estaba bien, no lograba sentir afectó en aquél abrazo, era como si aquél amor qué sienten los hermanos no existiera y el no tuviera interés alguno en la chica.

Eso hizo entristecer a Rose, no saber nada de su pasado era difícil, y por más qué intentará recordar algo no lograba hacerlo, tampoco recordaba haber visto antes a Sunoo, se supone que eran hermanos ¿Porque no podía recordar nada de el?

Y en aquel momento, Rose volvió a sentir miedo, miedo de no recordar, miedo de que algo malo le hubiera pasado, miedo de Sunoo y de donde estaba.

No sentía ese lugar como su hogar.

No sentía ese lugar como su hogar

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