Fictober 2021: Stucky

𝐃í𝐚 𝟏𝟓: 𝐖𝐚𝐤𝐚𝐧𝐝𝐚

Bucky había encontrado un nuevo hogar en Wakanda. Después de todos los acontecimientos que dieron lugar en la conocida guerra civil y de haber recibido ayuda del rey T'Challa, James comenzó un proceso de recuperación que le llevó a estar un año y medio en crio, para después ser despertado y sometido a procedimientos que culminaron con su completa libertad; las palabras de activación ya no hacían efecto alguno en él.

Un hombre nuevo y un hombre libre, no pudo evitar las lágrimas que se le escaparon cuando se dio cuenta de que ya no estaba a merced de hydra y que nunca más podrían controlarlo como una arma. Y aunque tal vez no podía salir de aquel territorio al aún ser considerado un criminal por el mundo entero, iniciar una tranquila vida en Wakanda se vio como la mejor decisión.

Hizo de una cabaña su propio hogar, rodeado siempre de naturaleza y animales, un ambiente sumamente tranquilo y que seguramente cualquier persona querría. No podía quejarse, a pesar de haber perdido su extremidad izquierda (cosa que también de alguna manera lo había liberado de culpa), no necesitaba nada más para disfrutar los días venideros, mucho menos cuando recibía la constante visita de cierto rubio.

Steve iba a visitarlo continuamente cada que terminaba alguna misión porque a pesar de ser un prófugo de la justicia, no había dejado de ayudar al mundo combatiendo enemigos potencialmente peligrosos. Steve siendo Steve. Los encuentros solían ser casi siempre una sorpresa para Bucky, ya que al nunca tener una fecha en concreto para verse, Rogers llegaba de imprevisto para sorpréndelo y de eso claramente Buck no se estaba quejando.

Era agradable cada que Steve llegaba, Bucky lo recibía con un gran abrazo, una cálida sonrisa, bellas palabras y un beso que le daba la bienvenida a su pequeño hogar. Tener al rubio consigo le daba aún más paz de la que en algún momento creyó tener por una persona, pero se trataba de Rogers, era algo más que obvio.

Ninguno de los dos le había puesto nombre a lo que tenían, al parecer después de tantos años separados y pasando miles de cosas juntos, ni Steve ni Bucky necesitaban catalogar la relación que llevaban; simplemente eran felices, se amaban y al parecer lo más importante para ambos era solo eso, el amor que se tenían. Y claro, no tenían todo el tiempo del mundo, por lo que debían aprovechar cuando volvían a verse; no saber cuándo sería la próxima vez servía para que ninguno se guardara nada.

*

Steve acababa de llegar hacia no muchas horas, sorprendiendo como siempre al castaño al no avisarle de su llegada. Bucky había estado arreglando el pequeño huerto de alimentos que tenía atrás de su hogar, cortando y recolectando los productos que ya estaban listos para ser consumidos, cuando Rogers llegó hasta la propiedad. Unas manos deslizándose por sus caderas y un beso en su nuca hicieron saltar al castaño en su lugar.

—¡Steve! —el nombre salió en un tono alto ante el pequeño susto. Le dio un pequeño golpe en el brazo al rubio mientras escuchaba su melodiosa risa contra su oído; oh, sabía que a Rogers le encantaba burlarse de él cuando lograba asustarlo de esa manera—. Te aprovechas de este débil y viejo soldado.

—Buck, vamos, ambos sabemos que lo menos que te define son los esos dos adjetivos. Permitió que Buck se enderezará y diera media vuelta para quedar frente a frente, el recién llegado acunó el rostro de su amado entre sus manos y le sonrió, observando cada rasgo de su cara, grabándose las pequeñas arrugas que se mostraban cada que sonreír por su causa—. Hey, cariño, estoy aquí.

—Estás aquí. Conmigo —Steve lucia igual que la ultima vez, la misma barba igual de poblada, los largos mechones rubios y la sonrisa que al parecer guardaba para dársela únicamente al castaño. Se besaron lentamente por primera vez después de tantos días separados, las caricias no se hicieron esperar, demostrando el deseo que ambos sentían por el otro.