Capítulo III

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Celine preparó el almuerzo favorito de Owen quien no dejó nada en su plato.

- Esto está delicioso mamá.

Jace estaba cada vez más asombrado por su madre, era perfecta. Celine le regaló una tierna sonrisa y le dio un beso en su mejilla. Jace se ruborizó levemente.

- Así que... ¿prefieres quedarte en casa?. -preguntó ella.

Jace no tenía ningún problema con Helen y Mark, pero no era lo que necesitaba en ese momento. Fue un golpe de suerte que su madre creyera que perdió la memoria, de esta forma, él puede hablar y preguntarle lo que quería saber.

- Si, prefiero pasar el día contigo, como madre e hijo. Además, espero que no te asustes si te pregunto algunas cosas.

Celine, antes de preparar la comida, guardó todos sus libros e ingredientes en un lugar seguro para que ni Owen ni Aelin tocaran sus cosas de nuevo. Había quedado con Stephen en tomarlo como una advertencia de que estaban haciendo las cosas mal y que ayudarían a su hijo en este momento, sin alterarse ni preocuparse gravemente, después de todo, seguia siendo su hijo, tan encantador como siempre; ver que Owen la miraba con tanto amor y admiración, la llenaba de confianza.

- Por supuesto, pero pasemos al jardín. El aire libre te ayudará.

Al salir por la puerta de atrás, Jace contuvo el aliento. Era el jardín más bonito que había visto, lleno de flores y plantas de todo tipo. Era algo dificil ver que la Mansión Herondale, en la realidad, estaba tan abandonada que le daba tristeza. Se prometió a si mismo que cuando despertara y vivieran aquí con Clary, trataría de convertir la Mansión en un hogar como el de su sueño.

Celine guió a su hijo y se sentaron junto a las flores que plantaron juntos hace unas semanas. Le hizo una seña para que hablara y preguntara cuando quisiera.

Jace sabía muy bien por donde comenzar.

- Velentine ¿Qué pasó con él?

- ¿Morgenstern? -Celine estaba realmente confundida, no esperaba que su hijo preguntara por personas fuera de su entorno familiar- Él solo fue nuestro compañero en la Academia, después de que se separó de Jocelyn Fairchild se casó de nuevo con otra mujer y viven en el Instituto de Rusia.

"Al parecer no existió El Circulo ni El Levantamiento" pensó Jace.

- ¿Y Jonathan y Clary?

- Jonathan vive con su padre, pero visita a su madre muy seguido y Clarissa ¿que tiene que ver con ella?.

Jace logró entender poco a poco la situación. Había escuchado a sus padres decir "problemas con los Graymark" así que Clary es hija de Jocelyn y Luke.

- Supongo que nada. -Jace trató de fingir confusión.

Ahora no sabía como continuar, no quería preguntar por esa persona en particular, pero había muchos cabos sueltos.

- ¿Y... Amatis?.

Celine casi se desmaya, se pusó tan pálida que Jace trató de sostenerla. Él sabía que seguramente iba a cruzar una especie de línea invisible, que le aseguraba que era un territorio que no debía pisar. Pero era inevitable, si sus padres están juntos y si hay problemas con la familia Graymark...

Pero Celine sabía que preguntaría sobre esa mujer, después de todo, los problemas actuales que tenían giraba en torno a Amatis. Ahora tenía la oportunidad de hablar tranquilamente con Owen, de explicarle bien la situación, pero Celine desearía que Stephen la ayudara.

- Amatis se suicidó cuando tu padre la dejó. Tu sabes que él carga con el peso de su muerte en su conciencia y es muy dicifil para nosotros tocar ese tema.

Jace, poco a poco, iba entendiendo la realidad de su sueño.

- De modo que... los Graymark nos odian por eso.

- Odiar es una palabra exagerada cariño, pero guardan rencor y son muy cuidadosos con nosotros. -Celine lo mira con cautela-. Tú no ayudaste mucho.

Jace sintió un escalofrío.

- ¿Que quieres decir mamá?.

A pesar de todo, Jace se daba el lujo de llamarla "mamá".

- Quiero decir que, cuando descubrieron que Clarissa y tú tenían una relación, Lucian se volvió loco y temeroso de que vayas a arruinar la vida de su hija como...

- ... como mi padre arruinó la vida de Amatis. -Jace termino la frase.

Era la primera vez que Celine lo confesaba. Cuando ella y Stephen se enteraron de la relación de su hijo con la muchacha Clarissa Graymark, su marido no lo pudo aceptar y exigió a Owen terminar con la relación. Stephen sintió que su propio hijo, lo había apuñalado por la espalda.

Pasaron las semanas, pero ellos seguían saliendo en secreto. Celine lo sabía, pero no podía traicionar a su hijo; mantuvo su boca cerrada hasta que Lucian y Jocelyn decidieron mudarse a Nueva York para separalos.

Stephen se comportaba muy distante con Owen; Celine no podía soportar ver a su familia dividida, ya había tenido suficiente con sus padres por el abuso constante que recibió de niña y adolescente, estaba devastada por la situación y decidió reconstruir a su familia.

Se mudaron a la Mansión en Idris y poco a poco logró que Stephen, el gran amor de su vida y Owen, su amado hijo, volvieran a ser tan unidos como antes.

- ¿Mamá? -Celine sintió la caricia de Owen sobre su hombro.

- Lo siento, estaba en mis pensamientos.

Jace, por magia del propio sueño, pudo leer los pensamientos de su madre.

- Esta bien mamá, ya estoy bien. He vuelto.

Celine lo miró y abrazo con tanta fuerza, que a Jace le costó respirar, pero en ningún momento se apartó.

Recostado en su cama, Jace reflecionó su vida y aún no sabía que opinar al respecto. Era muy diferente a lo que solía imaginar.

Decidió, en cambio, seguir el curso que su sueño le mostraba. Quería saber como era Clary Graymark, como era su vida siendo una cazadora de sombra desde la cuna y quería saber como eran Alec e Izzy.

Jace se levantó de un salto y decidió viajar a Nueva York.

Jace Herondale "Días de Ensueño"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora