Capítulo IX

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Jace llegó a la Mansión Herondale un poco antes del amanecer.

Decidió hacerle el desayuno a sus padres, no era bueno cocinando por el simple hecho de que nunca prestó atención a las "artes culinarias" de Maryse... o de Izzy.

Se le ocurrió que tal vez la niña llamada Aelin, su hermana, pudiera ayudarlo.

Subio las escaleras sin hacer ruido y entró al cuarto de Aelin. Todo era rosado, el único signo de que una niña dormía allí porque en lugar de haber juguetes o muñecas había armas para principiantes ordenados por todo el lugar.

Jace se sentó en la cama y movió los hombros de su hermana.

- Aelin despierta.

La niña abrió sus ojos azul claro y sonrió.

- Hace mucho que no vienes a despertarme.

- ¿En serio?

- Sip.

- ¿Y sabes por qué?. - ha Jace le resultaba algo difícil ser un hermano mayor, al parecer, a Owen también.

- Te hiciste mayor y ya no querías estar con la bebe de tu hermana. -lo dijo tristeza.

Aelin quería mucho a su hermano mayor. Cuando ella tenia cuatro años y Owen doce siempre la despertaba y jugaban juntos, pero cuando el cumplió los quince se fue distanciando, pasando mas tiempo con sus amigos y sus primos lejanos, los Blackthorns. Eso no le molestaba porque ella jugaba con los gemelos Ty y Livia, pero extrañaba a Owen. Fue cuando comenzó a salir con chicas que ya habían perdido su relación como hermanos y Aelin nunca lo entendió.

- Lo siento -dijo él porque no sabia que otra cosa decir- pero ¿que tal si me ayudas con el desayuno para sorprender a mamá y papá?.

- ¡Si! -Chilló con entusiasmo. Jace se río y le hizo señas para que no haga ruido.

Ya en la cocina y con un poco de imaginación y predisposición prepararon jugo de naranja, café, tostadas y otras cosas como panqueques.

Su encuentro con Tessa lo había asustado. Tenia que salir de este sueño, pero quería estar con su familia un rato más.

Miró a su hermanita que estaba preparando la mesa y dando los últimos detalles y sintió una punzada de culpa.

- Lamento no ser un buen hermano mayor Aelin.

La niña lo miró.

- No importa, ahora estamos juntos de nuevo ¿verdad?.

- Claro -Jace se acercó y la miro con aire nostalgico- Me recuerdas a un niño, se llamaba Max, él me consideraba su hermano también pero yo nunca me comporté como uno. Lo quería mucho pero él ya tenía a sus hermanos y a mi me criaron con la idea de que el amor destruye. Ahora, que se que no es verdad, no tengo la oportunidad de demostrarle mi cariño.

- ¿De qué estas hablando? -Aelin estaba perdida.

- Lo que quiero decir es que me hubiera gustado poder ser un buen hermano mayor y ahora tengo la oportunidad de serlo. Pero este mundo no existe y este es mi único día para demostrarlo.

Aelin lo miró raro.

- ¿Te tomaste otro tónico de mamá?

Jace sonrió.

- No, pero no digas nada. -le guiñó y la niña sonrió.

Jace trató de recuperarse de lo recuerdos pero escuchó murmullos que provenían de las escaleras. Aelin también los escucho y se tapó la boca para no reír.

Jace Herondale "Días de Ensueño"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora