Capítulo VIII

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*En la realidad: Instituto de N.Y*

A Tessa le tomó varios segundos despertar, sentía la voz de Magnus y un hormigueo en su mano derecha.

Cuando abrió los ojos vio como su mano sujetaba la de Jace, le dio un apretón y se incorporó. El primero que notó su presencia fue Jem.

- Tessa ¿estas bien?

Ella miró a sus profundos ojos oscuros, aun le resultaba extraño no ver la linea plateada en ellos.

- Deja que respire un segundo muchacho. Tessa tiene que adaptarse. -dijo Magnus que estaba a pocos metros con un libro de hechizos abierto en su mano.

- Estoy bien -dijo y miró a Magnus- no pude encontrarlo, pero lo sentí. Se que para la próxima vez lo encontraré. Estuve muy cerca.

Tessa no quería preocuparlos.

- Muy bien, en unas cinco horas lo intentaremos.

- ¿Podemos hacerlo mañana? Estoy cansada.

No era del todo mentira, pero si no lo hubiera encontrado, lo seguiría haciendo sin ninguna duda.

Jem le acarició la espalda y la ayudó a levantarse de la silla que estaba pegada a la cama de Jace. Él era hermoso, no debería sorprenderse porque claramente la sangre Herondale gritaba desde sus venas como el fuego celestial. Ya no estaba pálido y sus párpados en movimiento junto con su respiración era lo único que indicaba que no era un modelo digno de estar en un museo.

Se inclinó y paso sus dedos por sus cabellos dorados y cerró los ojos, recordó lo mucho que le gustaba acariciar de esta forma a su Will y posteriormente a sus hijos.

Jem podía ver como a ella le estaba costando retener las lágrimas, debía admitir que a él también. Sabia que sus pensamientos se trasladaron a Will, James y Lucie. Se acercó y la tomo de los hombros, murmuró una disculpa a Magnus y salieron de la habitación de Jace.

Cuando abrió la puerta vio a Maryse, Clarissa, Alexander, Simon e Isabelle que estaban en el pasillo esperando. Les pidieron que esperaran afuera para ser justos ya que Magnus y Tessa necesitaban espacio.

Cuando los vieron, se preocuparon demasiado. Tomaron la reacción de Tessa como si algo malo hubiera pasado. Jem les explicó rápidamente.

- Tessa lo sintió, pero ahora esta muy cansada física y emocionalmente. Lo intentaremos mañana.

- Esas son buenas noticias. -dijo Maryse, estaba muy preocupada por su hijo y Jem lo notó.

- Tranquila señora Lightwood, Jace estará con ustedes muy pronto, pero mi Tessa necesita descanso. Con su permiso.

Aun le costaba deshacerse de los modales del siglo pasado. Sin mencionar que ahora tiene que usar ropa moderna... Y ver a Tessa en pantalones.
Tessa les dedicó una sonrisa y fueron a su propia habitación.

- Voy a avisar a los Hermanos Silenciosos del avance. Entren a ver como está, yo volveré enseguida.

Clary junto con los demás entraron. Magnus estaba apagando las velas negras y tratando de organizar el lugar.

- ¿Que sucedió? Tessa estaba muy extraña. -dijo Izzy.

Alec y Clary se sentaron cerca de Jace. Ella en la cama tomando su mano izquierda y Alec en la silla que ocupaba Tessa tomando su mano derecha.

- Estamos cerca. Lo que sucedió es que tanto a Tessa como a James le pesan los recuerdos y las emociones -Magnus miró a Jace y sus ojos reflejaron el recuerdo del que estaba hablando- Recuerden que, aunque para ustedes sean aun unos extraños, ellos fueron muy importantes en la vida de los Herondales y Jace es la cara de esos recuerdos.

Clary miró a Jace con tanto amor y entendió a Tessa y a James. A ella también le resultaría muy duro volver a ver a sus seres amados en un rostro nuevo.
Le dio un tierno beso a Jace y se levantó.

- Voy a verlos.

Maryse Lightwood caminaba apresurada, necesitaba verlo.

Cuando entró a la habitación, Alec le dio su lugar y ella tomo la mano de Jace. Lo amaba tanto como a sus propios hijos, se prometió a su misma demostrarle mas su cariño cuando despertara.

- Gracias Magnus, siempre nos ayudas.

Magnus no esperaba un agradecimiento tan sincero por parte de un nefilim a un subterráneo. Pronto recordó a William, y maldijo en voz baja porque estaba comenzando a sentir la nostalgia por culpa de la intensidad de Tessa y Jem.

- Hago lo necesario por ayudar a mis amigos y al parabatai de mi novio.

Alec lo miro feo. El tema seguía siento delicado.
Maryse sonrió.

- Por supuesto.

- Mamá -dijo Izzy- ¿vas a dormir en el sofá?

- Si, esta noche es mi turno.

Entre Clary, Alec, Izzy y Maryse se turnaban tanto a la mañana como a la noche por si Jace despertaba. Simon ayudaba a las chicas tambien, se encargaba de verificarlas y llevar comida.

- Llamamos por cualquier cosa -dijo Alec.

Maryse asintió y los tres salieron de la habitación.

Tessa estaba mucho mejor, Jem era el único que sentia al igual que ella. La otra mitad de sus corazones estaba tan negro por la perdida, pero los buenos recuerdos aliviaban.

- Se parece mucho.

- Si -dijo ella- Sus ojos son iguales a los de mi hijo James.

- Lo se.

- Duele Jem. Mucho.

- Lo se.

Se abrazaron y Tessa permitió a algunas lágrimas escapar.

- Lo encontraste entra noche. Verdad?

Tessa sonrió.

- ¿Como lo supiste?

- No hubieras descansado de lo contrario.

- Jace me pidió un día más. Esta soñando con sus padres Jem, no pude negarme.

- Te entiendo. - Jem nunca la juzgaba, algunas veces era exasperante, pero ahora lo agradecía.

Lo beso y Jem le acarició su cabello.

Escucharon que alguien tocaba la puerta. Jem abrió y descubrió que era Clarissa Fairchild.

- No quiero interrumpir, pero quería darles las gracias por todo. Magnus nos dijo lo difícil que es para ustedes.

- No hay nada que agradecer. -dijo Tessa apareciendo al lado de Jem-. Lo hacemos porque los amamos.

- Bueno... -Clary no sabia como responder- Llamen cualquier cosa. Puedo trarles la cena.

- Muchas gracias, pero ya cenamos. Ahora también ve a descansar, mañana Jace te va a necesitar.

Clary asintió, les regalo una sonrisa y se perdió por el pasillo del Instituto.

Jace Herondale "Días de Ensueño"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora