Después de matar demonios casi toda la noche, Jace decide ir a descansar. Pero cuando se despierta no se encuentra en el Instituto de Nueva York, sino en la Mansión Herondale, en Idris.
⚠ATENCIÓN⚠ Para leer este fanfic y evitar spoilers es recomend...
La situación no podía ser de lo más caótica: Magnus seguía agonizando dentro del pentagrama, tratando de evitar que el Demonio Mayor salga, Clary dibujaba runas desesperadamente para ayudar a Magnus y él, Alec e Izzy intentaban romper esa pared invisible mientras que Jace y Tessa seguían dormidos.
De repente pudo sentir una sombra a su lado izquierdo y Jem vio cómo Maryse atravesó el pentagrama y desapareció. Estupefacto, comprendió que el pentagrama la había absorbido para transportarla a la otra dimensión, no había otra explicación.
Una idea se le vino a la cabeza. Tal vez no la más brillante, pero no tenía tiempo para otra.
Miró hacia atrás, a Tessa. Suspiró y saltó detrás de Meryse.
***
- ¡Clary! - Jace gritó.
La chica, sin dejar de mover las manos del pentagrama, lo miró y sus ojos reflejaron alivio y una inmensa alegría.
- ¡Jace! Jace ¿eres tú? - Preguntó Alec que también había notado su presencia. Izzy estaba a su lado prestando atención a Jace también.
El rubio le regaló una sonrisa fugaz.
- Quien más si no, Alec. -Jace volvió a la seriedad-. Muy bien, esta es nuestra oportunidad de matar a ese maldito demonio. Por lo que se, podemos entrar por el pentagrama y aniquilarlo antes de que se vuelva a escapar.
- ¿Cómo lo sabes? - preguntó Alec no muy convencido.
- Mamá está ahí dentro ¿verdad? Y también Jem, porque han desaparecido de repente. - dijo Izzy.
- A Jem no lo he visto, pero ella está bien y ahora más que nunca necesitaran nuestra ayuda, debemos entrar. -dijo Jace mirando a sus hermanos y a Clary.
- Yo me quedaré para proteger el pentagrama. -dijo Clary y en silencio Jace agradeció que se quedara sana y salva-. Sacaré a Magnus de allí y mantendré el pentagrama abierto hasta que puedan volver.
- Yo te ayudaré. -Dijo Tessa. Seguía pálida, pero estaba parada bien firme sobre sus pies.
Clary la miró y rápidamente comenzaron a trabajar en equipo.
- Muy bien chicos.- dijo Izzy.- El que llegue último tendrá que comprarme un nuevo par de botas.
Y juntos corrieron y saltaron hacia el pentagrama, siendo tragados por la oscuridad.
***
Jem rodó por el suelo sujetando fuertemente su espada.
De lejos podía escuchar como los cuchillos y las espadas impactaban sobre el Demonio Mayor. Al alzar la vista, tardo en ver lo que sucedía.
El Demonio Mayor estaba bastante irritado. No tenía grandes lesiones, pero tanto Meryse como Will impedían que escapara.
Will.
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Su parabatai.
El corazón saltó de su pecho.
Will estaba arrodillado, con su espada en mano, calculando su siguiente movimiento.
Maryse, por su lado, intentaba darle al Demonio Mayor cerca de la nuca, pero falló y voló.
- ¡EH! -gritó Will-. ¡¿No te enseñaron como comportarte con una dama?! ¡Si quieres meterte con alguien aquí me tienes!
El Demonio Mayor le sonrió y atacó.
Al ver a Will, Jem sabia exactamente qué iba a hacer y como un espejo se movieron juntos.
Él saltó para arrematar contra la gran garra del Demonio Mayor mientras que Will se deslizó por el suelo para cortarle las extremidades inferiores para que perdiera el equilibrio y se cayera.
Lo logró. El Demonio Mayor expulsó icor negro y pegajoso por todas partes, pero Will dejó de prestarle atención porque no podía despegar sus ojos de Jem, su parabatai.
Se miraron. No estaban demasiado lejos el uno del otro.
Jem estaba por decirle tantas cosas, pero Will le regaló esa sonrisa confidente.
- No tienes por qué decir nada Jem. Solo di que lucharás conmigo. Una vez más.
