A. M. I. G. O. S.

Cap. 1 "Contexto"

Como cualquier película juvenil de los 2000 en adelante, donde algunos padres tenían mejores amigos con los que mantuvieron un contacto hasta que son los seres ancianos y faltos de flow que hoy conocemos; y los míos no son la excepción.

Mis padres al crecer en una pequeña comunidad conservaron a sus mejores amigos de la prepa... La tía Fernanda y el tío Luis. Desde que nací un bello viernes 11 de febrero del año 2000, estas personas forman toda mi existencia; agregado a ellos un pequeño moco nacido exactamente un día después que yo Carlos, prácticamente mi hermano, o eso dicen mis padres.

Imagínense que en este momento comienza una de esas clásicas escenas donde aparecen fotos de los bellos momentos pasados año con año de nuestra infancia.

Al cumplir años con un día de diferencia y al ser madres primerizas nos criaron pegados pero no revueltos. Y dirán o pensaran o no se, les cruzara por la cabeza que él y yo somos los mejores amigos del mundo (también el título llega a eso verdad), pero no, sonará repetitivo, pero somos "hermanos" quien se lleva bien con su hermano... Gracias a dios vive en otra casa porque si no lo mato. Además, luego de los 12 años nuestra relación se limita a mi trabajo como niñera y no, no soy niñera de él, eso es muy cliché, saben, soy niñera de su pequeño y bello hermanito Rafa, ese niño es el único motivo por el cual no he matado a mamá por obligarme a convivir con el moco. Y aquí, señores, es donde comienza mi historia y después de toda esta introducción confusa verdad.

Mi nombre es Angela tengo 16 años y justo al inicio de la historia estaba en la casa de mis "tíos" cuidando al único que sí considero mi hermano Rafa.

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-- ¿Qué vamos a hacer hoy corazón?-- me agache a la altura del pequeñito niño de 4 años.

--Obligue a Carlos a que vea Shrek conmigo, ¿quieres verla?-- dijo tomándome de la mano y caminando hacia la sala...

Abro paréntesis aquí porque necesitan conocer la estructura de la casa de Carlos (es una mousequeherramienta que nos ayudara más tarde). Entras a la casa y lo primero que ves es una planta y tres caminos, uno a la izquierda lleva a la cocina y comedor, el otro a la derecha lleva a la sala nada más y de frente las escaleras las cuales llevan al segundo piso, bajo las mismas hay un medio baño, y el segundo piso con 4 habitaciones, a la izquierda la habitación de mis tíos y la de rafa, a la derecha la habitación de Carlos y una habitación que era una mezcla entre estudio y cuarto de huéspedes. A y justo al frente de la escalera, un baño completo.
Fin del paréntesis.

Entonces, camine de la mano de Rafita hasta observará a Carlos en el teléfono vestido con pijama y todo despeinado (lo normal de un viernes cuando mis padres y los suyos salían a cenar).

Casi cada semana

--Enano tienes 3 segundos para poner la película o salgo corriendo-- dijo preparándose para correr, ignorándome por completo. El pequeño tomo el control y comenzó a buscar rápidamente la película.

--Te dieron las buenas nuevas-- comenté buscando la atención de Carlos.

Para que igual, desaparecerá mañana

-- Nunca me dicen nada, que pasa ahora-- comento regresando a su teléfono, repito nuestra relación es inexistente.

--Pues se van de viaje un fin de semana--baje mi mochila con el montón de ropa que usaría para estos días. Mis padres por inicio de vacaciones había tenido la gran idea de salir de viaje y la tía Fernanda convenció a su esposo de viajar los 4 juntos, dejándome a mí la responsabilidad de que ninguna de las dos casas explotaran y dado que mi casa es realmente pequeña, se llegó a la conclusión de que me quede con Rafa y Carlos.

Que a mi me aplaste un camion, pero que nada le falte a las casitas

--He de suponer que ese fin es este-- asentí y él observó mi mochila comenzando a curiosear -- que tanto trae la señorita para un fin de semana-- comento agarrando la mochila y abriéndola.

--Por favor deja mis cosas o te quedas sin cena-- me pare del sillón en el que me encontraba y le quite mi mochila --te ayudo mi amor--

--Claro, a que me quieres ayudar-- dijo Carlos antes de soltar una carcajada

Super maduro el muchacho

--Claramente, estoy hablando con Rafa-- volteé a apoyar al pequeño a poner la película finalmente.

Siendo las 8 de la noche el horario en que comenzamos a ver la magnífica película de Shrek, no tomo más de 30 min para que los brazos de Morfeo envolvieran a Rafa y nos dejara solos al moco y a mí. Sin embargo, yo continué en lo mismo de la película mientras acariciaba la cabeza del pequeño dormido en mis piernas.

--Eres bruja o porque solo duerme cuando tú lo cuidas-- la verdad lo escuche, pero mi cerebro estaba repitiendo las escenas de la peli --sabes que es de pésima educación el ignorarme--

El niño me ama, ahora puedes dejarme repetir las escenas mentalmente

--Espera viene la mejor parte--

--En serio estás viendo una película infantil--

--Ay, por favor-- coloqué pausa a la pantalla --antes de tu falta de empatía conmigo nos encantaba esa película, la veíamos todos los días--

--¿Cómo que mi falta de empatía contigo?-- pregunto al sentarse a un lado mío.

--Tienes razón, antes de dejar de existir el uno para el otro-- me alejé un poco de él, ya que su peso provocaba que cayera hacia él y moviera a Rafa.

--Si eso suena más coherente porque digo nunca deje de tratarte, pero te volviste tan fresa-- 

Fresa?

--¿Qué? Perdón fresa lo dice la persona que se convirtió en aquello que juro destruir--

--Jajaja siempre usando frases extrañas mi querida Angie-- despeino mi cabello a la vez que reía --yo no cambie solo me volví guapo y le comencé a gustar a las chicas-- se acomodó un cuello imaginario.

Egocentrismo puro

--Claro, lo "guapo"-- marqué las comillas con mis dedos --te convierte en idiota-- reí para mí misma y volví a ver la película. Después de terminar la película, intenté subir al pequeño a su habitación.

-- Te vas a lastimar-- comento al verme con el pequeño en brazos

--No te veo queriendo ayudarme-- caminé hacia las escaleras

-- A ver tráelo para acá-- coloque al pequeño en sus brazos y lo vi irse.