Cap. 4 "¿Qué paso?"

52 4 0
                                    

Acelere el paso hasta llegar a la habitación del pequeño Rafa, sus ojos aún adormitados y sus brazos extendidos.

--¿Puedo dormir contigo?--pregunto apenas verme.

--Claro mi amor-- acaricié su cabello --¿tuviste una pesadilla?--dijo que sí, con su pequeña cabecita y me abrazo. Lo llevé en brazos hasta mi habitación y me quede junto a él hasta que volvió a dormir. Mi cerebro comenzó a reproducir lo sucedido hace apenas unos minutos e instintivamente mi mano viajo a mis labios recordando.

Estuvo intenso verdad?

Realmente no logro comprender lo que paso y tampoco sé si debo o no cuestionarlo, pero el hecho de pensar que de no ser por Rafa; no me habría detenido y quizá, quizá, hubiese perdido mi virginidad.

Suena a algo que me hubiera gustado

Ese fue el último pensamiento que mi cerebro me dio antes de envolverme en brazos de Morfeo.

__________________________________

Las pequeñas manos de Rafa tratando de abrir mis ojos provocan que despierte de mi profundo sueño.

Me giro para ver la hora en mi teléfono, vaya las 8 am, acaricio mis ojos y lo observo sonriendo, sentado sobre mí.

Si no fuera tan tierno lo mataría por despertarme

--Hola Angie-- dice y se para a brincar sobre la cama.

--Hola Rafa-- comente graciosamente tomándolo en brazos y saliendo de la habitación --déjame adivinar tienes hambre--

--Sí, y quiero que me hagas hot cakes-- dijo a la vez que jugaba con mi cabello, lo baje una vez fuera del baño.

--Tú vas a ese baño, te lavas la cara, los dientes, haces pipi y nos vemos aquí sale-- comente inclinada a su altura y lo vi correr en dirección al baño de sus padres.

--Y yo, ¿qué hago?-- escuche la voz del sujeto que menos quería ver en esta mañana. Me coloqué de pie nuevamente y me sorprendí al encontrarlo tan cerca de mí.

Corre

--T-tú--

--No te pongas nerviosa, yo solo salí porque escuche ruido, pero ahora volveré a dormir-- camino nuevamente a su habitación --no sé por qué no pude dormir anoche-- dijo dirigiéndome una sonrisa antes de desaparecer en su cuarto.

Es más guapo hoy?

Después de un largo suspiro me apresuré a alistarme para estar lista antes que Rafa y salí.

--¿Listo para quemar la cocina?-- pregunté y el pequeño sonrió, bajamos tomados de la mano. Después de una cocinada muy inexperta, le di de desayunar y revisé algunos mensajes de mis padres y de los tíos. Únicamente asegurándose de que todo esté bien.

Esperando que alguien me salve

Un mensaje de Karla, mi mejor amiga, odiándome por trabajar el mismo fin de semana que ella está libre de su "complicada" vida y un mensaje de Jorge, un compañero de clase con el cual debo de entregar un proyecto el primer lunes después de vacaciones.

Me decidí a desayunar con Rafa, no antes de mandar un mensaje a Carlos al verlo conectado.

¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤
Yo: deberías bajar a desayunar, no pienso alimentarte más tarde

Moco:deberías subir a terminar lo de anoche 😉
¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤

Damn que sexi

Apague el celular ignorando su último mensaje y procedí a comer viendo una caricatura muy extraña (un zorro caminando por distintos lugares describiendo los colores no debería ser una caricatura).

Escuche pasos en las escaleras y mi corazón se aceleró, mi idea de que él se olvidara del suceso tan pronto como pasara la noche fue muy poco realista de mi parte, simplemente debería fingir que nada paso.

O seguir con ello

--Buenos días, enano-- acaricio su cabello y Rafa se quejó --Buenos días, Angie-- camino a un lado de mí, dejando que su mano acariciara mi cintura a la misma velocidad que sus pasos y se sentó frente a mí.

--Buenos días-- tragué la saliva que no sabía que tenía en mi garganta --Rafa quiso hot cakes así que sírvete--

--mira-- dijo con tono de burla --no quemaste la cocina--ignore su comentario y revise mi celular. Un mensaje de la tía Fernanda había llegado.

Si no lo ignoraba iba a golpearlo por ser tan bipolar

¤¤¤¤¤¤¤¤
Tía: olvide decirte que Rafa tiene una cita para jugar hoy de 10 am a 3 pm, pero necesito que te quedes en casa para recibir unos paquetes si no es molestia.

Yo: claro ☺
¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤

Soledad con el moco sexi, eso suena peligroso

Mi cara nuevamente cambio de color, mi idea de evitar al moco sentado frente a mí se vería opacada por un pequeño niño pronto a llegar a la educación primaria.

--¿Quién te habla?--

--Tía Fernanda--solté con un tono muy bajo de voz, mi cerebro revolucionando ideas de escape

Ya no te diré que corras

--¿Qué dice mamá?-- pregunto

--Rafa va con su amigo Raúl unas horas-- le sonreí --debemos cambiarlo y esperar a qué vengan por él--

--Ah, en serio-- su tono cambio extrañamente.

--Raúl dice que tiene un castillo en su casa-- comento Rafa antes de terminar su desayuno.

--Bien pequeño, para ir al castillo debemos bañarte-- dije limpiando su rostro --y eso le toca a tu hermano--

--Claro, tenía que ser-- Carlos giro los ojos y tomo al niño en sus brazos corriendo por la cocina --tenemos que quitarle los piojos al enano-- subió las escaleras con el niño aún en brazos y yo aproveche para limpiar la cocina del desastre que había dejado.

Me adentré al cuarto de Rafa buscando ropa en su armario, sacando una playera con el mismo zorro de la mañana, unos pantalones de mezclilla, calcetas, tenis y una sudadera.

Estilo

--El enano está listooooo-- grito Carlos al entrar repentinamente a la habitación dejando un envuelto Rafa en la cama.

--Muy bien, aquí está la ropa-- comenté y salí, no sin antes apreciar que la playera de Carlos se encontraba pegada y mojada contra su cuerpo, permitiendo observar un abdomen decentemente trabajado.

Que bien se sentiría pasar mis dedos por ahi

Después de unos minutos, ambos bajaron justo a tiempo para que la mamá de Raúl lo recogiera. Y el silencio reino en la casa nuevamente, me senté en el sillón buscando algo que ver en la tele durante estas aburridas horas; yo debería de estar aquí únicamente por Rafa.

--¿Qué ves?-- había pasado casi una hora yo sola, pero la felicidad había terminado, camino frente a mí y se sentó a milímetros.

--Creo que se llama El s...-- tomo mi rostro entre sus manos y beso mis labios. Lo empujé lentamente de los hombros separándolo de mí. --¿Qué crees que haces?--

Que crees que haces tu, no lo detengas

--Bueno, no lo sé, me pareció que deberíamos continuar-- dijo a la vez que sus manos se colocaban en mi cadera.

--Conti- continuar, ¿con qué?-- es sorprendente el nivel de nerviosismo que mi cuerpo puede tener con solamente un poco de tacto...

A. M. I. G. O. S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora