cap. 23 "Viernes"

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--Muy bien, Carlos, hagamos esto que tengo planes-- el día había llegado y Jonathan cito a Carlos a las 6 am para tener el resto del día libre, aunque eso pasó a perjudicar a todos, incluyéndome ya que solo quería ver el chisme.

A los protagonistas del chisme

--y esto cuanto dices que dura?-- cuestione al costal de papas que tenía a mi lado, la cual estaba aún dormida.

--Ah?--Karla se echó agua en la cara y me explico como era un juego de 2 y que alguno debía de llegar a no se cuantos puntos, que a lo mucho tardarían 1 hora.

--Jonatito te venceré con los ojos cerrados-- claramente Carlos no había dormido bien.

Algo estuvo haciendo anoche.

No nos interesa

Claro, cree eso

Comenzó el juego y casi instantáneamente (o al menos así lo sentí yo porque no entendí nada) Carlos perdió, pero entro al equipo (eso tampoco entendí por qué)

Regresamos a casa de Jonathan en donde espere que se duchara para que después me platicara los planes del día.

--entonces primero vamos a desayunar al parque?--

--correcto-- metió la canasta en la camioneta--ya te dije que te ves hermosa?--

Si, ya me estoy cansando

--Si esta es la tercera vez-- bese su mejilla y comenzó el día, el mejor día que he tenido en años, fuimos a la feria, fuimos al cine, hicimos todo lo que habíamos hecho estos 2 meses, al menos en alguna ocasión, cada etapa del día creo un recuerdo y una foto las cuales al final juntamos y guardamos.

Así es como llego el momento, volvimos a su casa, la cual extrañamente estaba decorada de otra manera que cuando nos fuimos.

--le contaste a alguien lo que haríamos?-- gire mi cuerpo enredando mis manos en su cuello

Esta lindo lo admito

--contrate a alguien sin que hiciera preguntas -- coloco su mano en mi cintura guiándome por el camino de velas falsas, entramos a su cuarto, el cual olía delicioso y me recargo en su cama con cobijas rojas, todo bajo una luz tenue, suficiente para observar lo que pasaba pero poca para ver los detalles de alrededor.

--esto es hermoso Jonathan-- acaricié un lado de su cara

Me largo

--lo mejor para ti-- beso nuevamente mis labios y bajo lentamente por mi cuello, sus manos recorrieron mis muslos y entraron lentamente por mi blusa. Me dediqué únicamente a acariciar su cabello mientras él bajaba por mis brazos, llegando a mi mano y repitiendo la acción del otro lado.

--quiero besar cada parte de tu cuerpo desnudo-- sus manos retiraron mi blusa y me observo por un minuto, el tiempo suficiente para hacerme sentir como mi rostro se teñía de carmesí, se acercó nuevamente a mí y comenzó a besar mi escote bajando por mis senos y volviendo a subir, beso mi abdomen a la vez que desabrochaba el botón de mi pantalón retirándolo de mis piernas y las beso con la misma lentitud que el resto de mi cuerpo, la sensación era intensa y a la vez tan íntima que mis latidos se escuchaban en mis oídos.

--quiero hacer lo mismo-- solté en cuanto lo sentí subir nuevamente a mi rostro, lo gire y me senté sobre él percatándome del bulto creciente que existe en sus pantalones.

--eres divina-- besé sus labios a la vez que sus manos recorrían mi espalda, solté un suspiro en sus labios. Alce sus brazos sacando la playera del camino, roce su cuello con mis labios y baje por su pecho --vamos a ponernos a la par, quieres-- retiro su pantalón y nos acomodamos recostados en la cama, sus ojos a cada momento se oscurecían más y mi respiración incrementaba.

Tomo mi cintura y me jalo dejándome debajo de él, retiro los tirantes de mi bra llevado la prenda lejos del camino, toco mis pechos con una suavidad increíble, sus mejillas casi explotando y temo que no pude reconocer si era de pena o deseo.

--puedo besarlos?-- cuestiono al mismo tiempo que sus dedos rozaban mi pezón mandando una electricidad a mi espalda. Asentí a la vez que un gemido salía de mis labios, sentí como los besaba e incluso los mordió un poco. A este punto yo era una fuente.

No hay que mentir por convivir

Bien solo estaba un poco exitada

Su mano baja por mi estómago, rozando, suave y dulce, ingresando en mis pantis, sus labios atraparon uno de mis pechos y lo succionó lentamente.

--Ahi-- susurré en cuanto sus dedos comenzaron a dar círculos en mi clítoris, su cabeza bajo a la par que sus manos retiraban lo poco de ropa que me quedaba, su lengua ingreso a mi zona con la misma y tortuosa velocidad que el resto de los besos que le dio a mi cuerpo y fue lo suficiente para tomar su cabeza y empujarla más cerca de mí. Se separo casi de inmediato.

Ni eso sabe hacer?

Su primera vez

Carlos si sabía

--vamos a ponernos a la par, te parece-- mencioné cuando su rostro se separó de mí.

Baje su bóxer tímidamente dejando ver un miembro diferente al ya conocido, y aunque es una falta de respeto comparar, este era más grande.

Y más feo.

--no tienes que hacerlo-- menciono alzando mi rostro.

--quiero hacerlo-- lo tome entre mis manos sin apretar y bese la punta para bajar, abrí mi boca y lo introduje un poco disfrutando del sonido grueso que emano de su garganta. Tomo mis hombros y me separo de él.

--bésame-- me subí a horcadas sobre él rozándome lentamente, a este punto mis movimientos ya eran involuntarios, sus manos en ambos glúteos presionando contra él y guiando el movimiento, a diferencia que con Carlos, Jonathan buscaba que la punta rozara con mi entrada. Se giró dejándome recostada en la cama. --me pondré el condón--

Lo observé nervioso colocarse el condón sin lograrlo una, dos, tres ocasiones.

Quitaselo yo se lo pongo

--solo relájate-- me senté detrás de él y bese su cuello, bese sus labios y por fin lo vi ponerse el condón para voltearse y recostarse en mí.

--lista? Estás segura de esto?-- asentí.

--lista, muy lista-- presiono un poco en mí apoyándose de su mano, un sonido de sorpresa salió de mí al sentirlo llegar más adentro de lo que esperaba.

--linda me voy a mover-- abrí un poco más las piernas en cuanto sentí las estocadas lentas y torpes --joder-- ligeros gemidos salían de ambos y sentía su pene en lo profundo de mí.

--más rápido-- apreté sus brazos --por favor-- su mano guio mi pierna a subir más, entrando, más profundo...

A. M. I. G. O. S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora