Cap. 34 "Celos"

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--no estoy celoso-- dijo lo más serio que pudo y me hizo recordar muchas situaciones.

Estaba celoso desde antes de que empezáramos esto

--claro que lo estás, estabas igual de celoso que cuando Jonathan me invito a salir por primera vez-- solté y su cara se sobresaltó, pero después volvió a ser serio.

--yo no siento celos Angela-- continuó caminando más rápido --yo nunca tendré celos de otro hombre-- casi corrimos hasta llegar a un pequeño callejón oscuro y se colocó frente a mí

Estará celoso de su hermanito?

--ahora vas a matarme?-- bromeé ante el lugar en el que estábamos --recuerdas admitir tener celos cuando sucedió la revelación malvada de Jonathan verdad?--

--Bien-- subió mis manos recargándolas en la pared --me pongo celoso si-- alzó mi cara --pero los celos son estúpidos porque se que nadie te va a hacer sentir como yo te hago sentir-- beso mis labios

Mucha arrogancia en él, hay que bajarle el ego

--me gusta esta posición-- volví a besarlo y mordí su labio --me siento dominada--

No, esto no ayuda a bajarle el ego

--te gusta que sienta celos Angela?-- paso su lengua por mi cuello --porque yo odio ver que coquetean contigo-- abrió mi chamarra y alzo mi blusa --detesto que crean que pueden hacerte estremecer así-- metió mis pezones a su boca, a pesar del frío me sentía ardiendo por dentro --porque nadie te hará gemir como yo-- sus dedos entraron en mi pantalón y me tocó hasta llevarme al clímax, en plena calle mientras me besaba para callar mis gemidos.

Esto cuenta como red flag?

--bien-- suspiré --eso fue...--

--lo siento-- me miro-- estaba enojado y celoso, yo no soy así Angie-- bajo la cabeza.

Si suena tóxico

--está bien, hay que platicar de otra forma para la próxima, pero me gusto-- acomode mi ropa y me abrace a su cuello --espérame un poco mis piernas aún no se recuperan del orgasmo-- río ante mi comentario.

Es que también tu

--sacaste algo bueno de mis celos, al menos-- seguimos nuestro camino hasta llegar a la feria, mi lugar favorito en la ciudad al que sea que vaya, los juegos mecánicos me causan adrenalina.
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--tomemos una foto de ambos --pedí y le sonreí a la cámara, ya era de noche y teníamos que volver, pero todo estaba tan iluminado en las calles que decidimos caminar hasta el hotel.

Es mucho caminar

--Es nuestra primera cita real-- dijo y tomo mi mano besándola.

--lo se me encantó-- le di un pico --esperemos que sea más fácil tener otra-- reímos un poco, sabíamos que tarde o temprano nuestros padres se iban a enterar de lo nuestro, pero preferimos que fuera tarde.

O nunca

--será más sencillo en casa-- cada vez caminaba más lento, estábamos a solo una cuadra del hotel --necesito que sea más sencillo en casa--

--nunca me dijiste que compraste en la farmacia-- lo detuve, yo tampoco estaba lista para olvidarme de esto, necesitaba un poco más de normalidad en nuestra relación.

Sacar la relación de la habitación

--compré lo que me pediste el primer día-- dijo para después abrazarme y besarme --tengo 15 espero no gastar muchos, pero deseo gastar todos hoy--

--oh, estas noches serán interesantes-- continuamos nuestro trayecto hasta llegar a la cena familiar que hacíamos en el bufete del hotel cada noche.

--hola mi amor como les fue-- nos observó --no se pelearon verdad?-- nuestra cara cambio a algo más neutral.

--no, tía, solo venimos cansados-- Carlos suspiro y se sentó al lado de Rafa--tu hija no quiso tomar ni un solo vehículo, puro caminar-- lo miré de reojo sabiendo que no era más que un llorón que le gustaba hacer drama.

Pero si caminamos mucho

--cuando gastaste la mayoría de dinero en comida supe que teníamos que ahorrarnos algo-- voltee a verlo

--nos pudimos haber ahorrado los recuerdos que traes en la bolsa-- sonrió de lado sin que nadie lo notara.

El me compro los regalos, con su dinero

--basta-- mi padre detuvo nuestra pelea ficticia--siempre es lo mismo con ustedes, los dejamos salir un día solos y se la pasan peleando, mañana se quedarán aquí para que arreglen sus problemas--

--papá, pero mañana es la visita a los géiseres-- hice puchero --nos puedes castigar otro día--

Perderme la visita a un lugar que lleva miles de años ahí para disfrutar tiempo con mi novio, suena a un buen trato

--no Angela, siempre están peleando incluso en vacaciones, ya lo decidí y tus tíos me apoyan-- volteo a ver al resto de adultos, los cuales solo asintieron-- mañana te quedas todo el día en el hotel y espero que lleguen a un acuerdo de paz o se quedaran aquí más días--

Terminamos la cena y todos nos fuimos a dormir, a los 30 minutos Carlos apareció en mi puerta como de costumbre.

Ya me acostumbre a su olor para dormir, no se que haré cuando volvamos a casa

--nos ganaste un día-- me cargo contra la pared y beso mi cuello

--necesitaba estar contigo-- jalé su cabello fuerte para apartar su cara de mi cuello y besarlo --necesito que me cojas-- una sonrisa se pintó en su rostro

--mañana no saldremos de esta habitación-- comenzó a desnudarme lentamente --y vas a desear que me detenga bonita-- disfrutamos de la noche como no habíamos podido hacerlo.

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Las mañanas eran lo más complicado, necesitaba despertar a las 5 am para correr a Carlos a su cuarto y después nuestros padres nos despertaban a las 8 para desayunar juntos como familia.

Odio los desayunos, bueno no, odio los desayunos del hotel, son monótonos

--espero que el castigo que te dio tu padre te enseñe que no debes pelearte con Carlitos, creí que ya se llevaban mejor-- mi madre me estaba peinando porque esta es la forma en la que ella platica conmigo.

Mi mami cree que soy una niña pequeña

--lo soporto mamá, pero aún no nos llevamos tan bien-- hice una mueca de dolor, ya que ella me jalaba el cabello.

--pues soportarlo más, son como familia y vas a convivir con él toda tu vida-- termino su peinado aunque solo trenzó mi cabello --cuando volvamos aquí a las 9 quiero saber que convivieron un rato y no solo te la pasaste en tu habitación descomponiendo la cama--

Diablos la cama

se sentó en el borde --hija por qué duermes tan feo, tú no movías tanto las cobijas al dormir--

Yo no las muevo, se mueven solas

--he estado más cansada estos días-- sonreí --tal vez sea por eso--

--pues descansa, pero realmente parece que peleas con alguien en tu cama--

Pelea no es

--basta mamá perderán el autobús-- salí a despedirla y vi que del otro cuarto también salía la tía Fernanda y el sujeto que había sacado a patadas de mi cama hace unas horas.

--ay Angie te extrañaré igual o más que a mi Carlitos-- abrazo mi cabeza

--gracias mamá--

--no te enojes hijito-- comenzó a caminar --nos vemos en unas horas-- mando besos en el aire --ya no peleen-- y así se fueron.

Pelear, no nunca

--vamos a tu cuarto o al mío?-- pregunto Carlos velozmente.

--Al tuyo-- giramos y cerramos la puerta tras nosotros.

A. M. I. G. O. S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora