Cap. 3 "El encuentro"

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Una joven casi mujer en el cuarto de un joven o bueno en el cuarto de cualquier ser del sexo opuesto está mal visto por... Bueno, por todos.

Por eso no deberías entrar

Esos pensamientos se agregaban a mi cabeza a la vez que daba pasos extremadamente torpes a la cama del dichoso moco. Esos insignificantes 2 metros me parecían 50 fácilmente y considerando que la última oportunidad que tuve de ingresar aquí fue contra la voluntad del dueño, mi cerebro está teniendo un colapso enorme.

--Cuéntame Ángela que te aflige--

--¿Perdón?-- me giré sobre mí para observarlo recargado en la puerta ahora cerrada de su habitación, punto extra para mis nervios.

Nos va a asesinar

--Sí, ¿qué te angustia?-- pregunto pasando rápidamente aún lado de mí y sentándose nuevamente en la silla a la vez que tomaba su guitarra.

--Realmente nada-- comenté pasando mis dedos por las cosas colocadas en el escritorio. Una mezcla entre dibujos, textos y fotos. --Desde cuando guardas recuerdos-- pregunte levantando una foto en la cual estaban ambas familias comiendo como hacíamos en algunas ocasiones.

--No lo sé--comenzó a tocar una melodía

--Cuando aprendiste--

--hace unos 2 años, esto conquista a las chicas-- procedí a recostarme en su cama y escucharlo, tocar y después platicamos de muchas cosas --bien son las 4 am, realmente deberíamos dormir--

Un avance a nuestra madurez

--bien--suspire --volveré a mi cuarto--me puse de pie y camine hasta tomar el pomo de la puerta con mi mano

--Espera-- volteé a observarlo y lo encontré frente a mí.

Es ahora cuando saca el cuchillo

--¿Q-que pasa?--por 3.ª vez en esta noche tan extraña, su cara estaba a milímetros de la mía y nuestras respiraciones se percibían fácilmente

--Quédate--soltó rápidamente dando un paso hacia atrás.

Entramos a una dimensión paralela

--No sé si quisiera dormir en el suelo-- me recargue de la puerta y cruce los brazos

--Pues duerme en la cama--comento dando palmaditas en ella

--¿Tienes miedo?--

Yo tengo miedo

--Si digo que si ¿te quedas?-- examine su mirada fija en mí y no logre descifrar sus intenciones o si realmente tenía intenciones distintas a dormir a mi lado, pero algo dentro de mí me decía que lo más correcto sería retirarme.

Obviamente, corre

¿Quién le hace caso a su voz interior? Exacto nadie...

Aveces no se que hago aqui

Camine en dirección a su cama y nos acomodamos. Punto importante, su cama se encontraba pegada a la pared y él se acomodó en la orilla.

--Bien-- suspire recostada sobre mi espalda, observando el tono azul del techo --ahora tenemos que dormir-- gire mi cuerpo en su dirección encontrándome con su mirada.

--Sí-- paso su lengua por su labio --deberíamos descansar-- paso su mano por mi mejilla, acomodando mi cabello detrás de mi oreja, acercando su cuerpo ligeramente al mío.

La tensión está pesadisima

--Sí, descansar-- lentamente moví mi cuerpo más cerca de él mientras comenzaba a sentir un aumento de calor en mis mejillas.

--Sabes--coloco nuevamente su mano en mi mejilla --has cambiado mucho--

--A sí, en que he cambiado-- se puede saber en donde se quedó todo mi aire.

--No sé, es-estás más bonita-- comento a la vez que su pulgar pasaba cerca de la comisura de mis labios.

--¿M-más?-- como si algo externo me controlará, acerque mi rostro al suyo.

--Sí-- finalmente con su mano en mi mejilla me jalo hacia él y nuestros labios se encontraron, un beso que expresaba muchas cosas y a la vez no expresaba nada más que deseo.

Bajo su mano a mi cintura, atrayéndome aún más cerca de él como si fuese eso posible y yo subí mi mano a su rostro, intensificando el roce divino de nuestros labios que me estaba robando el aliento.

En un movimiento rápido se inclinó sobre mí y comenzó una serie de caricias que se veían limitadas a mi cintura y mi cadera. Nos separamos por falta de aire sin apartar la mirada del otro en ningún momento.

--Yo-- suspiro y se recostó a mi lado nuevamente, esta vez ambos mirando al techo --Yo realmente no sé qué me paso--

Tu lengua toco mis amígdalas, eso paso

--Sí, yo-yo tampoco lo sé-- me senté --será mejor que yo-- me impulse para levantarme colocándome de rodillas --será mejor que yo vuelva a mi cuarto--

--Sí, eso-- se sentó disminuyendo nuevamente nuestra distancia --eso sería lo mejor-- tomo mi rostro con ambas manos y junto nuestros labios nuevamente.

El beso más apasionado que el anterior, provocando nuevas sensaciones en mi ser como si estuviese descubriendo un nuevo aspecto de mi vida, enrede mis manos detrás de su cuello y me senté sobre su regazo a la vez que él sostenía mi cintura como si necesitara fuerza para alejarme en cualquier momento.

La verdad no se que esta pasando

--No tengo idea de lo que está pasando-- comento al separarse de mí.

--Tal vez, deberíamos-- moví un poco mi cadera acomodándome sobre sus piernas --deberíamos detenernos--

--claro, deberíamos-- enredo sus brazos en mi cintura, recostándose nuevamente en la cama, logrando que mi peso quede sobre él, intensificando el beso nuevamente. Mis manos alrededor de su rostro, sus manos ingresando en los extremos de mi blusa, mis labios buscando más, al igual que mis caderas y ligeros suspiros saliendo de mí.

En un movimiento realmente ágil de su parte terminé recostada debajo de él con mis piernas alrededor de su cadera y mis manos jugando con su cabello.

Sus manos acariciando la parte externa de mis muslos mientras que su lengua explora mi boca, mi respiración cada vez más agitada, nuevamente sus labios dejan los míos y me observan, sus labios claramente rojos y sus ojos desnudando mi ser.

--¿Pu-puedo seguir?-- cuestiono con un tono demasiado confuso, realmente no sé qué estaba pidiendo, pero parte de mí alertándose de lo que mi mente hormonalmente perdida estaba ideando. Asentí a la vez que jalaba el cuello de su camisa para besarlo nuevamente.

Un suspiro ahogado salió de mí al momento en que sus manos ingresaron en mi blusa, buscando explorar cada rincón de mi pecho. Coloco sus manos sobre mis senos y aparto sus labios de los míos para dar pequeños besos en mi cuello. Mis manos jugando con su cabello buscando que continúe con lo que ha comenzado y llegue hasta sus manos.

--Angiee!-- un pequeño grito me pone en alerta y siento que sonríe en mi cuello.

--Yo debo ir a ver que sucede-- asintió y se recostó permitiendo salir de la cama. Camine apresuradamente y salí de la habitación. Tome unos segundos para recargarme en la puerta y suspirar.

Que nos enoja más, que Rafa nos salvará  o que quería que no lo hiciera

A. M. I. G. O. S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora