A. M. I. G. O. S.

Cap. 68 "días de reconciliación"

--nunca había visto esa mirada en ti-- dijo mientras esperaba que hiciera algo con su miembro que acababa de exponer.

--siempre es un placer ver como disfrutas que te toque-- sonreí --pero ahora te ves tan...-- no termine de hablar, simplemente lo metí en mi boca mientras veía que el giraba los ojos en respuesta, acelere el ritmo, estaba enloquecida de verlo disfrutar como lo estaba haciendo, se sentó haciéndome detener.

--mierda-- me giro acomodándome en la cama --no resistiré mucho más sin estar en ti-- ahora sus confesiones no me causaba risa, si no deseo. Sus manos tomaron con fuerza los extremos de mi panti y lo jalaron hacia abajo, sus dedos comenzaron a tocarme haciéndome retorcer debajo de él, cada uno de mis músculos estaba tenso y relajado al mismo tiempo, llevaba una velocidad tan lenta y aun así me hacía sentir en el cielo, su lengua llegó a completar la cadena de placer y un grito desesperado salió de mí boca.

--por favor-- los ruegos por sentirlo empezaron y vaya que lo necesitaba, aparto su boca de mi para mirarme antes de estirarse para tomar un condón --no-- lo detuve y el me miro extrañado --hagamoslo sin-- trague pesado al verlo --sin condón-- el sonrió de lado y lanzó la bolsita lejos de nuestra vista, se posicionó sobre mi y entró lentamente.

--te amo tanto linda-- sus movimientos empezaron a acelerar, mis manos por su espalda sintiendo cada punto de mi cuerpo y llevándome al cielo.

--Carlos-- mis uñas recorrieron sus hombros, esto iba a dejar marca --estoy tan cerca--

--vamos mi amor-- sus manos llegaron a mis pechos --llega para mi bonita-- sentí como se contraian sus brazos, sus movimientos entorpecieron, sentí como llegaba dentro de mi y sus besos en mis labios eran desesperados.

A mi me gustan las reconciliaciones
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--Entonces todo está bien ahora?-- mamá preguntó en cuanto bajamos las escaleras. Obviamente tardamos más de 1 hora.

--Amm yo creo que si-- agache la cabeza pensando que nos pudieron haber escuchado.

Claro que nos escucharon

--si tía suegra-- Carlos paso por en medio de ambas y tomo las llaves --de hecho justo ahora vamos por un cafe--

Pastilla del día después...

--ok mis niños-- la tía se paro y me paso un billete --no compren la pastilla genérica, compren una buena-- y con la misma se sentó de nuevo junto a mí madre, la cual solo sonreía.

Estas señoras nos causarán un infarto...

--pero como?-- deje de hablar en el momento en el que senti mi cara enrojecer.

--para siguientes referencias-- mi mamá me miró --todo se escucha en esta casa-- señalo con un dedo las paredes

Salimos de la casa muertos de vergüenza pero con el mismo objetivo, llegar a una farmacia.

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Y así paso un mes más, habíamos llegado al acuerdo de que le diríamos a nuestros padres después de salir de la escuela y para ello ya faltaba 1 semana, yo había hablado con mi mamá, después de estos meses era imposible que yo dejara a Carlos durante un año, entonces no tomaría la beca.

Hay muchos cursos de repostería mucho más cercanos.

--estas lista?-- Carlos se asomo a mi recámara, nos estábamos arreglando para ir a una fiesta en casa de Diego.

--no se que blusa ponerme-- dije brincando frustrada lo cual hizo que el mirara mi pecho solo cubierto por mi brasier --deja de mirarme así--

--lo se, concentración-- paso a mi lado y comenzó a revisar mi closet --si te vas a llevar esa falda no dejaré que te alejes de mi en toda la noche-- sacó una blusa azul que me gustaba mucho.

Nuestra favorita

--pues estaremos juntos toda la noche por que no pienso cambiarme-- pase mis manos por la blusa y me acerque al espejo para terminar de arreglarme.

--y si-- se acercó al espejo, detrás de mí abrazando mi cadera --terminamos de reconciliarnos--

--nos hemos reconciliado todo el mes amor-- me gire a besarlo --y me acabo de bañar-- su cuerpo me empujo hasta quedar encerrada entre la pared y sus brazos, nos besamos hasta no poder más.

--en la fiesta no te libras-- hablo tan cerca de mis labios que casi jadee. Metí mi mano por el borde de la divina playera que llevaba puesta.

Vaya que le servía ese ejercicio extra.

--Amiga ya vamonos-- karla entro sin tocar, como siempre --si no vamos a llegar tar... lo siento chicos-- pero no se salio solo se sentó en la cama y espero a que nos alejaramos.

--amiga, te amo pero te pido nuevamente que aprendas a tocar la puerta-- dije aun abrazando a Carlos.

--vamos tu ya me haz visto cogiendo-- dijo mirando su teléfono --algún día debería de cacharte yo--

--no-- dijo Carlos fervientemente --no voy a dejar que arruines ese momento-- karla estaba desesperada por primera vez en un año y medio volvería a la casa de su ex

El que no había visto más que en fotos

Pero que ahora tiene 18 años

--no deberías estar hiperventilando amiga-- reí en el espejo mientras me ponía un poco de maquillaje.

--no. Se que es su casa, es obvio que lo vere-- mi amiga mentía mientras miraba su teléfono.

--Vampiro, todos notamos que estas enloquecida-- Carlos dijo sentándose en el pequeño sillón de mi habitación --crees que no notamos que llevas ropa 2 tallas más corta-- lo observé pidiendo que se callara.

Le va a pegar

--y que tiene que lleve ropa pegada?-- la actitud defensiva la delata --solo me puedo vestir así por un hombre?-- negué.

--tu y yo sabemos que ni borracha te pondrías la ropa que traes-- dije tratando de salvar a mi novio.

--los odio-- dijo mi madura amiga y salió.

Nos subimos al coche de Carlos, ya que dijo que no iba a tomar

Nadie cree eso

Y llegamos a la casa de Diego media hora después.

Las horas pasaron sin problemas pero si con algo de alcohol, lo suficiente para ponerme feliz un rato. Carlos, quien no había tomado una sola gota de alcohol me miraba envelecido.

Prácticamente nos estamos encuerando frente a él.

Se llama bailar

--vamos a un lugar privado-- dijo cuando se acercó a mí oído y sostuvo mi cadera. Tomé su mano y con pasos un poco torpes subí por un camino que recordaba muy bien hasta llegar al baño en el cual lo hicimos la primera vez en esta casa.

Donde descubrimos que nos gustaba y mucho.

--bien, lindo lindo novio-- enrede mis dedos en su cabello --estamos solos en un baño, en una fiesta-- me reí de mi misma pero ya no estaba tan perdida como hace un momento, digo como estarlo al tenerlo frente a mí.

--estas consciente?-- tomo mi rostro --estas de acuerdo con lo que vamos a hacer?-- me sorprendió su pregunta, digo si estoy más feliz de lo normal pero estoy consciente de que quiero estar con él.

Aunque estuviera drogada sabría que quiero estar con él.

--si, estoy consciente de que me quieres meter el pene-- lo bese --y estoy completamente de acuerdo-- alce su playera intentando quitarla --es más, siento que tardas demasiado--

--es todo lo que necesitaba escuchar corazon-- tomo mi cintura y me coloco en el borde del lavadero --ahora vamos a hacer el amor te parece-- sonreí como tonta y comenzamos el dulce y carnal acto.

Desde que regresamos esta última vez, estar con él se convirtió en un acto más allá de placentero (obvio nos da placer) se volvió una unión de realidad, ya no es nada morboso, ahora es una unión completa de corazón, mente y cuerpo.

--Te amo-- mencione entre la cantidad de sensaciones que estaba viviendo, me beso de forma casta a pesar de lo que estábamos haciendo.