Cap. 30 "la cocina"

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--quiero que me digas que tanto te gusta-- dijo acercando su boca a mi oído, las embestidas eran lentas, bajo su mano a mi clítoris y lo acaricio en círculos a la vez que entraba más rápido

--no puedo ahh-- me sostuve de sus hombros mientras mordía mis labios --Karla está en algún cuarto--

--Karla sabe lo que estamos haciendo-- su boca, bajo por mi cuello, su respiración era caliente y estremecía--gime para mi Angie--succionó mi pecho, beso mis labios y me giro para estar encima.

--ahhh, oye eso es nuevo-- sus manos pasaron a mis nalgas apretando y guiando a un movimiento rápido, acerque mi boca a su oreja y la mordí un poco, suave --si sigues así voy a gritar de placer-- coloque mis manos en su pecho y comencé a moverme en círculos a la vez que entraba y salía de mí --y creo que no es justo que solo yo grite-- mis gemidos comenzaron a aumentar cuando se sentó y sostuvo mis pechos succionándolos, mi cuerpo aún se movía en círculos y sentía como llegaba.

--Angie, joder-- sus manos volvieron a mis muslos y comenzó a subir y bajar lentamente--me tienes al cien-- salió de mí y me giro colocándome de espaldas contra él, recargada de la cabecera, sentí su mano bajar por mi espalda y esperé deseosa la embestida, pero su boca llego a mí como aquella vez en la fiesta. --adoro como te mojas para mí-- finalmente entro en mí robándome sonidos intensos que ya no estaba controlando, sus gemidos eran gruesos y ahora las embestidas eran más torpes, sus manos pasaron a mi vientre y una de ellas volvió a mi clítoris con movimientos rápidos.

--quieres volverme loca-- mi cuerpo comenzó a retorcerse, mis manos se resbalaban de la pared, mi clímax llegando tan fuerte.

--quiero que lleguemos juntos Angie-- entro más rápido, más torpe y finalmente llegamos, mis manos siguieron sostenidas de la cabecera mientras él se abrazó a mí por unos segundos --la voy a sacar-- beso mi espalda y salió de mí, me deje caer hacia atrás en cuanto se quitó del camino, lo mire retirarse el condón y se acostó junto a mí.

Es perfecto, esto es perfecto

--Hola novio-- sostuve su rostro y lo besé tiernamente --te esforzaste hoy--

--tú me pones creativo-- coloco un mechón de cabello en mi oreja --además tenía oportunidad de no masturbarme, crees que no la iba a aprovechar bien?--

Reí ante su comentario y me acomodé en su pecho, su corazón aún era una locura y supongo que el mío igual.

Solo con el me siento así

--Angie-- volteé a verlo --tengo hambre-- su cara de puchero me hizo reír.

--Creí que ya habías comido demasiado--

--aunque sabes delicioso tú no eres comida--

Que que dijo?

--que no-- el color carmesí volvió a mis mejillas --yo hablaba de la fiesta--

--oh me confundí-- beso mis labios al verme roja --solo comí botana, quiero comida real--

--hay pizza y pasta, pero está allá abajo-- acomodé mi cuerpo junto al suyo de manera perezosa

--vamos y después lo hacemos en la barra de la cocina-- soltó tan emocionado.

Dile que si

No

Vamos mira su carita

--apenas me estoy recuperando-- me queje y sentí que se acomodaba sobre mí.

--por favor-- beso mis labios y su mano bajaba por mi cuerpo, la detuve antes de que iniciara el manoseo.

O no bajarían jamás

--bien, pero te lavas las manos antes y después de comer-- movió la cabeza a manera de afirmación y nos cubrimos con cobijas para comenzar a bajar las escaleras.

Un sonido peculiar comenzó a llegar a nuestros oídos, a la vez que bajábamos, venía de la sala.

Sexo, pero de quien?

--Oh, por dios-- cubrí rápidamente los ojos de Carlos y él cubrió completamente mi cuerpo dándose la vuelta --Karla? Estás teniendo sexo con Diego?--

--amm tal vez?-- maldije en silencio por el momento incómodo que nos envolvía.

Agradezco las cobijas

--y lo están haciendo en la alfombra-- pregunta tonta, ya que era obvio.

--creo que es obvio Angela-- comento Diego con sarcasmo. 

No me hable así señorito

--no le hables así a mi chica, compadré-- dijo Carlos y comenzó a arrastrarme a la cocina.

Su chica, soy su chica

--no vamos a hacer nada con ellos a dos metros-- miré a Carlos a los ojos una vez que llegamos a la cocina.

--Angie, lo hicimos mientras ellos estaban aquí abajo-- me acomodo en la barra --además ya estoy durísimo-- coloco mi mano en su miembro, acaricie su pene mientras me besaba.

Pues no que no?

--Creí que primero querías cenar-- su boca, bajo a mis pechos y recosté mi cuerpo subiéndome a la barra --joder donde está mi vergüenza--

--la dejamos allá arriba, al igual que nuestra ropa-- sus dedos entraron en mí haciendo que lo abrazara con fuerza, las cobijas estaban fuera del camino, mi cuerpo estaba tan caliente como hace algunos minutos --dame un condón--reaccione buscándolos, pero ya no los tenía.

O no están en la sala

--creo que se me cayeron en la sala-- moví mi cabeza un poco para ver la puerta que nos separaba de la pareja de la sala, los gemidos de Karla aún eran claros --iré por ellos--

O hagamos lo sin nada

--no, yo voy, estás desnuda, no quiero que te vea Diego--

--yo tengo una cobija y Karla no, no quiero que le veas todo a mi amiga-- comente y me enrede en las cobijas de nuevo --Karla-- grite.

--Sí?-- dijo de mala gana.

Vamos zorra si lo haces en mi casa no te quejas

--cubre los ojos de Diego--

--para qué?-- los lloros de mi amiga arruinaban mi intento de seriedad.

--se me cayeron los condones y los necesito-- una risilla salió de las otras tres personas de la casa.

--bien ya sal-- camine hasta llegar a los condones y me agache a agarrarlos.

--neta, Diego --dije sin sonido solo para que Karla me entendiera.

--me gusto de pronto-- sonrió --vete a coger zorra y déjame terminar-- regrese a la cocina mostrándole los condones al Carlos recargado de la barra

-- ven aquí-- me cargo colocándome nuevamente en la barra, se colocó el condón para entrar en mí y lo hicimos.  Después comimos y salimos en cuanto dejamos de escuchar gemidos.

--Nunca hablaremos de esto, cierto-- pregunto Carlos, al verlos sentados en el sillón, venía abrazado de mi espalda cubriéndome con su cobija, aunque yo traía la mía.

Solo lo hacia para tocarnos las tetas

--hablar de que Angie grita o de que Karla y yo tuvimos sexo en tu alfombra?-- Diego comento sarcásticamente y Karla y yo enrojecimos.

--no vamos a hablar de nada de lo ocurrido-- dije lo más tranquila posible --nos vemos mañana, les toca limpiar la sala-- tomé los brazos de Carlos, los cuales abrazaban casualmente mis pechos y subimos las escaleras.

A. M. I. G. O. S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora