Al recibir tal noticia, los Duques se pusieron de pie inmediatamente y se abrazaron ante la emoción, ya lo suponían, pero escucharlo era otra cosa.
Claro que habían esperado tal cosa, la mujer no lo confesaría, pero incluso había rezado porque su hijo desposara en algún momento a la joven princesa, y no por poder o por estatus, si no porque la amaba, la adoraba como si fuera una hija.
—¡Ya sabía!¡Athy será mi hija también! — celebró la Duquesa, cosa que a la pareja comprometida conmocionó, la rubia nunca había perdido su compostura, pero ahora...
—¿Madre...? — Kosair murmuró llamando la atención del matrimonio, los cuales se acercaron a ellos abrazándolos, e incluso tomando la mano de la menor para ver el anillo.
—Ya sabía que ese anillo estaría en ti — la mujer acarició la mejilla de la pelirroja — estoy maravillada con la noticia.
—Estamos, querida — corrigió el Duque — no le digas a tu padre, porque no quiero que se enoje, pero yo siempre te quise como una hija — confesó con emoción.
—Kosair, hijo — ahora la rubia llamó a su primogénito, el cual tomó la mano de su amada y la entrelazó con la suya al ver que ya la habían soltado — Pobre de ti que la lastimes, es la mejor nuera que una madre pueda tener — amenazó.
—Nunca podría herirla, ella es mi mundo — confesó mirando a su prometido con un brillo en sus ojos, la pareja sonrió al notarlo, era evidente el amor que él le tenía, mas bien, el que ambos se tenían.
Les deparaba un matrimonio lleno de amor.
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Athenea miró la puerta de la mansión con cierto pesar, no quería verle la cara a ese hombre, pero quería proteger a ese bebé que había nacido con el des fortunio de ser un hijo bastardo.
Antes de que ella se acercara a tocar la puerta fue abierta por un chico castaño, este la miró sorprendido, había escuchado de ella por parte de su hermana y de su padre, pero el verla era impresionante, ahora entendía porque la joven de la casa mencionaba que la princesa tenía una belleza inimaginable.
—Su alteza, creí que estaba en Occidente — habló como pudo el hombre — pase — se hizo a un lado permitiéndole el acceso.
Durante la entrada la menor se dedicó a mirarlo, tenía cierto parecido con el Vizconde, sonrió solo como lo hacía para fingir su inocencia y amabilidad.
—Supondré que es el hermano mayor de Lebetti — el castaño asintió — He venido a visitar a mis seres cercanos, soy alguien que brinda mucha atención — informó llevando sus manos a su espalda sonrojando así al mayor, aquello hizo que en su interior la princesa celebrara.
"Fácil" se dio vuelta para mirara al lugar.
—¿Quiere ver a mi hermana? — preguntó el chico, ella asintió.
—Antes quisiera ver al Vizconde, quedé preocupada por su estado de salud — fingió preocupación, nuevamente las mejillas del mayor se calentaron.
Athenea sintió asco al ver eso, no le gustaba para nada causar esos efectos en alguien que no fuera su prometido, por lo que disimuladamente llevó sus manos al frente, poniendo su mano izquierda encima de la derecha, para que así su anillo de compromiso quedara visible.
Al parecer esto no paso desapercibido para Alan, pues se avergonzó en el momento de ver aquella joya vislumbrar en el dedo anular de la princesa.
—Acompáñeme — le pidió, ella asintió y lo siguió a lo que parecía ser la oficina del patriarca de la familia, pues era un camino diferente al que había tomado la ultima vez que estuvo en la mansión.
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Protected » [Kosair]
FanfictionAthenea Gardien no es solo una aprendiz para la emperatriz, es su mejor amiga, es su guardiana, es su consuelo, es su esperanza, es una hermana. Athenea y Navier se querían tanto que no importaba que sucediera, la una siempre iba a estar para la otr...