30. ¿Por qué eres así?

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Lo peor que le puede pasar a un bailarín es lesionarse

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Lo peor que le puede pasar a un bailarín es lesionarse. Todos pasamos por alguna complicación: esguinces de tobillo, uñas rotas o tirones musculares. No obstante, la pierna de Luke se encontraba en un ángulo poco natural cuando la ambulancia se lo llevó. Freddy se subió para acompañarlo al hospital.

Yo, por mi parte, me encontré atrapada en el despacho del director, tratando de entender cómo habíamos llegado a este caos. Mi exsuegro de párpado inquieto, tenía la cara roja de la vergüenza mientras Emily y yo íbamos explicando la situación, apenas había pasado una semana y ya estaba de vuelta en la silla de los chicos malos.

Habían llamado a la policía, requisado mi móvil con el vídeo dónde se veía a Lawson insultando a Luke y Freddy junto con gran parte de la pelea. Emily había subido el video a sus redes sociales y hubo cientos de comentarios hablando negativamente del instituto.

Me avasallaron a preguntas tanto los oficiales como el director. Este último se persignó antes de dar un veredicto. La sentencia fue de tres días de expulsión para nosotras y dos semanas para Wolf... Él era otra de mis preocupaciones. Yo había salido sin nada a parte de un corte en el labio. Sin embargo, Will fue llevado a la enfermería junto con los otros heridos que ocasionó él solito.

Tenía dos sentimientos encontrados. El primero, ganas de chillarle lo imprudente que era por la pelea. El segundo, mi creciente necesidad por saber si que estaba bien. La presión en mi garganta aumentó y la sangre iba a gran velocidad en mis venas.

Acabado el sermón, mis pies se movieron rápidamente hacia la puerta. Crucé el trayecto desde el despacho del director, tropezándome con otros estudiantes, hasta la enfermería. Me sentí igual que una sanitaria de la Primera Guerra Mundial andando por un hospital de campaña y observando a los heridos por el gas mostaza, salvando las pequeñas distancias. Un Chaqueta Militar estaba siendo atendido por la enfermera, el chico que Emily pateó en las bolas se estremeció en la camilla nada más verme y otro estaba durmiendo con el rostro cubierto de vendas.

—Disculpe, ¿está aquí William Wolf? —pregunté a la enfermera rechoncha, quien solo señaló con la cabeza a unas cortinas verdes al otro lado de la habitación blanca.

Caminé en la dirección que señaló y temí encontrarme con Will en un estado aún peor que los otros. El corazón me golpeaba con fuerza contra las costillas. Entonces, agarré un extremo de la cortina y la abrí poco a poco. Al mover la tela, mi boca se abrió de asombro al encontrarlo sentado sobre la camilla y sin ninguna herida aparente. Él desvió la vista del móvil a mí.

—¿Te has hecho daño? —pregunté sobresaltada, acercándome a él y recorriendo con la vista su cuerpo en busca de heridas.

Negó con la cabeza y giró el rostro para mostrarme un simple esparadrapo cerca de la mandíbula. Saber que estaba bien y la pelea con resultado trágico me provocó una reacción parecida a una Coca Cola mezclada con mentos. Aún no salía de mi asombro, ¿hice todo ese llanto por nada?

Hecha de Estrellas (TERMINADA, editando borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora