56. Nunca bromeo sobre besarte

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Cabalgar media hora significa quemar unas 250 calorías

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Cabalgar media hora significa quemar unas 250 calorías. También fortalece los glúteos, el tren superior y el abdomen. Era un buen método para seguir en forma y entretenerse durante los meses de verano. La brisa cálida me revolvió el cabello al salir de la casa. Mi hermana estaba junto a la valla blanca. Se movía de un lado a otro con el móvil en alto y una expresión de hastío.

     —¿Sin cobertura? —pregunté, sabiendo que eso podría tenerla frustrada.

     —Sí. —Soltó un suspiro exagerado—. Es día 2, publican el nuevo capítulo de uno de mis manhwas BL. Tengo que esperar tres días. ¿Cómo se supone que quieren que me entretenga sin internet?

     —Ven conmigo —le propuse—, podemos dar un paseo a caballo hasta el río como hacíamos con mamá.

     —No puedo, la abuela ha puesto a Eric con mi poni y papá le está dando una vuelta.

     Blanca señaló hacia los susodichos. Mi hermanito reía mientras papá lo ayudaba a montar. Algo se me removió por dentro con el recuerdo de mamá subiéndome al poni, enseñándome a estar recta y a no caerme. Eso costó más de lo que crees.

     —¿Por qué no tomas un caballo? —sugerí mientras colocaba un pie en la valla, me impulsé para saltarla y llegar al otro lado—. A tu edad, yo ya llevaba un año montando a Dálmata.

     —Cada persona tiene su propio ritmo de maduración. Me lo dijo el psicopedagogo.

     Sacudí la cabeza y vi a Dálmata acercarse. Me despedí de mi hermana para ir con el animal. Se trataba de una yegua appaloosa, su manto era blanco con manchas marrones y oscuras. Relinchó con una vitalidad burbujeante cuando la acaricié. Tomé las riendas y tiré de estas para llevarla hacia el establo.

     A lo lejos, Will estaba hablando con Alex. Se me encogió el estómago por alguna inexplicable razón. Sentí la misma sensación como cuando ves un fuego cerca de un bidón de gasolina. Me acerqué a ellos y Alex sonrió al verme. Era alto, delgado y atlético. Su cara siempre me recordaba a un chico digno de protagonizar una serie en Disney Channel. Entonces, me abrazó con decisión. Me pilló por sorpresa.

     —¡Aurora, me alegro de verte! —exclamó.

     —Hola, Alex. Cuánto tiempo.

     —Estás muy guapa —dijo, observándome de arriba abajo. Sentí un rubor en mis mejillas.

     Terminó por soltarme. Dejó un brazo amistoso por encima de mis hombros. Me alegró ver a Alex, pero me sentí algo incómoda. No pude evitar notar la mirada atenta de Will, con sus ojos impenetrables y una expresión seria.

     —Parece que ya conoces a Will —intenté romper la tensión, señalando al pelirrojo—. Es mi chico.

     Ambos se observaron detenidamente. El aire podría cortarse con un cuchillo.

Hecha de Estrellas (TERMINADA, editando borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora