Solo quería recuperar a su hermana, anhelaba salvarla, lástima, solo se hundió ella también.
Amber se adentrará en un mundo desconocido, con un lado perverso, lleno de secretos y mentiras.
Aunque todo cambiará cuando se descubre hambrienta de deseo...
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™™™™4 meses después™™™™
Keiner Foster
Otro día en el que ni siquiera pude escuchar la voz de Amber, hoy se cumplen cuatro meses, cuatro malditos meses sin verla, sin escucharla, no volví hablar con ella ni siquiera por llamada, y no puedo sacarla de mi cabeza.
Soy psicólogo, debería saber manejar esto, pero cuando se trata de Amber el que necesita ayuda soy yo.
Hoy no salí de casa en todo el día, esperaba que regrese, nunca lo hizo.
Se acabó el día y estoy acostado en su cama, sin ella, volviendo a recordar cómo se siente estar cerca de su cuerpo.
Descansaba tranquilamente hasta que escuché la voz de Rocío, una de las empleadas de servicio.
—Señor, Señor—repetía mientras tocaba la puerta.
—¿Qué ocurre Rocío? —levanto mi cabeza para ver el pequeño reloj de noche, marcan las 3:45am.
—Rocío, es de madrugada—estoy más dormido que despierto.
—Disculpe Señor, es que en la puerta uno de los guardaespaldas trae consigo a la señorita Amber, ella no se encuentra muy bien.
-—Amber...soñé con Amber, dile que... —entonces lo analizo, mi mente está lenta gracias al sueño.
¿Con la señorita Amber? ¿Amber en la mansión? Después de cuatro meses, está aquí.
Abriendo mis ojos de par en par, saco las sábanas que me cubren y sin mirar a Rocío salgo corriendo. Bajando las escaleras más rápido de lo que alguna vez habría creído que podía hacerlo, llegue hasta la puerta.
Y si, mi pelirroja favorita estaba de vuelta, aferrándose al brazo de un guardaespaldas que nunca había visto.
Se ve tan diferente...
Su cabello ya no es largo, ahora llega hasta los hombros y su color rojo se ve más intenso, sigue teniendo esa cara de muñeca y su figura luce maravillosa en ese vestido blanco. Me alivia verla tan hermosa y sana, no parece tener ni un rasguño.
Apenas alza su mirada del suelo, sus ojos color cielo se encuentran con los míos.
—Keineeer—grita—Ya vez, te dije que el vendría a verme porque es mi futuro esposo, pero claro, no me prestaste atención cuando te hablaba—le dice al chico que se encuentra a su lado.
No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que está ahogada en alcohol.
Me acerco a ella y de un jalón la atraigo a mi cuerpo, abrazándola y sintiendo ese calor que su cuerpo emanaba, las palabras se quedan atascadas en mi garganta.
