CAPÍTULO 28

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—Entonces, Tú eres...

— Sofía Martínez, la esposa de Keiner—-completa por mí.

—Pero tú no estabas...ya sabes... o al menos eso me dijo...

No puedo ni siquiera formular bien las oraciones, me había enterado de ella hace poco, según estaba muerta y ahora resulta que no.

—Eso es lo que Keiner prefirió creer, pero en el fondo sabía que yo no estaba muerta, él simplemente se rindió conmigo.

Keiner al fin parece despertar de su estado de Shock—No es así!, claro que nunca me rendí contigo, mi padre me dijo que estabas muerta....tú lo habías traicionada, claramente pensé que él lo había hecho.

—-Jamás viste donde descansaba mi cuerpo, creí que no te rendirías hasta encontrarm, pero lo hiciste, te importé tan poco que solo creíste lo que tu padre te dijo, ¡no me buscaste!

¿Por qué siento que estoy escuchando una conversación que no me compete?

Sencillo, porque quiero saber que ocurrió con Sofía y cómo es que logró que no la mataran.

—¿Por qué regresas después de dos años? ¿Por qué no antes?—pregunto.

—-De hecho pensaba no regresar nunca a este lugar, pero me informaron que Keiner se iba a volver a casar, quería impedir eso, yo jamás firme papeles de divorcios y como vez no estoy muerta, así que sigo siendo su esposa—me responde en tono desafiante.

Siento que se está poniendo muy a la defensiva, y por ahora, no quiero hablar de Keiner, solo quiero saber una cosa, solo una pregunta, sencilla y directa...

—¿Cómo es que no te mataron?, Tú le mentiste al Señor Foster ¿No es así?

—Porque a pesar de todo pertenecía a Keiner y por ende a la familia.

Ahora lo estoy entiendo un poco más, a pesar de su traición, ella estaba casada son Keiner, pertenecía a la Familia, por eso no la mataron, interesante.

—Keiner... —trato de hacer que diga algo, parece estar en shock, entiendo que este así, pero no me puede dejar sola con esta situación que ni siquiera me corresponde.

—¿Dónde estuviste los últimos dos años?—pronuncia pausadamente, escogiendo muy bien sus palabras.

_-Ganando la confianza de tu Padre. He trabajado en sus negocios del exterior.

No parece tomar muy bien esa noticia—¡¡Porque no llamaste, aunque sea una puta vez Sofía!! Lloré por ti, pensé que cargaría con tu muerte toda la vida.

—¡No parece que te doliera tanto, te volviste a casar Keiner!, mientras yo me mataba trabajando para que tu padre me dejara volver a ti, tú estabas con otra, ¡al punto de que me olvidaste!.

—No tienes ni idea de lo que sufrí, fueron dos malditos años en los que te recordé todos los días, aunque me mentiste yo te seguía amando, aunque me dijeran que estabas muerta, seguía amándote Sofía—es la primera vez que lo veo tan afectado.

—¿Entonces, por qué ella está en tu vida? Si tanto me amabas, ¿por qué te volviste a casar?—le reclama.

—¡Porque creí que estabas muerta!! Con Amber es diferente, yo pensaba que no te volvería a ver, no podía vivir esperando a que volvieras porque pensé que nunca lo harías.

—Yo creo que debería irme... —ya había escuchado lo suficiente y siento que solo estoy sobrando aquí, ellos deben de hablar y yo no soy quién para estar en medio.

—No, escucha— Sofía me detiene—El Señor Foster me perdonó la vida, trabajé en cosas espantosas por ganar su confianza, él me dijo que Keiner me había olvidado y que había encontrado a alguien más, para él ese es el mejor castigo, que la única persona que me quedaba, que la única persona que en verdad me amaba, me remplazara, y es cierto, el dolor que siento ahora no se compara con ningún otro, te casaste con el hombre que yo amo, con lo único que me mantenía luchando.

Amber ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora