CAPÍTULO 14

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~Laia Grey~

Me levanté muy temprano hacer ejercicios y a unos chequeos médicos, todos estaban dormidos cuando me fui así que supuse que sería igual al regresar.

Hasta que, al pasar por el pasillo del cuarto de mi hermana, escucho algunos sonidos...

—Amber¿ puedo pasar?—no escucho una respuesta.

El ruido de vidrios cayendo al suelo hace que mi preocupación aumente a niveles extremos.

—¡¡Hermana, ábreme!!!—trato de abrir por mi cuenta, pero tiene seguro—Amber!

No puedo seguir esperando, me abruma la idea de que le haya pasado algo malo. Tengo que buscar a Keiner.

Bajo corriendo las escaleras, al llegar a su cuarto toco la puerta desesperadamente.

—Keiner!!!-es muy temprano, debe de estar dormido, así que toco con más fuerza.

Después de unos segundos me abre.

—¿Qué ocurre? Porque ...

—Después te explico, ¿Tienes las llaves de la habitación de Amber?

—Si, aunque...

Lo interrumpí nuevamente—Solo dame las llaves. Siento que algo le pasó, no me abre la puerta y se escuchan varias cosas rompiéndose en su habitación. Necesito ver que le ocurre—explico rápidamente.

Su semblante cambia, se apresura a buscar las llaves y salir con ellas de su habitación, no espera ni un segundo y sube las escaleras corriendo, lo sigo velozmente.

Estando en el pasillo resuenan algunos gritos.

Al abrir pude ver a mi hermana sentada en una esquina de la habitación, abrazando sus piernas, todo está tirado, hay vidrios por todas partes, ella se encuentra llorando desconsoladamente con sangre en sus brazos.

Me parte el alma verla así, sus ojos azules están llenos de lágrimas, su respiración acelerada, y cuerpo tembloroso.

—Hermanita... -no puedo decir nada más y la acerco para darle un abrazo.

—No puedo Laia, no puedo seguir—su voz es apenas un susurro.

Lo recordé, estoy segura que no ha tomado sus pastillas, eso es lo único que la puede tener así.

—Mírame—la separo de mí, enfocándome en su rostro rojo e hinchando por el llanto —¿Qué ocurrió aquí?

—No lo sé, solo no lo pude controlar. Laia extraño a mamá y papá—sus sollozos hacen eco por toda la habitación—Extraño el olor de Asher. No puedo soportar no tenerlos en mi vida. Los necesito Laia, necesito a mamá y papá, necesito los abrazos de Asher.

—Tienes que ser más fuerte que el dolor Amber. No debes dejar que el pasado siga dominando tu vida.

—¡¡No los voy a volver a ver, no voy a volver a ver a las personas que más amo, acaso no lo entiendes!!—me grita.

Esto no va a funcionar, la última vez que se puso así fue después de la muerte de Asher, fue casi imposible tranquilizarla.

Ella recuerda estar dormida, pero nosotros la recordamos llorando, gritando y a punto de acabar con su vida, solo que es algo que preferimos guardarnos.

Me alejo de ella, yendo nuevamente donde Keiner, está en la puerta viendo todo.

—Voy a llamar al doctor para que cure sus cortadas y le inyecte un tranquilizante, no se te ocurra dejarla sola.

Amber ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora