Capítulo 23

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—¿Eso le dices a todas, a las que te quieres follar?,¿le endulzas el oído para que caigan rendidas a tus pies? —Digo con la respiración acelerada

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—¿Eso le dices a todas, a las que te quieres follar?,¿le endulzas el oído para que caigan rendidas a tus pies? —Digo con la respiración acelerada.

—No, yo... —Su frase queda en el aire cuando lo interrumpo.

—No me interesa saber lo quieres o lo que no quieres, pero esto está mal, se supone que debo de estar devastada, devastada por el rompimiento de mi compromiso, devastada porque lo único que valía la pena de estar en esta maldita ciudad me traiciono, pero no me siento así —Mi voz se corta por la llegada del llanto —Estoy siendo una perra hipócrita, no paso ni un mes y ya estaba acostándome con otro y para colmo mi jefe.

Mi vista se torna borrosa por las lágrimas retenidas, todo a mi alrededor da vueltas, mareándome completamente, cuando siento que voy a caer, todo se torna negro.

Y como si fuera un deja bu, cuando despierto el techo blanco me recibe junto con el olor de desinfectante, totalmente desorientada tomo impulso para sentarme en esta incomoda camilla, pero una punzada en mi cabeza me detiene.

¿Qué había pasado antes de llegar aquí?

A si lo de Ian, joder que buena situación la mía.

Sobando suavemente mi cien con la mano derecha, oigo como la puerta de la habitación se abre, dejando ver a dos personajes, a un doctor y a Ian.

¿Pero que hace el aquí?, ¿estoy soñando?, ¿o necesito lentes?

Al parecer tu actividad favorita es estar en los hospitales en compañía de ese.

Cállate porfavor.

—Hola Señora Walker —¿Qué?,¿Escuche bien lo que dijo o también estoy sufriendo de la audición?, —, ¿Cómo se siente? —Me pregunta el con una gran sonrisa en su rostro.

—Me duele un poco la cabeza —Digo en susurro.

—No se preocupe, en un momento la enfermera encargada traerá unos analgésicos para usted, por otro lado me gustaría comentarle algo a los dos, y hacer unas preguntas, claro si no hay problema.

—No se preocupe responderé todo, continue —Digo yo con un poco de preocupación.

—Le hemos realizado unas pruebas de sangre, para descartar enfermedades que le pudieron provocado el desmayo repentino, entonces procederé a realizarle unas preguntas, para tener más o menos en mente que le provoco ese incidente, y en unos 20 minutos aproximadamente, se le entregaran los análisis.

—Ok doctor.

—¿En estos últimos días ha tenido algunos de estos síntomas, mareo, náuseas, vomito, cansancio o sueño excesivo, falta de apetito o aumento de apetito, cólicos he hinchazón abdominal, senos sensible o hinchados, retraso menstrual?

Y con esa sola pregunta ya sé que me sucede, tengo unos días de retraso, mis senos duelen, y de repente quiero comer o se me antoja algo, pero cuando lo tengo delante de mí, me dan ganas de vomitar, el mareo y el cansancio junto con el sueño excesivo también los presento, y me recuerdo lo estúpida que fui al no percatarme de estos notorios síntomas de un embarazo.

O puede no ser un embarazo, tal vez son síntomas de una enfermedad sin cura, y que me dejara con vida 3 semanas porque está muy desarrollada y los tratamientos para controlarla no funcionan.

O si es un embarazo y ya.

Un bebe, Virgen de los Chocolates, no puedo ni con mi vida y si....

—¿Señora Walker, se encuentra bien?

—Si, si, he presentado todos los síntomas que nombro, pero los cólicos o hinchazón abdominal no —Ni sé de donde sale mi voz, pues tengo un nudo en la garganta que amenaza dejarme asfixiada.

Respiro hondo tratando de relajar los músculos tensos que tengo.

—¿Ha notado un flujo vaginal rosa y mas espeso?

Esto ya es incómodo, pues responder estas preguntas delante de mi jefe no es muy cómodo que digas y que me diga el doctor Señora Walker tampoco es de mucha ayuda.

—Si

—Está bien, en unos segundos le traerán su analgésico, cualquier cosa que necesiten pueden preguntar por mí, el Doctor Lundie, en unos minutos vendré con los análisis para informales que fue lo que provoco su desmayo.

Luego de que el doctor saliera segundos después entro una enfermera brindándome la medicina para el dolor de cabeza, los minutos pasaban lento, tan lento que creería que un caracol era más rápido que el tiempo, y como era de costumbre hace algunos días el sueño amenazo de tomarme de rehén por unas largas horitas donde mi única preocupación fuera dormir y dormir, el silencio incomodo en la habitación era horrorosa, y con la expresión de su rostro puede notar que aún no suponía lo que me estaba pasando.

Cuando estaba punto de dormir, el doctor hizo acto de presencia en la habitación con unos papeles en mano, tomando otra respiración profunda me prepare para lo que venía.

—Los análisis han demostrado que usted está en una condición muy buena de salud, un poca bajita de peso para su estado, pero con algunas vitaminas y suplementos, eso mejorara.

—¿Doctor que quiere decir "su estado"? —Pregunto Ian, tomándome nuevamente por sorpresa por su acción.

—Felicidades su esposa está embarazada, tiene una semana apenas y tras el estrés del momento en el que estaba la Señora Walker, se produjo este desmayo, les daré una orden para que dentro de una semana pidan cita con la obstetra, también en nombre de algunas vitaminas que puedes tomar mientras llega el momento de la cita, ya que la doctora te explicara cada cosa sobre tu embarazo, ya la orden de alta está en recepción y nuevamente felicidades —Dice el de nuevo con su sonrisa abandonando el lugar, mis ojos buscan el rostro de Ian, pero en el no hay alguna expresión que refleje lo que está sintiendo ahora mismo.

Que gran inicio de la semana

Que gran inicio de la semana

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El Heredero ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora