El Heredero ©

Capítulo 1

—No lo puedo creer, como mierda pudo pasar -voy a explotar, juro que lo voy hacer, no puedo creer que hacen todo por un par de fotos, para su apreciada revista de chismes, ya no puedo más, cada vez que salgo me persiguen, me pregunta, me comentan y realmente me siento cansado, física y mentalmente. Ya no puedo salir con mis amigos y amigas a divertirme un jueves por la noche, porque hay están los paparazzi, con sus estúpidas cámaras.

—Que hacemos Ian -pregunta la chica que está sentada frente a mi escritorio, que vino desde la mañana a enseñarme la portada de la revista Aluan, en donde se encuentra ella sentada en mi regazo, con sus dos largos brazos rodeándome el cuello y pegando sus labios carnosos a los míos.

Esa noche no la recuerdo muy bien, solo recuerdo que salimos unos amigos a celebrar un negocio que se concretó a la perfección, en el bar que queda dos cuadras antes de la empresa, bebimos como locos y obviamente para terminar la noche una buena sesión de sexo. Realmente no le preste mucha atención a los fotógrafos que buscaban la oportunidad para colarse en la zona privada del bar en donde nos encontrábamos, pero lo lograron y justo en ese momento me estaba por llevar la cama a la chica que tengo enfrente con el ceño fruncido. Cuando desperté tenía una resaca de muerte, me dolía mucho la cabeza y tuve que llamar a mi secretaria Allison para que cancelara las dos reuniones que tenía el viernes a la mañana, no tenía el humor para soportar dos largas horas sentado en una silla y además esa reunión no era importante para la empresa, así que no valía la pena asistir. Al llegar a la empresa me entero de las fotos y la cantidad de chismes que están creando de mí.

—Te puedes retirar ... - no puedo completar la oración porque no se su maldito nombre y no me interesa, hago un ademán para que continúe mi frase.

—Danna -dice ella, levantado se dé la silla, para luego dirigirse a la puerta y por último salir dando un portazo.

Me siento en mi silla, pienso durante mucho tiempo como parar con toda esta mierda de la "fama empresarial" como le digo yo después de estar discutiendo conmigo mismo, tomo el citófono que me conecta con mi secretaria.

—En que le puedo ayudar señor Walker -me dice mi secretaria Allison al otro lado de la línea, ella es una chica muy dulce, confiable y fue la única que me soporto, llevamos 3 años trabajando juntos y hasta el momento no hemos tenido problemas y espero que en un futuro no los tengamos, ella es una excelente secretaria, es muy puntual y eso me gusta.

Cuando la conocí ella tenia 19 años recién cumplidos, en ese tiempo necesitada una persona que me ayudara a organizar mis viajes y ella llegó a la entrevista, con un vestido negro pegado al cuerpo, tres dedos arriba de la rodilla y unos tacones del mismo color altos. Cuando la contrate, mi secretaria decidió marcharse y dejarme el trabajo tirado y mi única solución era Allison.

—Señorita Evans podría comunicarse con el comandante de la policía y decirle que lo necesito ahora – me paso las manos por mi cabello desordenado.

—Claro señor, le digo que lo quiere ver en la oficina o... - la corto demediado y contestó.

—Si, aquí en la oficina por favor lo necesito cuanto antes -y sin más que decir cuelgo la llamada.

***

—Estás loco -me grita mi padre después de escuchar una idea que tengo en mente para alejarme de esta "fama empresarial" —Perdiste la cabeza o que te pasa -no es para tanto... o sí.

—Papá es la única forma para salir de estos chismes -continuo —Ayúdame, por favor- lo necesito para que me ayude o si no este plan se va a la basura.

—Como lo piensas hacer y cuando – me pregunta mi padre en un tono más calmado dándome a entender que ha cedido.

—El martes del mes próximo, ese día tengo una cena con un socio y estaré regresando a casa en la noche y necesito que tu tomes el caso, va hacer un accidente automovilístico, a la cena voy a llevar dos autos iguales y cuando esté regresando a casa me cambiare al otro auto en el puente que está a 3 kilómetro de casa y pun. -hago una movimiento de "explosión" con las manos.

—Y después -pregunta mi padre con un poco de preocupación en su voz.

—Y después, va a salir un gran título en todas la revista "IAN WALKER MURIÓ" bien grande y al fin van a dejar de joder -digo en un tono molesto.